Capítulo 1: Despertar

25 1 0
                                    

Estoy en el año 2023, no sé cómo llegué aquí, mi misión no era está. Estoy atado en una silla de hierro, no entiendo el porqué de todo esto, veo muchos cables y maquinas a mí alrededor, ¡Que ingeniosos!

Un tipo usando bata blanca, con lentes y un poco bajito, se acerca a mí. Por su canoso cabello puedo ver que es un anciano, ¿Qué hace un anciano aquí?, lo principal es, ¿Qué hago yo aquí?, el viejo acaba de sacar una jeringa, ¿me inyectará otra vez?

Esto no debía haber pasado, esto no tiene que estar pasando. Observo a mí alrededor y pareciera que estoy en una habitación de hospital, ¡pero qué hospital tan raro!

Aparte del pequeño anciano hay más personas, ¡todas tienen batas blancas y una libreta!, ¿estará de moda esa vestimenta en esta época? ¡Nunca me vestiré así!

Las personas me miran palidecidos, como si estuvieran viendo a un extraterrestre, ¿Qué es esto?, ¿acaso soy muy encantador que todos les gusta mirarme tanto? Debe ser eso... a lo mejor.

El anciano está apunto de inyectarme con esa maldita jeringa, ¡no me gustan las jeringas!, vaya gente rara tengo a mi alrededor.

— Señor, ¿podría no inyectarme por favor?, no me gustan esas cosas.

— ...

— ¿Por qué se queda callado?

Auch, el maldito me inyectó.

Definitivamente la gente de esta época no son para nada amigable, ¿Qué estarán haciendo mis amigos?, ¿estarán bien?, ¿me extrañan?, necesito verlos.

¡Ayuda!, ¡Ayuda!, ¿por qué nadie me ayuda?, todos me miran raro, me siento agobiado, todo sería mejor si pudiera regresar a ese momento en especial... ¡cuando comí hamburguesas!, cuanto extraño ese exceso de grasa y carbohidratos, oh sí.

Mi brazo me empieza a arder, ¿Qué carajos me habrá inyectado el anciano ese?
— ¡Hey!, ¿Qué me hiciste?

—...

Esto es una clara falta de respeto, ¿Cómo pueden tratar a sus invitados del pasado así?, espera... ¿Cómo sé que vengo del pasado?, vaya, empiezo a recordar todo, siento como si mi mente estuviera descargando un montón de archivos, ¡me siento como una computadora!

¿Ese hombre me ha convertido en una computadora?, que interesante. Ahí vienen más de esos hombres de batas blancas, tienen más jeringas, ¿Qué intentan hacer conmigo?, ¿quieren drogarme?, sería divertido, para todo siempre hay una primera vez. Ah no... espera, las drogas son malas, le prometí a mi amada que nunca lo haría.

— Señores, por favor no me droguen, le prometí a mi esposa que no me drogaría nunca. Gracias.

Ya no siento mi cuerpo, parece que inyectan anestesia en todo mi cuerpo, no puedo mover nada, esto es aterrador.

No siento mis manos, no puedo hacer nada, ¡soy obsoleto!, ¡por favor no más, paren!, ¡ya está bien!, ¡paren!

Un hombre agarró una mascarilla de oxígeno, ¿Qué intenta hacer?, ¿Me estoy adormeciendo?, siento que tengo sueño, eso es lo único que puedo sentir...

Mi alegría se acaba, no me siento tan activo ahora... ¿estoy muriendo?

Los señores de bata blanca se están marchando, ¿piensan dejarme aquí?, ¡que ilusos!

Todos se fueron, estoy aquí solo, solo con mi soledad, siempre solo, que divertida es la palabra ''solo'', oh sí.

Por fin me llegan más recuerdos a mi mente, a ver... sí, ya recordé todo. Me llamó Nicolás Barnes, vengo del año 2014, no entiendo cómo es que pase de estar en ese año hasta el 2023, ¿Cómo me di cuenta de que estoy en ese año?, curiosamente en esta ''habitación'' hay un calendario pegado a la pared, puedo leer claramente ''Julio 2023''.

¿Acaso soy una especie de viajero en el tiempo?, a lo mejor lo soy, ¿sería muy divertido que lo fuera no?

Justo ahora acaba de entrar una señora de bata blanca, se ve alta de cabello sedoso y con un amarillento que me enloquece, ¡está guapísima!, me está quitando la mascarilla de oxígeno y algunos cables que tengo a mi alrededor, ¡que emoción!, al parecer podré salir de aquí.
—Siéntate, veamos si puedes hacerlo —dijo la desconocida.

— ¡Vaya!, claro que sí.

Estoy intentando moverme, pero me siento muy pesado, seguro aumente varios kilos... oh... no era eso.

— ¡¿Qué carajos es esto?! —digo, exclamando con furia.

—Cálmese... déjeme explicarle... —respondió la tipa de bata blanca, ya dejó de caerme bien.

—Mis piernas... son unas máquinas...

—...

—Mis brazos... son de metal..., esto no puede estar pasando... ¿Qué carajos es esto?

—Atento a lo que le voy a decir Sr. Nicolás, es un plato fuerte de digerir... —dijo ella, con un tono de seriedad que puede asustar a cualquiera— usted en el año 2014, tuvo un accidente automovilístico en donde perdió casi todas su extremidades, tuvo quemaduras en todo su cuerpo desfigurándose el rostro. Usted ha estado en coma desde hace nueve años... con la tecnología reciente logramos resucitarlo e intercambiamos algunas partes del cuerpo destrozadas por extremidades mecánicas, usted es el primer androide-humano que existe actualmente.

—...

—Sr. Nicolás, ¿está bien? —inquirió.

—Déjeme solo... —respondí.

—Volveré en unos minutos... —dijo ella, mientras se alejaba y salía de la habitación.

Esto no es estar vivo... soy un resucitado... soy... ¿Qué soy? Esto no debería ser así, ¿con qué derecho juegan con mi cuerpo?

Si ya han pasado nueve años... ¿Qué habrá pasado con mi amada y mis amigos?, ¿estaba solo en el auto?

Son demasiadas cosas que digerir, ¿habiendo tantas personas en el mundo y tanta gente sufriendo accidentes día a día por qué me escogen a mí?... ahora no soy más que un monstruo, me doy asco.

Nunca podré tener una vida normal, esto no es ayuda, esto es una maldición.

Ahora que estoy recordando todo, por fin me llegan fragmentos de ese día... y al parecer, no estaba solo.

Nicolás BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora