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Doy vueltas en la cama hasta quedarme mirando fijamente el techo, me pregunto si el escritor Lee ya se habrá dormido

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Doy vueltas en la cama hasta quedarme mirando fijamente el techo, me pregunto si el escritor Lee ya se habrá dormido. Estuvimos conversando sin parar, cosa que me hizo sentir maravillado pero después de que él mismo fue quién comenzó la amena plática se quedó callado fumando y yo no sabía que más decir, siempre que estoy con él me sucede lo mismo. Me da miedo no ser un buen conversante y aburrirlo.

Entonces con esas acciones tan pequeñas que sé las hace inconscientemente pero que agitan mi corazón de sobre manera, él coloca la palma de su mano sobre mis cabellos acariciando con suavidad.

— Creo que ya deberías ir a dormir, si estás cansado no necesitas quedarte a hacerme compañía —. Con una leve sonrisa dijo mirándome fijamente.

— Pero quiero quedarme contigo — suspiro terminando de hablar mirando atentamente su reacción pero no me demuestra nada en sus gestos. — Es agradable hablar contigo, me gustaría aprender cosas que no sé de ti.

Listo, estoy diciendo las cosas tal cuál las pienso, estoy siendo quizás muy obvio pero no sé cómo ocultarlo, es la primera vez que este tipo de sentimientos se apoderan de mí y tener a la persona causante de eso a mí lado mirándome justo cómo lo hace en estos momentos me hace actuar cómo un tonto, un tonto que quisiera decir sus sentimientos aunque se muy bien que si lo hago en la mañana querré desaparecer.

Sin embargo Minho sonríe dejando sacar el humo de su cigarrillo y aparta su mirada de mí. — ¿Y que te gustaría saber?, soy un huraño hombre de treinta años, no tengo nada interesante para contar.

— Bueno, yo creo que eres interesante en todos los sentidos — comienzo a jugar con mis dedos sintiéndome nervioso ahora que me ha dado la oportunidad de preguntar sobre él. — ¿Cuál es tu color favorito?

— Veamos, en realidad no tengo uno específicamente favorito pero te diría que el azul menta es un color hermoso y me encanta, ¿El tuyo? — me pregunta aún sin mirarme, su mirada clavada en las olas del mar moviéndose con el viento.

Sonrío emocionado porque el azul es mi color favorito, quizás no la variante que ha mencionado pero al escucharlo me sentí un poco más cercano a él. — El azul, cómo el océano.

— Si, es justo lo que pensé que dirías — él apaga su cigarro y suspira. — ¿Te gustan los gatos?

— ¿Gatos? — parpadeo sorprendido pero asiento moviendo la cabeza rápidamente. — Si, son lindos, adorables y suavecitos, ¿Y a ti?

— Me encantan — él asiente con una sonrisa tan encantadora, ¿Es que acaso no se da cuenta de que cada que sonríe así tan genuinamente me enamoro un poquito más de él?. — Eres muy tierno, ¿Sabes?, me recuerdas a los mininos, tan adorables justo cómo has dicho.

Sin saber que responderle me quedo callado mirando unos segundos hasta que simplemente hablo.
— ¿Y no está interesado en una relación ahora? — respiro profundo.

Amor y Letras| MINLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora