Empujar, jalonear

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Nami terminó de curar sus moretones, con los arañazos no pudo mucho, tuvo que pedirle ayuda a Chopper para que él la curara, Chopper intentó preguntar quién le hizo esto pero Nami solo evitaba las preguntas

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Nami terminó de curar sus moretones, con los arañazos no pudo mucho, tuvo que pedirle ayuda a Chopper para que él la curara, Chopper intentó preguntar quién le hizo esto pero Nami solo evitaba las preguntas.

El pequeño reno pensó que Nami no quería hablar de eso, así que no le hizo más preguntas a Nami.

Nami se quedó en una esquina del barco aburrida viendo el mar, estaba pensando tanto que se quedó atrapada en sus pensamientos.

Hasta que sintió un fuerte golpe de una puerta cerrándose, Nami salió de sus pensamientos y se asustó, volteó su cabeza y vio a Zoro, que lucía bastante molesto.

Nami miró a otro lado evitando llamar su atención, pero Zoro solo se acercó a Nami, Jalando el brazo de la pelirroja, Nami sentía bastante dolor y intentó soltarse, pero no podía ya que él era más fuerte.

Nami intentó soltarse suplicando que él dejara de hacer eso pero el solo apretaba más fuerte su brazo, al llegar a la habitación él la empujó hacia la cama, pero Nami se había golpeado un poco la cabeza.

— ¿¡Por qué eres tan torpe?!

Habla Zoro enfadado, lucía tan molesto pero, por qué?

Nami intento hablar, pero de su boca no salían palabras, el fuerte empujón le había dolido demasiado, como si sus huesos estuvieran quebrados.

— ¿Qué te sucede..? ¿¡por qué estás tan molesto conmigo?!

Grita Nami alterada, sus ojos estaban llenos de lágrimas que amenazaban de salir, Zoro solo la agarró y la jaló hacia él susurrando en su oído.

— ¿Sabes cuánto me molesta que Sanji te coquetee y tú no digas nada?!

Nami se quedó callada, es cierto, Sanji le había coqueteado hoy y ella solo sonrió tímidamente quedándose callada, Nami intentó decir algo pero él solo le tapó la boca.

— No, no quiero oír tus excusas.

Con otra mano, apretó su brazo dejándole una marca roja, Nami sollozó en voz baja, intentando soltarse.

El solo la jaloneo y luego la empujó fuera de su habitación cerrando la puerta, Nami siente su corazón acelerarse del miedo, suspiró y se fue a su habitación sosteniendo su brazo.

 El solo la jaloneo y luego la empujó fuera de su habitación cerrando la puerta, Nami siente su corazón acelerarse del miedo, suspiró y se fue a su habitación sosteniendo su brazo

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Esto de ser escritora no es fácil.

Lamento haber repetido el mismo capítulo dos veces.

𝗩𝗶𝗼𝗹𝗲𝗻𝘁𝗼𝗺𝗲𝘁𝗿𝗼  { 𝐍𝐚𝐦𝐢 𝐱  𝐙𝐨𝐫𝐨 }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora