𝔸 𝔻𝕒𝕣𝕜 ℝ𝕠𝕞𝕒𝕟𝕔𝕖|| 𝗧𝗼𝗺 & 𝗕𝗶𝗹𝗹 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇

𝑽𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒅𝒐𝒔

—¡¿Dónde están las palomitas, Tom?! —grité, llamándole

Cuándo lo veo entrar con un taper llenisimo de palomitas, él riendo se acerca a la cama y dejándome a mí las palomitas —¿Escogiste ya?—

—Quería ver una de...amor— el bufa, rodando los ojos pero termina por asentir —¡Bien, pondré está!— miró la pantalla, mostrándose el nombre "A través de mi ventana" —¿No tienes problemas, o sí?—

—Para nada, ponla, pero te aseguro que no la terminaremos de ver en una hora —me encogí de hombros.

—Si, pero algún día lo vamos hacer —respondí sin importancia

Nos quedamos en silencio viendo la primera parte, sonreí al ver al chico que se creía egocéntrico, un Dios griego no negaré que era apuesto, pero en cuánto apareció una chica apodada como la bruja

—Me hace calor...—habló Tom, haciéndome reír

—Estamos iguales —dije sin pensar, haciendo que el suelta una risita ronca

La película continuó hasta el punto de que mi teléfono vibre, fui por agarrarlo pero Tom fue más rápido, cogiendo éste y tenerlo en una altura que no podría alcanzarla —¡Ey!— salte, haciendo el intento pero esté lo movía, de un lado a otro, corriendo por toda la habitación suya. —¡No es momento de jugar, es Iván de seguro!—

—¡Ay, sí, Iván, Iván...Iván!— se burló, haciéndome reír —¿Que tiene él que yo no tenga, mh?— soltó el teléfono, dejándolo sobre la cama pero a mi me acorraló contra su clóset. Que por cierto, una mansión

—Ehm,...Tom...— balbucee, nerviosa intento alejarlo pero tenía una firmeza y estaba quieto como una roca frente mío —Es en serio lo digo, Iván...somos...-

—¡Joder ya! ¡Basta de él! ¡¿No podemos hablar de nosotros sin nombrarlo a él, Emily?!— me encogí de hombros, sintiéndome aún más pequeña. Su respiración estaba dificultandose, al igual que la mía que ambos estábamos mezclando nuestras respiraciones, y lo peor es que él apretaba mi cuerpo haciéndome sentir acalorada

—Somos parejas, acéptalo —siento un fuerte golpe atrás mío, haciéndome jadear al oír ese impacto. Era su mano, había golpeado el clóset con una brusquedad

—¡Bien!—

Me empezó a besar, desesperado y con sus manos locas, manoseandome todo mi cuerpo, sintiéndome tan excitada por su rapidez. Sumisa, me entregué a él.

—Ah —gemi en su oído al sentir su fuerte mordisco a mi labio inferior

Me llevó a la cama, a besos apurados y algo frenéticos, me lanzó dejándome de piernas abiertas haciendo que esté caiga en medio de ellas. Al ponerse de rodillas en medio de mis piernas, lo vi desprenderse su pantalón, retirando todo su bóxer y quedando desnudo de la cintura para abajo. No supe qué hacer, pero rápido me desnude, entera y torpemente logre deshacerme de la ropa, quedándome totalmente expuesta a el.

Me tiró a la cama, otra vez yo boca abajo —Veremos de quién eres...—susurró en mi oído, para separar más mis piernas e inclinarse, agarrando su erecta polla.

—Iván...—dije, casi no sé escuchó al sentirse como un susurro. Pero el ignoro aquello, agarrando ambas manos y llevarlas atrás de mi cabeza —¡Ah!— gemi, al sentir su fuerte estocada

Comenzó a moverse dentro mío con fuerza, empujando con bestialidad mordía mi hombro dejando una cantidad de saliva, qué me ponía la piel de gallina —¡Mh...sí...!—

—¡Di mí nombre! —me ordeno.

