La chica solo miró a los directivos delante de ella. Pensando en si valían la pena de un voto de confianza o no.
No lo valían, tal vez Meredith podía darle el beneficio de la duda.
Pero miro a sus amigos sentados delante de ella, vio que Connor evitaba su mirada pero sabía que quería aceptar. Evan fue menos disimulado, miró a Jade esperando una opinión.
—Si ellos quieren, no veo porque no.
Connor sonrió, Evan lo miró y movió su cabeza invitándolo a levantarse.
—Genial — Meredith aplaudió, llamando la atención de los chicos— Comencemos entonces.
Jade agradeció internamente que la más simpática haya sido la que les diera el recorrido, sintió que Alastor no era específicamente una persona para dar recorridos.
—El castillo se construyó en el año 1598, un regalo del Duque Arturo para su esposa, de la cual estaba perdidamente enamorado. La trataba como a una reina y le dijo que las reinas solo podían vivir en palacios, así que mandó a construir este castillo.
Meredith había iniciado el recorrido fuera de las instalaciones, donde el camino de piedras daba a la entrada.
—Tardó 11 años en construirse y solía ser el castillo más grande creado por el hombre. Después apareció Inglaterra con sus castillos glamurosos y cuando Diana de Belmostt fue prendida fuego, el castillo también.
—¿Diana de Belmostt era la esposa del Duque? ¿La bruja por la que fundaron la escuela?
Evan se permitió preguntar, tocaba todo a su paso y miraba en todas direcciones.
—Exacto. Diana era una de las brujas más queridas en su aquelarre, las brujas simplemente no podían dejar que su espíritu muriera— Había un sentido de nostalgia en sus palabras, como si todavía pudiera estar cerca de ella—. Ella creía en las segundas oportunidades, fue así que las brujas dejaron de odiar a los hombres lobo, empezó como un movimiento para crear la paz.
Se sabe que las brujas y los vampiros no se llevan bien, pero hay un pequeño pacto entre las brujas y los hombres lobo sobre cuidarse mutuamente. Tal vez fuera porque tenían un enemigo en común, ya que los vampiros cazaban hombre lobo y se acostaban con las brujas para no verlas más. O porque las brujas ofrecieron segundas oportunidades a los hombres lobos.
Fuera lo que fuera, hoy, entre ambas especies, había paz.
Meredith seguía divagando y caminando por los pasillos de la escuela, estaba oscureciendo y decidió mostrarles a los chicos los interiores.
Cuando ella se dio la vuelta (y Jade confirmó que no había nadie mirando), Jade levantó un solo dedo y pronunció en un susurró "Drapetomia". Era un hechizo complejo, ya que obedecía mayormente las emociones con respecto a necesidades, pero logró que funcionara para que Meredith se olvidará de haberla visto hacer magia.
No era algo que le convenía.
Jade se distrajo, escuchó una sonata de piano que reconocía a la perfección.
Se detuvo en su lugar, oyendo de donde provenía tal melodía. Giró su cabeza en dirección a Evan y los observó irse. Mantuvo su audición en el corazón de Evan, confirmando que se encontraba bien.
Se separó del grupo, no la molestaron ya que estaban maravillados por todo lo que está escuela podía ofrecerles, sin embargo Jade ya había tomado la decisión de volver a su casa apenas pudiera.
Su mirada vagó entre paredes decoradas con cuadros, una gran biblioteca con chimeneas y sillones llamó su atención pero seguía buscando la sonata de piano.
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Crónicas de la magia: El reino de las sombras
FantasyCon la mente poseída de traumas y con fantasmas arrastrando su pasado como eslabones, cada día parece ser el último. Con la prohibición de los híbridos y el inevitable ascenso de ellos, solo existe una frase que predomina: "No confíes en nadie".