Jade caminaba por los altos pasillos de la academia. Esquivando estudiantes y profesores.
Evitando con gran logro a Connor durante todo el día.
La noche anterior, Jade había tenido una reveladora charla con Evan y, a pesar de lo que le gustaría, prometió no tomar represalias al respecto.
Ella se sentía un poco devastada, si tenía que ser sincera con ella misma, se sentía una tonta. No podía creer que algo como lo ocurrido aquel día haya pasado justo en sus narices, como si ella no fuera una de las personas que más se preocupaba por la seguridad de Evan.
Se sintió inútil, poco inteligente y para variar, Connor seguía por allí sin escrúpulo alguno y ella tenía que quedarse callada y con las manos detrás de la espalda.
Su gran amor por Evan había dejado pasar esta situación, su tremendo aprecio a su comodidad hizo que no planeara una represalia alguna, pero eso no se quedaría así. Tal vez no pudiera corregirlo físicamente, pero desde ahora en adelante, Connor sería objeto de su pesquisa.
En cuanto a sus demás problemas, había encontrado la solución a ellos y se pondría en marcha lo antes posible, es por eso que ahora se encontraba justo frente a un salón de clases que no era el suyo.
—Josette, buenos días— Jade saludó con una espléndida sonrisa, una que pocas veces otorgaba—. Es una hermosa mañana ¿No crees?
Josette, vestida con su uniforme pulcro y bien planchado, se dio la vuelta para encontrarse con Jade.
—Jade, buenos días.
Jade lucía una alegría muy poco usual en ella, todo debido a que necesitaba de Josette algo que no conseguiría en nadie más.
—Me preguntaba si podía obtener tu compañía esta mañana, hay un tema del que deseo platicar y eres precisamente la persona que podría ayudarme.
Josette, un poco consternada pero sonriente, asintió en su dirección. Tomó el brazo inclinado de Jade para tener una caminata hacia uno de los patios interiores de la academia.
—¿Y sobre qué, exactamente, quieres hablar?
Jade era consciente de las miradas, sobre todo de una en particular: la de Evangeline. La rubia que había estado frecuentando a Evan y que parecía alardear públicamente su desencanto habia Jade. Ella, naturalmente, decidió ignorarla, a sabiendas que Eva tenía algo entre las mangas y de eso se ocuparía después.
—Pues, quería ofrecerte mis sinceras disculpas- Comenzó Jade una vez llegaron al patio—. Temo que nuestra última conversación fue un poco acalorada y no me gustaría haber dejado una mala imagen.
Jade había dejado de fingir una sonrisa, no quería ser el villano que todos pensarían que era, personalmente disfrutaba más ser el villano sorpresa y para eso no necesitaba fingir. Al menos no con Josette.
—¿Una mala imagen?— Josie preguntó de manera genuina, levantando levemente las cejas— Para nada, nuevamente me disculpo por como se dieron las cosas, tal vez fui un poco extremista.
Jade le extendió la mano y sonrió de lado.
—Estamos a mano entonces.
Josie la observó y extendió su mano, recibiendo el apretón.
Jade estaba apunto de decir algo más, lo referido a las habitaciones secretas que se encontraban en el castillo cuando una voz que era de suma molestia para Jade hizo presencia en el silencio.
—Señorita Hart—El directos Alastor llegó y se posicionó entre ambas chicas—. Josette.
El director saludó a ambas con una sonrisa, Josette le dio una sonrisa falsa, con sus labios presionados mientras que Jade se esmeró más en la suya, mostrando sus dientes.
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Crónicas de la magia: El reino de las sombras
FantasiaCon la mente poseída de traumas y con fantasmas arrastrando su pasado como eslabones, cada día parece ser el último. Con la prohibición de los híbridos y el inevitable ascenso de ellos, solo existe una frase que predomina: "No confíes en nadie".