ONCE UPON A TIME A Fairytale

V - ¡Bienvenidos! Parte dos

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—Como les dije hijas mías, no tengo derecho a decir nada más sobre este tema, lo más práctico es que cuando lleguemos a la estación, quiero que luzcan atractivas. Siéntanse orgullosas de llevar el apellido Lovely.

—Comprendemos madre —dijo Daniela mientras sacaba su espejo para observarse en él.

—Sí madre...—añadió la de lentes en voz baja mientras se apoyaba en la ventana, poniendo a un lado la cortina.

La reina frunció el ceño ante las palabras de Dela, volteó a ver a Daniela y vio a su hija con esa característica sonrisa que cautiva a los chicos. Estaba segura de que sus hijas eran completamente diferentes.

Daniela salió siendo muy extrovertida, carismática y con un alma libre, mientras que Dela resultó ser demasiado tímida y con una inseguridad insuperable.

Una con un carácter distinto a la otra. Otra con una belleza más lujosa que la anterior, y ambas con diferentes cualidades.

La reina resopló disgustada y ajustó su posición en el sillón.

—Es por eso que...tengo el honor de decirles como madre que espero sus calificaciones cuanto antes. Necesito ver buenas notas en sus asignaturas —volteó a ver a su segunda hija—. Y lo digo por ti Dela.

— ¿Qué? ¿Pero por qué? —preguntó algo desconcertada—. Memoricé todos los libros del castillo. Estudié los archivos de nuestra familia por generaciones, analicé los documentos de la constitución real de los Royal, leí el libro de todo el sistema solar, pero ahora que lo mencionas olvidé estudiar el parlamento. Aunque ni siquiera sé qué es eso —dijo pensativamente mientras intentaba recordarlo.

—No dije que fueras mala en el estudio, al contrario, eres muy buena para eso, tienes una mente inteligente. Pero algo no encaja en ti.

Dela levanta la vista con sorpresa.

— ¿Y qué es?

—No actúes como si no lo supieras. Dela, sé que es difícil ser la hermana de Daniela, pero eres una Lovely y espero mucho más de ti en Ever After High, y por si no lo sabías, mi materia favorita es la de cortejo avanzado —su rostro se volvió frio y se inclinó hacia Dela para acercarse a su rostro, intimidando a la pobre chica.

—Si quieres enorgullecerme será mejor que hagas un esfuerzo.

Daniela dejó de mirarse al espejo y vio a su madre presionando a su hermana, lo que le ocasionó angustia al ver tal escena.

— ¡La historia entre ustedes es siempre la misma! —miró a ambas sin gracia—. Claro, Daniela es solo unos años mayor que tú y es la heredera al trono, eso me hace ver un gran potencial en ella. Pero eres tú, Dela, la quien se ha desviado del rumbo por alguna extraña razón; tu trabajo ahora es convertirte en la compañera de prácticas de tu hermana. Si Daniela se equivoca, cosa que rara vez ocurre, la corrijo con palabras alentadoras. Pero si tú te equivocas, no me queda más remedio que regañarte.

Dela se mantuvo con la cabeza gacha, mirando al suelo, escuchando el sermón de su madre. Esto entristeció a Daniela, pero no pudo hacer nada, fue su madre y su expresión desafiante lo que las hizo retroceder.

—Así que será mejor Dela, que pongas tu empeño en el cortejo avanzado, que un príncipe te entregue su corazón delante de todos, lo beses, te cases con él cuando te gradúes y podrás averiguar a qué cuento perteneces. ¡Y Finalmente dejaras esa desilusión de ser reina!

— ¡MADRE, ES SUFICIENTE! —gritó Daniela tratando de ponerle fin a la situación y por lo visto lo logró.

Dela quedó completamente atónita por las palabras de su madre, no reaccionaba, no podía moverse. Algo de ella la destrozó por completo. Cerró los ojos con fuerza tratando de no romper el llanto.