𝒅𝒊𝒆𝒛

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[...]

Nadie quedó ningún invitado sólo yo e Iván junto a sus hijos que entre un rato íbamos a salir a divertirnos entre todos a una fiesta.
¿Quién podría, no?

Unos recién casados van a ir a una discoteca, bueno aprovechando que son las 4 aún y después descansar y así poder llegar al día siguiente a nuestra luna de miel.

—¿Nos vamos?— Iván miró a sus hijos y ellos asintieron

—Bien, vámonos.— Tom se puso de pies junto a Bill, apresurandose y yo quedando con Iván.

—¿Te sientes bien amor? Te noté desanimada en nuestra boda— No.

—Obvió que me siento bien amor, es nuestro día especial. ¿Qué dices?— Rió nerviosa, intentando ocultar que mi tristeza abundaba mi rostro.

—Ok...dude por un momento que te arrepentirías de esto y ya me dirías un 《no》cómo respuesta.— Reímos

—No bobito— Para hacerle creer le di un beso en sus labios.

Después salimos subiendonos junto a los chicos que estaban adelante y nosotros atrás, el camino fue silencioso e incómodo. En mi parte fue incómodo, Iván intentaba tocarme por debajo de mi falda engomado que traía y sentía las miradas de ambos gemelos por el retrovisor del auto y aún así su padre no se daba cuenta de ello estaba tan ocupado intentando meter su mano por mí corta falda.

—Llegamos— Oí que avisó el gemelo menor haciéndome soltar un suspiro de alivio sino terminaba desmayada ante mis nervios.

—Bajemos amor— El me agarró la mano, llevándome por su lado y así bajarnos.

Tom estacionó el auto y los tres pudimos sentir que desde aquí afuera se escuchaba la fuerte música. Volviendo Tom con nosotros recién nos adentramos, llamando la atención de todos incluso de las mujeres casi desnudas al ver a los gemelos Kaulitz.

Claro, eran reconocidos mundialmente por la banda y aparte que ya eran estrellas.

—Iré a divertirme— Escuché que dijo el gemelo mayor sonriendo a las chicas en especial a las rubias, si, tanto lo conocí últimamente que hasta diría que su gran debilidad son las rubias.

—Ve hijo— Iván palmeo la espalda de su hijo y este se fue perdiéndose por la multitud

—Y yo...— Bill sin saber que decir, me miró y luego a Iván, diciendo; —A beber— ríe

Con Iván nos miramos y sonreímos, ambos fuimos al centro de la pista de baile empezando a movernos suavemente uno contra el otro, rozándonos y bailando.

La música empezaba a volverse más movida haciéndonos mirarnos y sonreirnos;

—Es desubicado si bailamos esto.— Murmure algo tímida y el rió

—Quiero hacerlo.— Sus labios ante el susurró en mi oreja tocan mi piel haciéndome suspirar pesadamente.

—Iván Bill está cerca

—Emily, amor, el es lo suficientemente grande que sabe esto que hacemos es estar calientes. Y yo me quiero sacar las ganas.— Me aparte de el mirándole a su cara, y tenía una media sonrisa

—Aquí no— Susurre tímida

—Sabe más rico gimiendo en público, así vean que Iván Kaulitz te da contra la fria pared de un asqueroso baño.— De mi abdomen más abajo sentí un cosquilleo haciéndome entre abrir mis labios —Sé que quieres esto, Emy—

—Iván diosss— Jadeé al sentir sus manos subir mi falda y tocar el encaje de mi tanga—No puedo resistirme—

—No lo hagas princesa— Mordisquea mi oreja

—Al baño, ahora.— Órdene, caminando primera y llevándolo conmigo.



























(...)
























—Hola— Escuché atrás mío, volteando me di cuenta que tenía al gemelo mayor. Después de horas había aparecido, lo miré sería y algo enfadada. —¿Todo bien bonita madre?—, se burló

—¿Dónde estabas tú?— Miro alrededor, buscando con mi mirada a Iván y Bill quiénes me dijeron que iban a hacer una clase de apuesta por beber más de 15 chupitos.

—Paseando— Rie

—¿Lo único que tu harías en una fiesta con chicas rubias es pasear, verdad no?— Muestro sarcasmo en mis palabras

—¿Es un interrogatorio o qué esto?— Se sienta al frente mío y haciendo una seña al chico de la barra así se nos acerque —Cuatro whisky— el chico volvió a irse

—Eres menor— Murmure, sintiéndome intimidada ante su penetrante mirada

—No pensaste eso cuándo gemiste mi nombre, Emily— Solto moviendo su piercing con una sonrisa coqueta

—Permiso—, Me pongo de pies yéndome a los sanitarios y mojar mi rostro que ardía ante tal comentario.

Al entrar me moje sintiéndome mal. Me sentía mal por Iván, acepté casarme y un día antes folle con sus dos hijos y menores.

Joder.

Iba a voltear pero choco con un cuerpo grande sintiendo esa colonia tan varonil y reconocida por mí, ya sabia de quién trataba esto.

Gire viéndolo sonreírme con picardia;








































〽️hola mis bellezas cómo están. Dejo esté cap y me largo al carajo.

estaré esperando sus comentarios (me interesan leerlos) y sus votos, que me animarían muchísimo el saber que tengo su apoyo y les va gustando el fic. Les agradezco, amo y adoro.

att: Yoha🥀

𝔸 𝔻𝕒𝕣𝕜 ℝ𝕠𝕞𝕒𝕟𝕔𝕖|| 𝗧𝗼𝗺 & 𝗕𝗶𝗹𝗹 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora