Después de un día de falta de comunicación y tensión entre Zoro y Nami, la atmósfera en la nave se sentía pesada.
Nami se hallaba en su camarote, intentando procesar todo lo que había sucedido. Ella sabía que tenía que enfrentarse a Zoro, pero no estaba segura de cómo hacerlo. Ella no sabía cómo abordar el tema, y se sentía ansiosa al pensar en lo que iba a decir.
Sin embargo, Nami sabía que no podía seguir evitando el tema, así que finalmente decidió que debía ir a hablar con Zoro. Ella se levantó de su cama, tomó una profunda respiración, y salió de su camarote en busca de Zoro.
Nami caminó a lo largo del pasillo, sintiendo su corazón latir en su pecho. Cuando llegó a la puerta de la habitación de Zoro, llamó con suavidad. Él respondió casi de inmediato, y la invitó a entrar.
Nami entró en la habitación de Zoro, y se sentó en la silla frente a él. Él la miró expectante, y ella se sintió un poco nerviosa. Sin embargo, ella se dijo a sí misma que tenía que ser fuerte y decir lo que tenía que decir.
Nami tomó una profunda respiración, y finalmente dijo:
— Zoro, necesito hablar contigo sobre lo que sucedió ayer. No entiendo por qué me ignoraste, y me gustaría saber qué sucedió.
Zoro la miró, y luego se recostó en su cama, pensando en qué decir.
— Nami, sé que has estado inquieta por mi comportamiento últimamente, pero yo no veo nada malo en ello. Creo que soy libre de sentirme celoso y no pienso cambiar eso.
Nami se quedó en silencio por un momento, tratando de encontrar las palabras adecuadas para responder a Zoro. Su rostro se endureció y una mueca de frustración se dibujó en sus labios. ¿Cómo podía él pensar que lo que había hecho estaba bien?
Nami trató de explicar a Zoro por qué su comportamiento no estaba bien, pero él se mantuvo firme en su postura. Ella podía sentir la tensión creciendo entre ellos, y comenzó a sentir que la relación estaba en peligro.
— Zoro, no puedes simplemente justificar tu comportamiento y esperar que todo vaya bien. Tus acciones tienen consecuencias, y están afectando nuestra relación.
Dice Nami y luego toma un suspiro, para después hablar.
— Me siento herida y decepcionada porque me siento como si no importara lo que yo sienta o piense. Creo que tenemos que encontrar una manera de trabajar juntos para superar esto, o nuestra relación no va a sobrevivir.
Zoro mira a Nami con una mirada de incredulidad.
— Nami, no entiendes. Yo sólo estoy tratando de proteger lo que es mío, y no estoy haciendo nada malo. No sé por qué estás tan enfadada conmigo.
Nami responde con un suspiro de exasperación y una mirada de incredulidad.
— Zoro, tienes que entender que tu comportamiento es inapropiado y hace que me sienta incómoda. No importa si piensas que estás haciendo lo correcto, lo importante es cómo tu comportamiento me afecta.
Zoro responde con una mueca de frustración y dice:
— Bueno, Nami, no entiendo por qué estás tan enfadada conmigo. No estoy tratando de herirte, solo estoy tratando de proteger lo que es mío.
Nami responde con un tono de voz cansada y dijo:
— Zoro, me estás haciendo daño. Tus celos y tu comportamiento son demasiado. No sé si puedo seguir con esto, y no sé si quiero continuar con esta relación.
— Nami, no puedes irte. Tú eres el centro de mi vida, y no puedo imaginar vivir sin ti. Por favor, déjame probar que puedo ser mejor, y déjame demostrar que nuestra relación vale la pena.
Nami retrocedió hacia el borde del puente, intentando mantener la distancia entre ella y Zoro. Él avanzó hacia ella, su mirada fija y determinada, mientras sus pies sonaban fuertes y resonantes sobre el suelo de madera. Nami sintió una oleada de miedo y desconcierto mientras él avanzaba. Su corazón comenzó a latir con fuerza y su respiración se volvió rápida y superficial.
Zoro vio la expresión de temor en el rostro de Nami y parpadeó, como si de repente comprendiera la gravedad de la situación. Sin embargo, su determinación no se disipó y siguió avanzando, emitiendo un gemido bajo mientras mantenía esa sonrisa maliciosa.
Zoro extendió su mano hacia ella, pero Nami la apartó, retrocediendo todavía más. Su voz temblaba mientras trataba de explicarle a Zoro que no quería estar allí.
— Zoro, por favor. Déjame ir. No quiero hacer esto. — Dijo Ella.
Pero Zoro no se movió. Su postura era firme, como si estuviera decidido a hacerlo a su manera.
Nami comenzó a correr por el puente hacia otro lado, sus pies golpeando el suelo de madera con fuerza mientras trataba de alejarse de Zoro. Él se dio cuenta de lo que estaba haciendo y se detuvo, mirándola con una mirada de confusión y duda.
—Nami, por favor, espera —dijo él.
Pero ella no se detuvo. Su corazón latía fuerte y su respiración se volvió cada vez más rápida mientras trataba de escapar.
Nami continuó corriendo, hacia la parte delantera de la nave, su mente llena de miedo y confusión. Por un momento, consideró gritar por ayuda, pero decidió mantenerse callada y continuar huyendo.
Zoro se quedó mirándola con una expresión de frustración en su rostro. Sus puños se cerraron con fuerza y golpeó el mástil, sintiendo una oleada de ira y frustración.
Zoro permaneció en el puente, sus pensamientos girando en círculos mientras trataba de comprender lo que acababa de suceder. Su cuerpo se tensó como un resorte, y su mirada se volvió vaga y perdida.
Se quedó allí durante un buen rato, tratando de procesar su frustración y su ira. No sabía qué hacer a continuación, y no tenía ninguna idea de cómo arreglar las cosas.
Nami llegó a su habitación, cerró la puerta detrás de ella y se dejó caer en su cama. Se quedó allí un momento, su cuerpo temblando y su respiración rápida, intentando calmarse.
Su mente se llenó con imágenes de lo que acababa de suceder, y se sintió abrumada. No podía creer que Zoro hubiera actuado de esa manera, y no sabía cómo iba a lidiar con ello.
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Celar ✔️
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𝗩𝗶𝗼𝗹𝗲𝗻𝘁𝗼𝗺𝗲𝘁𝗿𝗼 { 𝐍𝐚𝐦𝐢 𝐱 𝐙𝐨𝐫𝐨 }
Fanfiction- Zoro.. ¿Por qué me haces esto? - Por qué te quiero, Nami. Los Piratas de Sombrero de Paja, algunas veces referidos como Banda de Sombrero de Paja, son los principales protagonistas de la serie manga One Piece, escrita y dibujada por Eiichirō Oda...