Capítulo 4: Comportamiento.

43 1 0
                                    

Se despertó tarde, puesto que había estado jugando a un juego que le llamó la atención en su movil. Sin embargo luego de ducharse y almorzar, le volvió la duda y antes de irse a la escuela, pasó a preguntar por ese chico.


Iwabee: Buenos días! *Entrando*

-: Hola! Muy buenos días! Qué puedo ofrecerte?

Iwabee: Solo quería preguntarte sobre un empleado que no veo hace bastante.

-: Te refieres a Kawaki?

Iwabee: La verdad que no se cual es su nombre, pero supongo que debe ser él ya que era el único chico que veía.

-: Sí, había otro más, pero lo cambiaron de sucursal.

Iwabee: Bueno, si te digo que era uno que atendía muy mal te darás cuenta?

-: *Riendo* Si si, es ese mismo.

Iwabee: Kawaki?

-: Así es. A él lo echaron.

Iwabee: Imagino que por lo que mencioné antes verdad?

-: Además... Sucede que su carácter es muy especial y a muchas les cayó horrible. Por lo menos conmigo se llevaba bien. Un día le contestó mál al hijo del dueño y éste se reunió con las chicas que no lo querían para que lo sacaran y pues bueno, vino el jefe y lo botó.

Iwabee: Con razón! Nadie lo contratará por mamón!

-: *Riendo* Él era muy cortante con todo el mundo, pero contigo se pasaba.

Iwabee: En serio? Osea que me lo hacia a propósito?

-: En realidad lo alterabas bastante, tu pareces también ser igual. Pero no me rio de su situación, no podrá encontrar nada hasta ser mayor.

Iwabee: Qué significa eso? Es menor de edad?

-: Tiene dieciséis, lo contrataron porque tuvo problemas personales y prometió hacer las cosas al pie de la letra, pero bueno, ocurrió eso y lo despidieron.

Iwabee: No le deseo el mal, pero que le enseñe la vida a ser mejor.

-: Ojalá le esté yendo bien.

Iwabee: Seguro... *Dándose la vuelta* Gracias por tu atención! No detengo más tu tiempo! *Retirándose*


En la escuela se olvidó de todo, presumía su celular a sus amigos y agendaba los números, le enseñaron a usar varias aplicaciones y con Code descargas de varios juegos en línea. Así hasta salir de allí que por primera vez no le interesaba escaparse del establecimiento. Hasta cierto punto se acompañaron y luego se dispersaron quedando de acuerdo para molestar a los de quinto año en educación física a la mañana siguiente.


Por la avenida compró una funda y un templado, mientras miraba vidrieras para auto regalarse algo de ropa y pensaba también en obsequiarle al gobernador por su amabilidad. Le llamó la atención un mendigo que pedía monedas con la misma capa que había visto la noche anterior cuando sucedió lo del robo, se acercó mirandolo fijo, éste alzó la mirada y la bajó de inmediato ocultándose más en la capucha. Iwabee se agachó queriendole hablar, pero el joven se levantó rápidamente y se fue, ésta vez el moreno no lo iba a dejar ir y se puso a la par.


Iwabee: Oye! Por qué huyes?

Kawaki: Que te importa sopenco!

Iwabee: No me digas así idiota! Que puedo llevarte con la policía por lo de ayer.

Kawaki: Qué quieres?

Iwabee: Saber por qué lo hiciste?

Kawaki: Y eso en qué te beneficia?

Iwabee: En nada, solo qué no te vi más en la heladería y me extraña verte en estas fachas.

Kawaki: Y qué? Tu nunca te miraste al espejo?

Iwabee: *Molesto* Guarda con lo que dices, porque si ayer no te molí a golpes hoy no será la excepción.

Kawaki: Solo déjame en paz.

Iwabee: Te echaron, verdad?


Sin responder siguió caminando, no quiso molestarlo más con las preguntas, pero había algo que le insistía por dentro a seguirlo, sigilosamente, iba pisándole los talones hasta que llegó a un puente, bajando por el costado lo ve refugiarse entre cartones con una fogata que se apagó al instante al comenzar una fuerte lluvia. El moreno fue a su hogar corriendo para secarse y no enfermarse. No paraba, hasta piedras había caído y tenía preocupación por ese muchacho. Para distraerse un rato habló con los demás por mensaje y jugó online con Code hasta dormirse.

La llama que enciendes. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora