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Advertencias: segunda parte de Kilig, por lo tanto, para entenderla, debes haber leído previamente esa historia. Fooligetta.

 Vegetta se encogió cuando calor y dolor recorrió su cuerpo, con su omega enloquecido al escuchar la voz grave de Foolish dirigiéndose a él

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Vegetta se encogió cuando calor y dolor recorrió su cuerpo, con su omega enloquecido al escuchar la voz grave de Foolish dirigiéndose a él. Pudo sentir, de forma inmediata, como el celo pareció apoderarse de su cuerpo con una enorme intensidad que no tuvo en los últimos catorce años.

Foolish gruñó en el instante en que el olor dulce, envolvente y seductor de Vegetta llegó a sus fosas nasales, viendo el rostro colorado del omega. Sus pupilas se dilataron en anticipación, su alfa volviéndose loco para poder tener a Vegetta entre sus brazos y nunca alejarlo.

Vegetta gimió, confundido y necesitado. Owen se alejó con una expresión de sorpresa, en tanto Lucas se ponía de pie, despertando a Kaled.

―A-Alfa... ―jadeó Vegetta.

Foolish volvió a gruñir por el placer que la simple palabra provocó en su ser.

Dio un paso, pero antes de poder seguir avanzando, Owen se adelantó y lo empujó, haciéndolo retroceder.

―No ―advirtió Owen―, ¡sal de aquí!

Vegetta sollozó, descontrolado, su omega gimiendo para poder tener contacto, y Foolish miró al menor en señal de advertencia, de que se alejara o no se haría responsable de sus acciones.

Pero Owen sólo arrugó el ceño.

―¿Qué está ocurrien–? ¡Oh, mierda!

Foolish le gruñó al alfa que apareció detrás de él, comprendiendo la escena con rapidez, y dio un paso para acercarse a Vegetta. Sin embargo, no dio ni dos pasos cuando Foolish tiró de él con un nuevo gruñido amenazador.

―No ―espetó―, ¡fuera, todos!

Rubius miró a Foolish, parpadeando, y le observó unos segundos antes de dirigir su vista otra vez a Vegetta. Segundos después, sus ojos se desviaron a los tres chicos allí metidos, a Owen frente a su mamá.

Volvió a mirar a Foolish, endureciendo su expresión.

Vegetta gimoteó una vez más, inducido en un profundo celo doloroso que lo estaba enloqueciendo de a poco.

Foolish dio otro paso, pero Owen lo empujó.

―¡Dije que no! ―le gritó, enojado―. ¡No lo harás, no así!

―¡Me necesita! ―gruñó Foolish con tono desesperado―. Lo necesito.

Rubius lo agarró del hombro, tirando de él hacia atrás.

―No, no lo necesitas, y él tampoco lo hace ―dijo con tono serio―. Fuera. Me haré cargo de Vegetta.

Foolish miró al alfa con una expresión en blanco, sus ojos refulgiendo con ira.

Yuanfen ║FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora