Capitulo 8: Partida

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Izuku Midoriya:

A la mañana siguiente antes de partir, Kacchan se quedó pensando. Yo iría a ver a mi madre, pero él no quería ni siquiera toparse con la mujer.

— Oye, Deku, tengo que decirte algo antes de irnos — Kacchan miró al suelo.

— Claro, Kacchan. ¿Qué pasa?

— No quiero que te encuentres con mi madre. — Su tono era serio.

— Lo entiendo Kacchan, ¿Quieres que le diga a  mi madre que nos espere en la salida?

— No sé.

— Si prefieres no acompañarme, puedo esperarte afuera de la ciudad para que no tengas que lidiar con ello. — Mi propuesta salió con cuidado, consciente de sus reservas.

Kacchan me miró por un momento.

— Está bien, Deku. Iré a esperarte afuera. Pero no tardes demasiado, no quiero demorarnos.

La aceptación de Kacchan resonó con una mezcla de alivio y comprensión.

Fui rápido a verla. Ella estaba cocinando algo, y al llegar, Mitsuki no se encontraba. Ay Dios mío, espero no haya salido cerca de la salida porque me la van a matar a la señora.

— Madre, tengo que decir algo importante. — Mi voz temblaba ligeramente mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas para la noticia, aparte de que ya me iba.

— ¿Qué pasa, Izuku? — Mi madre apartó la mirada de la cocina para enfocarse en mí.

— Kacchan y yo nos estamos yendo de aquí. Hay algo más grande que nos espera. — Intenté explicar, sabiendo que no podía compartir todos los detalles.

Ella asintió, comprensiva.

— Entiendo, Izuku. Ve y haz lo que sea necesario. Siempre estaré aquí para ti.

— No es solo eso, el pueblo ya no existe. Por eso estoy con Kacchan, hui lejos y... No sé qué pasó con los demás. — Mi confesión cambió la expresión en el rostro de mi madre llenando sus ojos de preocupación.

— Izuku, ¿Qué quieres decir con que el pueblo ya no existe? ¿Qué pasó? — Su voz temblaba con la ansiedad mientras procesaba la noticia.

— Atacaron a todos, Shoto fue el primero en darse cuenta, llegaron a invadir todo, huí con Uraraka pero, ella volvió y después me encontré con Kacchan.

Ella no supo reaccionar.

— Esa fue la razón por la que vine. Quise asegurarme que estabas bien.

Me miró, y solo sonrió.

— Gracias por haberte preocupado por mi hijo, pero, no sé cuánto tiempo me tomé asimilar lo que pasó.

Agradecí su reacción.
O sea espere que se desmayara pero al parecer no pasó, porque ya me había preparado por si se caía y no.

— Kacchan me espera.

Al decir eso, se acercaron unos sonidos de gente gritando afuera de la casa. Nos asomamos espantados y resulta que era Kacchan. Su figura estaba rodeada por algunos habitantes de la ciudad, y en sus rostros se reflejaba una mezcla de sorpresa, preocupación. Miedo. Pero había algo sorprendente.

Sangre.

— ¿Qué está pasando aquí? — pregunté mi corazón latiendo con fuerza al ver la inusual escena.

Había seis personas muertas y él estaba espantado. Rápidamente salí y corrí a verlo, buscando la forma de acercarme a él. Cuando me vio, me gritó:

Amor entre ruinas/BakudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora