Las luces, el bullicio, las personas caminando de un lado a otro y el brillo que solamente se enfoca en la persona parada ante el resplandor de las cámaras es increíblemente maravilloso, doy una gran bocanada de aire mirando todo y una sonrisa boba que no puedo borrar de mi rostro: mi mundo ideal.
Esto es lo que yo aspiro a ser, un reconocido modelo que aparezca en los comerciales de los productos más famosos de la ciudad, en las portadas de las revistas siendo la imágen de las joyas más finas, la ropa más genial y elegante.
— ¡Lee, necesitamos más café aquí!
Suspiro de vuelta a mi realidad en dónde tan solo soy ayudante en algunas sesiones fotográficas y tan solo me queda mirar de lejos. Recién llegué a la ciudad y primero tuve que buscar un empleo para poder pagar una renta y alimentos, trabajar aquí no está tan mal. Puedo ver cómo hacen lo que me gusta además en dos meses las audiciones estarán abiertas para modelos a reclutar.
Ojalá me acepten.
— Oh, felix.
Volteo encontrarme con Hyunjin, quién me ofrece una sonrisa y rápidamente me acerco ayudándolo con la bolsa que lleva en la mano, ya que en la otra lleva un arreglo de flores.
— Hyunjin, ¿Otra entrega? — le pregunto mirando las bonitas rosas rojas.
— Si, muchos fans envían los mejores arreglos para los modelos de esta agencia, está vez es para Seo Changbin — me responde y caminamos hacía el elevador, lo ayudo presionando el número de piso que me indica.
Me acerco oliendo las rosas. — Parece que Seo es uno de los modelos más populares, casi todos los días recibe flores.
— ¿Verdad? — Hyunjin sonríe y pienso que si este hombre se dedicara al modelaje sería tan popular cómo Seo.
Pero en su lugar es dueño de una floristería, por lo poco que hemos hablado se graduó cómo pediatra sin embargo no ejerce su carrera y se hace cargo de su florería. Probablemente le pertenecía a su familia y cómo nadie puede hacerse cargo, él no quiso cerrarla y optó por trabajar ahí.
— ¿De nuevo vas por café? — me pregunta cuando bajamos del elevador.
Niego con la cabeza. — No, ya terminé mi turno, y con tanto tiempo libre no sé que hacer ahora.
— Espérame un momento, Felix — me pide entrando a la habitación y lo espero afuera justo cómo me dijo.
Al cabo de unos minutos sale y le entrego la bolsa que traía en manos antes. Él me mira con una sonrisa. — Alguien me obsequio muchas mandarinas y quiero regalarte algunas, ¿Puedes acompañarme a la florería?
— ¿Puedo ir? — le pregunto emocionado, nunca había ido pero a la palabras de la señorita Mónica que se hace cargo del maquillaje, es un lugar tan hermoso que parece sacado de los cuentos.
Hyunjin asiente ante mi pregunta.
— ¡Vamos! — respondo. Cuando llegué a la ciudad no conocía absolutamente a nadie pero en la estación de camiones ví a Hyunjin que estaba teniendo ciertos problemas con sus muchas maletas así que después de ayudarle y contarle que recién había llegado, amablemente me presentó a la señora Kang, la dueña de los departamentos en dónde vivo ahora.
Pero al parecer Hyunjin es una persona con un instinto protector así que decidió ayudarme a conseguir mi actual empleo y nos hicimos amigos. Así que desde ese momento lo he considerado cómo un ángel guardián y visitar un lugar importante para él cómo lo es su lugar de trabajo me pone contento.
— Aquí es — su auto se estaciona enfrente de un bonito local que desde fuera se ve lleno de tanta vida. — Vamos.
En cuánto Hyunjin abre la puerta me es imposible no abrir la boca de la sorpresa, hay flores por doquier y hay un olor tan agradable que podría quedarme dormido aquí mismo, ni siquiera logro reconocer todo el tipo de flores que hay en este pequeño mundo dentro de este lugar, es simplemente hermoso.
— ¿Te gusta? — Hyunjin deja la bolsa sobre una mesa que se encuentra ahí mirándome con una sonrisa.
Cierro lo boca avergonzado, estoy luciendo cómo un verdadero niño.
— Ven aquí, traeré las mandarinas en un momento — él abre una de las puertas que nos dirigen hacía otro pequeño jardín en dónde las flores no terminan.
Veo a Hyunjin entrar a la que debe ser su casa, y me siento en una banca de madera que se encuentra ahí. Está debe ser la razón por la cuál decidió quedarse aquí, el lugar es tan relajante y bonito. De pronto mi mirada se posa en un pequeño jardín que se encuentra apartado de las demás flores, bajo la luz del sol varios girasoles danzan juntos.
— ¡Hwang!
Me levanto de golpe cuando la puerta es empujada con cierta fuerza y un hombre aparece mirándome fijamente. Parpadeo confundido ante su cansada mirada que se nota aún con esos lentos puestos, se ve cómo una persona que realmente no a dormido nada bien pero, ¿quién es?
— Felix, aquí están...
Las palabras de Hyunjin se detienen y veo cómo deja la bolsa de mandarinas que traía para mí posando su mirada en el extraño frente a nosotros.
— Minho... — murmura Hyunjin y me doy cuenta de que la presencia de está persona ha hecho que la expresión en él decaiga. — Pasa, en un momento estaré contigo.
El joven desaliñado camina dentro de la casa sin decir nada más. Confundido intento decir algo pero Hyunjin se adelanta.
— Ven otro día, te enseñaré con calma la florería, ¿Si? — él toma mi mano haciendo que agarre la bolsa de frutas.
— Gracias Hyunjin — sonrío saliendo del lugar, algo confundido con la llegada de esa persona pero rápidamente lo olvido, no quiero entrometerme en los asuntos de Hwang, a penas estamos comenzando está amistad y no quisiera arruinarlo al meterme en dónde no me llaman.
Los dos meses habían pasado tan rápido justo cómo deseaba que lo fueran, mi corazón latía a mil por hora mientras esperaba fuera de las instalaciones de entretenimiento para pasar a mi audición. Esperando veo cómo un auto negro se detiene al frente y todas las personas que estaban ahí comienzan a gritar cosas que no entiendo, están emocionados por la persona que está bajando aunque realmente no lo había visto antes por estos lugares, ¿será un actor o cantante?.
Con atención lo observo, y se nota que no le gusta el bullicio es más que obvio por la expresión en su rostro. Si yo fuera aclamado por las personas me sentiría en las nubes.
— Atención chicos, en cinco minutos irán pasando conforme fueron llegando — nos anuncia una chica.
Suspiro profundo acercándome al espejo de uno de los pasillos para mirarme y sonrío dándome ánimos.
« Todo saldrá bien Felix, confía en ti »
Entonces llama mi atención la gran pancarta fuera de la sala en dónde el hombre de hace unos momentos entro.
Firma de autógrafos, Lee Minho.
— ¿Lee Minho? — si, ahora se quién es. En la secundaria cuando pasaba una de mis peores épocas encontré en la biblioteca uno de sus libros que llegó para sacarme de esa depresión que ir a la escuela me causaba.
Su escrito fué una cura. Sin embargo solamente me encariñé con esa historia y no busqué más sobre él así que no seguí su carrera cómo escritor. Es agradable saber que aún sigue escribiendo.
— Lee Felix, adelante.
Volteo dando un último suspiro y entro con una gran sonrisa, es momento de que comiences a brillar Felix.
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Amor y Letras| MINLIX
Fiksi PenggemarLee Felix es un joven modelo en ascenso que se enamora de un escritor ocho años mayor que él y que es tan malhumorado, huraño y solitario. ❥ Errores de ortografía y de narración. ❥ Historia totalmente de mi autoría; prohibida su copia y adaptaciones...