No quería, ahogue un gemido y tire mi cabeza hacia atrás, poniendo mis ojos en blanco pero vi que la televisión seguía en esa película, justamente estaba pasando una parte hot donde el chico le daba cómo cajón que no cierra en un asqueroso sillón a la rubia. —¡Oh Tom!— grite, al mismo que sentía su pelvis chocar en mis glúteos, se sentía ese obsceno ruido de nuestras pieles pegajosas —¡Más fuerte!—

—¿De quién estás siendo? —escondió su cara en el hueco de mi cuello, olfateando como perro y al mismo tiempo respirando con fuerza contra mi piel sudada —¿Mh? dime —gruñó

—¡De ti! ¡Tom! ¡Ah! ¡Ah! ¡Mh! —gemía, sintiendo su pene resbalando mi entrada y yendo al orificio de mi culo

—¿Te gusta por aquí? —murmuró, sin poder controlar sus jadeos audibles en mi oído —¿Lo quieres?—

—¡Ajamm...mh...si!—

Fue cuando me giro, quedando en forma de perrito, en cuatro patas y estirando mi culo para él. Esté me abofeteó, haciéndome gemir —Eres una sucia, eh— muerde la piel de mi nalga provocándome un jadeo tan bajo

—Dame más Tom —él metió su polla, aún erecta e hinchada llena de presemen se deslizó fácilmente por mi orificio causándome una placentera sensación en mí punto, tan doloroso pero se sintió tan bien —¡Mh sí!—

—¿Te gusta, eh? ¡di que te gusta que te dé por detrás! —empujó, haciendo que pierda el equilibrio en mis manos y cayera de cara, quedándome culo para arriba. Me agarre de la almohada y comencé a soltar los gemidos contenidos por mí misma, maldiciendo el teléfono vibrar más de una hora —¡Ese Iván no sabe lo bien que nos estamos llevando!—

Me agarró la mano derecha, llevándola atrás de mío y sentir que estaba sacando mi anillo, el mismo del casamiento —¡Quítate está mierda insignificante!—

—Oh Tom, más rápido, más...—suplique, excitada del placer sensacional, está era mi primera vez sintiéndome así y por ahí, pero era algo qué no será más de primera vez. Sino, unas de las más..—Joder, Tom...— mi feminidad comenzó a palpitar, sintiéndome también la polla de Tom palpitar, caliente dentro de mi orificio

—¡Jodeer, te llenaría de mí pero ese imbecil de Iván se convence que eres suya! —gritó antes de sacar su polla y comenzar a descargar su tensión, la misma que la hicimos. Se masturbo un rato frente mío para liberarse del todo, y luego irse al baño, cuándo volvió me trajo un papel.

Ambos nos higienizamos, quedándonos en total silencio luego de lo ocurrido —¡Joder! —renegue, al coger el teléfono la llamada finalizó. Haciéndome bufar, era Iván...

—¿Quién era? —hablo Tom, aún viendo la pantalla

—Iván, debería irme, ¿y si viene? tengo 30 llamadas —dije, preocupada

—No sabe nuestra dirección —respondió calmado

—Debo irme aún así, conozco cómo se comporta si lo haga molestar —el se gira, para verme —Por favor...—suplicó

—Aceptas vernos en el show del domingo, ¿vale? —arrugó la frente —Con nuestra banda tocamos, quisiera que estés...si quiere puede ir Iván, siempre y cuando tenga a la cereza del pastel después —bromea, yme echo a reír

—Bien, pero sin pastel y cereza. Tarde, o concierto de....‐

—¿Familia? claro, miente esas cosas a Iván, no a mí...—carcajea

Ambos, luego de lo salvaje viene lo armonioso. Tom me regresó a casa, platicó un rato con Iván sobre el show, que invitó a ambos, hizo que Iván se ponga más que feliz...

¿Hasta cuándo dura esto?

HOLIS, espero que se encuentren bien mis lindas lectoras. Pasaba a dejar unos borradores, luego me iré por un larguísimo tiempo...(no confirmo nada, si vuelvo o no) pero espero que se podamos ver(LEER), pronto.

Las quiero mucho, atrás de esto pueda darle mg y nada. Bay🥰