Jade no volvío a ver a Josie sino hasta la noche, donde todos los estudiantes se juntaron en el comedor para la cena.
Era un comedor gigante, con cientos de mesas puestas en fila una al lado de la otra y cientos de estudiantes comiendo y riendo agradablemente.
El director, sentado en el medio de la mesa principal, rodeado del resto de profesores, observaba con cautela a los estudiantes mientras comía.
Su mirada intimidante reposo en Jade con acecho.
Ella sabía que esto sucedería, tendría que acostumbrarme a su nueva sombra.
Jade se sintió incómoda durante un tiempo, después simplemente aceptó que esto era parte de su nueva realidad.
También vio a Josie sentada junto a lo que pensó que eran varias brujas, volvió a ver a la chica rubia que le gritó en las escaleras, y podía notar como una pelirroja le hablaba al odio mientras Josie intentaba comer.
Tal vez Jade haya estado buscando inconscientemente a la castaña, pero admite haber encontrado algo en su aura que le daba curiosidad, aparte de que aún no entendía como es que la chica lograba aparecer y desaparecer por todos los lugares del castillo.
No había visto a más brujas hacer eso, por lo general se veía que no necesitaban esconderse ni nada por el estilo, las brujas usaban magia tranquilamente pero usaban los pasillos de igual forma que cualquier otro.
No hablo con ella, se dijo a sí misma que lo dejara así, no era de su incumbencia la forma en la que Josie aparecía y desaparecía.
Agradeció, también, compartir su habitación solo con Connor. Parecía que querían que se adaptarán y separarlos no era una buena idea, algo que Jade agradeció inmensamente ya que podría hacer magia en su habitación tranquilamente sin preocuparse por que alguien externo se enteré.
De todas formas quería ver como funcionaba ese globo en la oficina de Alastor, quería asegurarse de no meter la pata otra vez y eso sería entendiendo la mecánica de ese globo.
También empezaría su búsqueda de saber porque Alastor llevaba una luna invertida tatuada en su garganta. Era el símbolo del aquelarre de la luna y eso era una señal horrible.
No uso su magia, se mantenía bastante al márgen. Después de haber saludado a Evan por la mañana en el desayuno, se dirigió a su primera clase, aún adaptándose al hecho de que era su primera vez en una escuela en general, y al castillo, que todavía le parecía muy grande.
Al entrar al salón de clase junto con Connor, notó que la mayoría allí eran hombres, alguna que otra mujer pero mayormente dominada por hombres.
Reconoció al pelirrojo del día anterior.
Este levantó la cabeza y saludó amablemente con la mano a Jade y a Connor, parecía ser que si había acertado con la edad de alguno de los chicos.
La puerta del aula se cerró y dejó atrás un hombre de traje, con el cabello despeinado y grandes marcas de garras en el rostro.
Parecía ser el profesor, llevaba gafas colgando de su camisa y carpetas en su manos.
—Bien, levanten sus lápices, abran sus cuadernos en la página 127 y escuchen lo que estoy por decirles—El profesor hablaba despacio y ronco, como si fuera un alcohólico.
Escribió "La marca del lobo" con tiza en el gran pizarrón y pronto se dio la vuelta. Jade no dejó de observarlo en ningún momento.
—Soy el profesor Pierce, para los que no me conocen—Observó a Jade y Connor con una mirada cansada, el ojo que tenía blanco y rasguñado parecía tenebroso apuntando a los chicos—. Doy licántropia desde tercer año en adelanté. Entiendo que son nuevos y lo que no entiendan son totalmente libres de preguntar, tendrán un examen la próxima semana pero ustedes dos están excluidos de este, por favor presten atención.
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Crónicas de la magia: El reino de las sombras
FantasiaCon la mente poseída de traumas y con fantasmas arrastrando su pasado como eslabones, cada día parece ser el último. Con la prohibición de los híbridos y el inevitable ascenso de ellos, solo existe una frase que predomina: "No confíes en nadie".