No hay mejor forma de empezar el día que escuchando una buena chacarera. Últimamente me obsesioné con la chacarera y solo puedo culpar a Emma. Me inculcó su honor argentino y ¡PAM!, me despierto todas las mañanas así, escuchando canciones como Río que va lejos de Los Fronterizos. Temprano, a las siete, me pongo auriculares y me preparo para ir a la escuela con el ritmo en mis pies. Mis hermanos dicen que hago mucho ruido cuando me cambio. ¡Pero es porque estoy bailando! Parece que no me conocieran esos chiquillos. Al menos mis papás entienden esta obsesión musical y la alientan. Ellos siempre intentaron que me gustara el folclore argentino, pero me gustaba más el rap o el hip-hop. Ahora no hay domingo que no me digan que yo elija la música.
Todo se debió al proyecto de Iván. ¡Qué tipazo! Un señor que sabe como armar una buena fiesta. Apenas me enteré que mi profe me llamó para este evento, no dudé en aceptar. Y cuando supe que mi novia también estaba, mi felicidad se fue por los cielos. A Perla y a mí nos encanta preparar fiestas o cosas artísticas. Para el 8M del año pasado (2020), Perla hizo un hermoso cuadro con acrílicos de todos colores, parecía una obra del mismísimo Picasso: eran un montón de personitas, mujeres y hombres, sosteniendo carteles en contra de la violencia de género y la desigualdad social. Fue mágico verla dedicarse tan fielmente. Y en una clara violación a la cuarentena, fui a su casa e hicimos una sesión de fotos para publicar la pintura en Instagram. No es por subirnos el ego, pero su arte y mis fotos hicieron la combinación perfecta para la ocasión. Si hubiera conocido a Andy en ese entonces, le hubiera pedido que armara un lindo texto para la publicación, pero no tenía a mi mejor amigo y solo pude escribir ‘¡El arte como expresión de revolución!’. Para colmo, se le ocurrió a Perla. Yo no sé expresarme tan hermosamente como ellos dos.
De camino a la secundaria, llevo mi cámara por las dudas. Nunca se sabe cuándo podrías encontrar algo lindo que quieras recordar. Camino junto a mis hermanos que también van al turno mañana de la escuela. Dato a tener en cuenta, soy uno de los tres mayores de ocho hermanos. Es una locura ruidosa estar en mi casa. Vivo con mis hermanos, mi mamá, mi papá y el novio de mi mamá. Parece raro, pero los tres son muy buenos amigos y decidieron criar a todos los monstruitos juntos (la mitad son hijos de papá y la otra mitad son hijos del novio de mamá). En el fondo, fantaseo de que están en una relación de tres y no quieren decírselo a nadie por miedo a críticas sociales. Pero no lo admiten. Vivimos en una casa amplia gracias al enorme garaje que construyeron para el taller de autos Guaiquil. Durante toda la semana, mis cinco tíos maternos vienen a trabajar junto a mis papás. Así que siempre hay mucha gente. No creen mucho en la pandemia, dicen que es un truco del gobierno para esclavizarnos o algo así. Yo no sé qué creer, pero me veo genial con el barbijo que me decoró Perla: una llamaradas dibujadas con lentejuelas negras y doradas, ¡combina con mi pelo! Me paseo en la ciudad con el barbijo como si fuera el Rayo McQueen, ¡Cachau!
Y es en una de esas calles en las que me pavoneo donde se encuentra la biblioteca local. El lugar donde generalmente nos juntamos los del proyecto de Iván. Me enorgullece decir que puse de mi parte para que sigamos trabajando cuando Iván nos abandonó. Margaret y yo nos conocemos desde antes de la pandemia. Creo que habrá sido en el 2018 que hice mi primera muestra fotográfica publicada en el diario físico y virtual de Zerép, y fue de la propia biblioteca. En ese entonces, Margaret tenía mala racha económica y necesitaba incentivar a la gente de que su librería es un espacio maravilloso que no debe cerrar. Lo mejor que pasó después es que tanto la biblioteca como mis trabajos fueron publicitados más y más. Desde entonces, Margaret es como mi tía. Es amiga de mis papás, lo que le da puntos al cargo de tía de corazón. Tiene la misma mentalidad de mi familia, que la pandemia es una farsa. No obliga a nadie a ir con barbijo a su local y es muy permisiva con nuestro grupo. Lo que agradezco. A Perla le hace bien olvidar un poco la cuarentena, despejarse, salir un poco más y respirar aire fresco sin una tela pesada de por medio. Aunque sea solo en la biblioteca.
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Proyecto Halloween, HYGGE
AléatoireAño 2021, pequeña ciudad en Argentina y un grupo ecléctico de adolescentes muy particulares. Apasionados en las artes, emprenden una investigación sobre su ciudad natal, pero descubren un origen que hasta al mismo Diablo podría asustar. Esta histori...