Abrazame muy fuerte

No todo se arregla con pedir perdón

—¿Estás bien, chaparro? — Pregunta Edson cuando pasa por Diego al jale.

No quiere ser paranóico, pero normalmente Diego es cariñoso, responde los mensajes en chinga y se la pasa enviándole fotos, canciones o simplemente stickers de gatitos; y hoy no ha hecho nada de eso. Sabe muy en el fondo que no hizo nada para enojar a su novio, pero la verdad es que sí está sacado de pedo.

—Sí— Responde Diego, pero camina media cuadra y se pasa las manos por la cara —No, estoy encabronado, y quiero unas papas.

Edson tambien se detiene, se le queda viendo sin saber qué decir, porque por una parte quiere reclamarle porque él no hizo nada para hacerlo enojar y es con él con el que se está desquitando, pero tampoco quiere ser un hijo de la verga.

—¿Sabritas o a la francesa?

—A la francesa.

Edson le toma la mano y se van por otra calle para comprarle las papas a Diego. No le dice nada hasta que están sentados en la banqueta al lado del puesto en el que compraron las papas, él se compra unos esquites y empiezan a comer en silencio.

—¿Por qué estas enojado?

Diego agarra otra papa y se la come, tiene mucho que decir porque está sintiendo demasiado y su vida está hecha un cagadero, y para colmo una parte de él siente que él es el que está cargando con todo, porque a Edson no lo corrieron de su casa, su mamá es a toda madre y hasta lo chiquea; bueno, los chiquea a los dos. A demás está lo de la escuela, que si lo bajoneo bien feo, pues extraña pasar los recreos con sus amigos y no aguantando un turno de 10 horas con Kun, que por mucho que hasta le de chance de irse a dormir un rato en la trastienda, le sigue enojando tener que ser él el que se chinga. Y pa' colmo está el pedo de que su papá lo aborrece, y eso es lo que más le duele.

—Es que mi vida se fue a la chin...

Suena su teléfono y por inercia lo saca de su sudadera para ver quien es. Su idea es ignorarlo, pero es Kevin y sabe que no puede nada más no contestarle, que aunque sea le tiene que decir que no puede hablar ahorita.

—Wey, estoy ocupado— Dice cuando contesta.

—Mi papá Memo quiere hablar contigo— Suelta Kevin de sopetaso.

Diego aleja el teléfono y se le queda viendo raro antes de activar el altavoz.

—¿Qué? —Pregunta, y le hace señas a Edson para que se acerque a escuchar.

—Eso, wey, mi papá se fue a las miches con sus amigos y llegó bien decidido que quería hablar contigo. Le dijo a papá Leo, pero lo mandó a la chingada y pues ya, me pidió a mí que te hablara.

—¿Está pedo?

—No sé, despues de que me dijo se encerró en su recámara con mi papá y creo que se puso a chillar.

Edson y Diego se quedan viendo bien sacados de pedo, sin entender qué se trae Guillermo. Van a decir algo, pero escuchan voces al otro lado de la línea, cómo Kevin pregunta que para qué y luego que dice que sí.

—Que traigas a Edson y que pasen por algo de cenar y aquí se los paga mi papá.

Kevin suena tan sacado de pedo como lo están ellos, y es que neta Memo pasó de odiar a Diego a estar organizando la cena familiar de un día a otro.

—¿Vamos? —Pregunta Diego.

—¿Cómo ves a tu papá? — Pregunta Edson.

—Pues no creo que los quiera matar o algo, creo que se quiere disculpar, pero ahí como ustedes vean.