𝒅𝒊𝒆𝒄𝒊𝒐𝒄𝒉𝒐

118 11 2
                                    

—¿Qué querías que hiciera, Emily?—reprocha casi en un tono frustrado. Capto mi atención, volteo mirándole a los ojos y lo escucho resoplar, en forma de nivel alto de frustración.

—Nada. Sólo no llegues así a mi trabajo—no era ese el punto de mi enfado sino el hecho de que su hijo, Bill, nos encuentre de tal forma en mi trabajo y lo peor con su trabajo, haciendo cosas indebidas y el problema fue ese, ahora me corto el rostro.

¿Porque me importa? Solamente me acosté pero se supone que no me afecta, ¡para nada, no me afecta, sí!

Eso es algo a favor, voy a tenerlo a ambos, no a uno, ambos, lejos de mi. Me favorece y un montón, más si no tendré que soportarlos como mis supuestos hijastros.

—Em.—lo miro, sin ninguna idea de lo que me estaba diciendo—¿Me escuchas?—no.

—Obvio—mentirosa

—En la noche tengo cena de amigos—avisó soltando un bufido. Si me importará...

—Buenísimo, que te vaya bien...‐

—Pensaba ir contigo—ahora llamo mi atención, lo suficiente para que mi rostro se vuelva una deformación

—No, estas loco Iván. ¿Pancho y Tito? no, osea...¿significa que también sus despreciables novias?—temeroso, asintió.

—¡Pero podem..‐

—¡No olvídalo! ¡las odio y ellas a mí Iván!—sentencie. Con verdad, ellas eran las típicas novias que se llevaban bien por solo juntarse siempre, tener esas salidas de chicas, organizarse para irse a esas típicas salidas de chicas y arreglos. Está bien ¡obvio! pero juzgan mis cosa, labor, lo que me mantiene ocupada ¡y con dinero! cosa que ellas no saben, nunca, nunca trabajan por lo que se y siempre dependen de sus novios.

Me juzgan sin sentido.

—No discutire contigo Iván hoy—agarre mi bolso, dispuesta a subir y ducharme para finalizar mi tan día cansador. Últimamente estoy volviendo a mi vida, estrés, cansancio, ansiedad, sí tengo hambre pero también sueño pero me siento sucia, antes ducha, almuerzo y luego descanso.

—¡Entonces eres la peor novia!—escuche de la planta baja. Era una peor novia, sí y, desde que conocí sus hijos. Sí y me duele fregarme las verdades en mi maldita cara.

"La verdad duele"

—¡Entonces divorciate!—sentencie, quite mi remera para luego el pantalón, agarro la toalla y la ropa que tenía en mi armario guardada para encaminarme a la ducha, cuándo volteó me encuentro a mi esposo—, Iván...—me hago la molesta, intentando alejarme de él pero este me agarra, lentamente me acerca a su cuerpo.

—¿A dónde vas?—susurra cerca mis labios, mirándome a los ojos

—A bañarme

—Vamos, dale—me alejo, lo suficiente, mirándole con resignación—, ¿qué? ¿no quieres?—bufa

—Acabas de decirme que soy la peor novia Iván, déjame en paz—me giro, yéndome al baño, apunto de entrar pero este me vuelve a detener. Está vez me acorrala en la puerta del baño, dejándome apretada a su cuerpo, su cálido cuerpo—Iván.

—No te ofendas, sabes que bromeo—ruedo los ojos—, vamos Emy

—Iván de verdad, quiero ducharme, descansar un rato, ¿no sabes lo cansada que estoy?—suspiro

—Obvio que lo sé, muy bien, porque también trabajo y aún así te doy la suficiente atención. Sabés que...dejémoslo así, luego si no te doy atención me venís con berrinches—hablo ofendido, se alejó, dejándome y el irse a nuestra habitación. Lo tomé normal, accedí a la ducha, colocando el agua algo templada.

Al salir voy hasta la habitación y veo a un Iván dormido, con cuidado me meto bajo las sábanas —¿Iván?—intento asegurarme que este dormido, parece que si, comienza a moverse para quedar de espaldas. Me acomode, abrazando su cuerpo y así dormir con el.

—Descansa que en la noche tenemos la reunión—agarra mis manos llevándola en medio su suéter que traía, haciendo que toque la piel de su abdomen, suave y cálida.

—¿Mmhj?—balbuceo, centrada en los movimientos que hacia él con mis manos, intentando llevarlas a cierto lugar

—Mmj—dijo en un gruñido, estaba metiendo mi mano en su pantalones, pasándola por sus bóxer hasta rozar su longitud caliente—Emy...—suspiro.

—Eres un pervertido Iván...—rió burlona. El se gira, con mi mano en su zona y aún frotándose con ella—y, me gusta que seas así—muerdo mi labio inferior. Bajo sus pantalones, bueno no quería hacer nada pero ahora sí, hasta sus rodillas y luego empezar a masturbar su dura polla y gruesa.

—Oh—jadea, tirando su cabeza hacia atrás—Emy..

Supongo que será una larga siesta, pero también por mi voluntad.
No miento, pero creo que Iván despierta mi yo sucia, mi yo tan fácilmente cómo una...mujer liberada, divertida, me gusta soltarme con el, no solo por conocerlo de años, sino porque es casi igual a mi, nada que ver con los años pero hay varias cosas que tememos en común, y creo que ambos disfrutamos de ello. Lo sigo amando, o eso creo, pero me hace sentir una mujer especial teniendome en sus brazos, una sensación tan liberal, en cambio esto no puedo sentirlo con sus hijos, estaría en esto la edad y lo tímida que llego a ser con ellos, con ambos, midiendo mis limites, lo que puedo y que no con ellos, teniendo ese temor por ser ellos menores y no conocerme lo suficiente, no saber lo que ellos sí y yo no, es cómo que no somos compatibles. Y con su padre lo soy, compatible en todo, nos conocemos, lo suficiente, sabemos lo que uno quiere y que no, estamos conectados tanto que no me pasa esto con otra persona, hasta me siento incómoda con los gemelos.
Y creo que es por esto, hay cero compatibilidad entre nosotros.

Me tocará apoyar lo que Bill me pidió, alejarme de ambos y para siempre, dejarlos disfrutar que también pueden, en cambio yo no, soy una mujer mayor y casada, soy su madrastra. Estoy en lo correcto al tomar esta decisión, supongo que esto se termina desde hoy y para siempre.






ay holis, espero que no sea tarde, creó que no, bueno les dejo esto. Me pensé mucho por dónde ir, supongo que se me está complicando ponerle mucha onda, más que nada porqué no me surgen ¡NO TENGO EL CEREBRO ABIERTO! ¡SINO CARGADO DE ESTRÉS! es decir, apoyenme en esto.

Votito y comentarios, los de siempre, alentando y bonitos🥰💗

𝔸 𝔻𝕒𝕣𝕜 ℝ𝕠𝕞𝕒𝕟𝕔𝕖|| 𝗧𝗼𝗺 & 𝗕𝗶𝗹𝗹 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora