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Con un gran suspiro me acomodo mejor mi mochila observando al escritor Lee esperar por mí mientras fuma un cigarro y se encuentra recargado de su auto

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Con un gran suspiro me acomodo mejor mi mochila observando al escritor Lee esperar por mí mientras fuma un cigarro y se encuentra recargado de su auto.

Oh, Dios mío. Desde que comencé a sospechar sobre mis sentimientos hacía él en todo momento lo encuentro tan atractivo, es decir, siempre lo fue pero ahora con cualquier mínimo movimiento siento cómo si mi corazón se derritiera.

— Buenas tardes — finalmente me atrevo a salir saludando lo. — No hacía falta que viniera hasta mi casa.

— Bueno fui yo quién te ha invitado así que lo menos que podía hacer es venir a buscarte y traerte también — él sonríe invitando me a qué entre al auto.

Y me siento tan feliz aunque se qué el hace estás cosas porque es una persona muy amable y educada sin embargo me pone tan contento cuando me trata tan dulcemente e inevitablemente quizás me voy enamorando un poco más.
Pero, ¿Cuándo paso?, yo no quería sentirme así porque no sé que esperar de este amor, sé que es no correspondido pero no sé si podría seguir estando a su lado fingiendo que solamente lo veo cómo un amigo.

Qué tonto eres Felix, mira que venir a enamorarte por primera vez de este genial e inteligente hombre.

— ¿Todo bien? — salgo de mis pensamientos ante su voz. — ¿Te molesta la ventana abierta?

— No, no es la ventana es solo que me quedé pensando en mi trabajo — miento. Obviamente no puedo decirle que mi mente está repleta de él y que aunque lo tenga aquí a mi lado lo siento tan lejano.

— ¿Algo va mal? — me pregunta preocupado.

Pero niego con la cabeza. — En realidad creo que va muy bien, el día de ayer estuvieron llamando varias marcas que me quieren cómo su rostro.

— Eso es super genial, pero ¿por qué te veo con el ceño fruncido? — observo atentamente la manera en la que maneja y vuelvo rápidamente mi mirada al frente.

— Sólo no sé cómo me irá de ahora en adelante, es algo súper bueno y siempre quise un modelo reconocido pero ahora que pienso que podría llegar a serlo me da algo de miedo — le confieso. Además de estar pensando en el todo el tiempo también pienso en cómo mi vida podría cambiar si de verdad me vuelvo famoso.

— Solo se tú mismo — de reojo me mira y sonríe ligeramente. — No necesitas cambiar, sólo se el Felix dulce y sincero de siempre, así tan sonriente. Si, tendrás cambios pero todo tu esfuerzo valdrá la pena cuando veas hasta dónde has llegado con tu trabajo.

Me quedo mirándolo en silencio, no sé porque razón sus palabras son tan poderosas haciéndome calmar al instante y calmando todo pensamiento erróneo que pueda llegar a tener.

— ¿Tengo algo en la cara? — me pregunta frunciendo las cejas.

Entre risas niego con la cabeza volviendo mi mirada al frente. — No, es solo que usted es mucho más sabio que yo.

Amor y Letras| MINLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora