La llama que enciendes.

Capítulo 12: Secuestro.

Llegó el lunes, los dos jóvenes se levantaron temprano, se vistieron, se lavaron la cara y los dientes, desayunaron y partieron. Iwabee acompañó a Kawaki quien estaba demasiado nervioso hasta el despacho del gobernador, pues tenía la entrevista. Le deseó muchos éxitos agarrandole las dos manos con fuerza mientras ponía su frente sobre la del otro y lo dejó para irse a trabajar, acción el cual sorprendió a Naruto cuando pasó por un pasillo y los vio. Al rato una secretaria lo llama y lo hace esperar en el escritorio un poco más. De ahí aparece el rubio y le comenta sobre la ocupación. Luego lo guía hacía todas las oficinas internas para presentarlo y el muchacho ni lerdo ni perezoso se pone a memorizar los símbolos de cada puerta, para cuando viera los archivos no se confundiera. Se le hizo una pequeña prueba y al blondo le gustó mucho el desempeño.

Naruto: A pesar de ser una mínima capacitación, has entregado bien los papeles-tebayo.

Kawaki: Gracias!

Naruto: Empezarás mañana, no daremos tantas vueltas.

Kawaki: En serio?

Naruto: Si-tebayo *Sonriendo*

Kawaki: *Reverenciando* Muchas gracias!

Naruto: - Parece que Iwabee cumplió con su palabra. – No es nada! Ha finalizado la entrevista, puedes retirarte.

Kawaki: Está bien. Mañana estaré a la misma hora!

Naruto: Si por favor! No es válido llegar tarde, si?

Kawaki: No lo haré! Se lo prometo!

Naruto: Y por cada labor que hagas correctamente, tendrá un extra.

Kawaki: De verdad se lo agradezco!

Ya guiándose por algunos negocios regresa a la casa solo, recordando que no tenía llaves. Se sentó en la puerta y esperó al moreno dos horas. Cuando llegó se disculpó y de inmediato fue a hacerle un juego para que pudiera entrar sin problemas. Kawaki contento le comentó que lo habían contratado e Iwabee de la emoción lo abrazó fuertemente, haciendo que el corazón del otro le latiera a mil, apenas sintió un mínimo despegue se apuró y correspondió el abrazo.

Kawaki: Gracias!

Iwabee: Por qué?

Kawaki: Por seguir a mi lado.

Iwabee: - Nunca había abrazado a nadie así, algo me pasa, y me gusta tenerlo cerca. Su corazón… late fuerte... Esto es muy distinto a cuando salía con mi ex. Ella no me producía lo que ahora Kawaki si. - *Lo abraza más fuerte* Descuida! Seguiré hasta donde tú lo desees.

Kawaki: *Apoya su cuello sobre el del moreno* Y si deseo que te quedes para siempre?

Iwabee: Para siempre me quedaré entonces. – No estoy seguro de lo que estoy viviendo, pareciera que Kawaki me insinúa algo y yo como un idiota no me doy cuenta. Y si le confieso? Pero quizás me estoy equivocando y no le guste. –

Kawaki: *Despegandose* Haré el mejor esfuerzo para salir de toda la mierda que traigo.

Iwabee: Recuerda que no estás solo.

Kawaki: Lo sé *Media sonrisa*

Pasó una semana en el trabajo, ya podía identificar los símbolos de los archivos, a veces el gobernador lo mandaba a hacer algún que otro labor, viendo así la responsabilidad que mantenía, llegaba puntual, su carácter era más dócil, aunque todavía le costaba. Pero la intención de cambiarlo estaba. Por otro lado, las clases. Ada estaba muy contenta, al verlo, se daba cuenta del interés que ponía para aprender y cada vez lo presionaba con exámenes para supervisar que no se le haya pasado nada de nada en la enseñanza, así también entró más en confianza con Code y Delta, que a pesar de que con el muchacho tenían sus choques, por el moreno, se callaba. Ahora lo acompañaba a hacer las compras mientras aprovechaba de practicar, sabía cocinar un par de cosas, el aseo, el santuario lo cuidaba más él que Iwabee y conforme pasó el tiempo, llegaron a la Navidad.