Fanfics que hice con una IA [Genderbender, body inflation/inanimate, vore]

Fer y un culo de maravillas

Fer era un joven curioso y aventurero que, un día, se encontró con un gato mágico mientras caminaba por el bosque cercano a su casa. Intrigado por el animal, decidió seguirlo a través de un misterioso portal que había en un tronco de árbol. Al cruzarlo, se encontró en un lugar mágico y desconocido, similar al mundo de Alicia en el país de las Maravillas.

Fascinado por este nuevo lugar, Fer decidió explorar y descubrir toda clase de criaturas fantásticas y paisajes increíbles. Tras un rato de explorar, llegó a una lujosa suite en la que se sentía como en un palacio. Sin pensarlo mucho, decidió probar un poco del vino y los dulces que habían sobre la mesa. Todo era tan delicioso que no dudó en seguir degustando los manjares que encontraba a su alrededor.

De repente, una mujer asiática muy bien dotada de exuberantes caderas entró en la habitación. Fer se asustó y dio un salto, pero la mujer no pareció darse cuenta de su presencia. A pesar de sus intentos por salir de la habitación, se dio cuenta de que no podía moverse. Parecía como si la mujer tuviera algún tipo de control sobre él o algo lo sujetará.

La mujer seguía con sus quehaceres, buscando algo en su armario, cuando se agachó dejando su enorme trasero expuesto frente a Fer. Sin saber qué hacer, el joven quería irse pero se vio forzado a moverse hacia la mujer y, sin control sobre su cuerpo, con sorpresa se bajo los pantaloes

Fer estaba aterrado y comenzó a penetrarla, se sentía como nunca antes. La mujer seguía con sus tareas como si nada pasara, mientras, él experimentaba sensaciones desconocidas en su cuerpo. Sus extremidades poco a poco se fueron encogiendo y él se fue transformando en parte del enorme culo de la mujer. Sus órganos se convirtieron en su colón, sus cachetes se inflaron y se inflaron hasta convertirse en gigantescos glúteos.

Podia sentir con angustia como sus rasgos humanos se alisaban, sentia como su interior se volvia en su mayoria una masa de grasa y musculo, el sentia como sus labios se fruncian. Aun podía oler, escuchar, ver y sentir a su alrededor pero ya no tenía ningún distintivo humano.

Fer ya no era un joven, ahora era el enorme y cachondo culo de la mujer asiática. A pesar de estar aterrado por la situación, no podía evitar sentir cierto placer al ser parte de algo tan grande y lujurioso, podía sentir su enorme dimension y como cada movimiento hacia chocar sus cachetes con un *clap clap clap*.

Atorado y sin saber que hacer, reboto cuando sintio como la mujer se levantó y fue al baño para expulsar sus desechos. Fer con nauseas experimentó por primera vez en sus labios la sensación de la mierda saliendo de él. Ahora, sabía cómo se sentía ser utilizado como un simple orificio. Pero sus experiencias no terminaron allí, ya que la mujer tras unas horas regresó a la habitación y continuó con su momento mas privado, metiendose un consolador por el culo usando a Fer como su propio agujero de placer.

Cada dia era una placentera y dolorosa tortura, sentia como toda su cara desbordaba una silla con  mas de 80 kilos de carne encima suyo, a pesar de todo, todavía habian buenos ratos como cuando la mierda salia suave y saludable, pero tambien habian dias horribles donde vivia en carne propia como unos huevos con frijoles amenazaban con destrozarlo.

Otros buenos ratos fueron como cuando escucho a suplicas a un par de niños querer que se sentará sobre sus caras, o cuando intentaba forzar con fuerza sus labios para no dejar escapar un pedo en casa de los padres del novio de la mujer, pero no pudo contenerlo y sintio como soplada tan putrefacta brisa de su boca. Una experiencia que nunca olvidaría y que lo llevaría a aprender una valiosa lección sobre la curiosidad y las consecuencias de seguir a un gato mágico.

Y que culpar al perro puede ser un salvavidas como ningun otro.