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A las pocas semanas, el color azul dejó de estar entre las preferencias de Latte.
Kenneth ya no era el tema de quiebre en nuestra conversación, Latte se refirió a él como su "amigo" y nada más que su amigo. Por momentos, pensé que ella podría estar ocultándome información hasta que los vi interactuar juntos un día.
Latte era abierta en presentarlo, su lenguaje corporal era tranquilo y había una plena confianza en sus ojos cuando me miraba. Ese día, casualmente irrumpí en su conversación sin darme cuenta. El Duque parecía sutilmente decepcionado, como si hubiese estado a punto de decirle algo muy importante a Latte, pero lo atropelló mi presencia.
Ambos me saludaron con la etiqueta que correspondía y luego me unieron a su conversación. Se dirigían a la biblioteca nacional para buscar la Constitución Política Imperial, debido a que Latte había tenido problemas con su negocio de comidas. Es por eso que se cruzaron conmigo.
Luego de atender a la biblioteca y que Latte casi ahorcara al bibliotecario por hacernos caminar en círculos por treinta minutos, finalmente nos retiramos después de citar la información que Latte necesitaba del enorme y viejo libro.
Al regresar, nos dirigimos a la estación de carruajes donde cada uno tomaría su camino. Entonces, cuando Latte se apresuró a despedirnos y alquilar un coche de solo un caballo, Kenneth la tomó, sorpresivamente, del antebrazo. Latte se giró y la fricción del movimiento hizo que bailara sobre su eje hasta chocar su pecho contra el suyo. Los dos se quedaron a escasos centímetros el uno del otro. El tacto con el que se tocaban me produjo un excesivo malestar, al punto de que mi odio hacia el Duque me transformó en alguien irreconocible.
Su contacto no duró mucho, pues Latte se apartó inmediatamente después de que ambos se quedaran haciendo contacto visual por lo que me pareció una eternidad.
—Hablaremos por escrito. —le dijo el Duque una vez que su mano soltó su agarre del antebrazo de Latte.
—Vale. Adiós. —le respondió Latte. Luego ella me observó a mí. — Que descanse, princesa. Gracias por acompañarnos. —Latte hizo una inclinación y apresuró sus pasos hacia el carruaje sencillo.
El Duque y yo nos quedamos solos. Supuse que la prisa de Latte era un estúpido plan para que el Duque y yo tuviéramos tiempo a solas, como si hubiera un genuino interés entre ambos.
—Fue un gusto verle, Sir. Kenneth.—me despedí.
El Duque pareció salir de un ensoñamiento y me observó.
—Igualmente, su Alteza. —me dirigió una inclinación de cabeza. —¿Me permite escoltarla hasta el palacio?
— Oh. Esta bien.
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La ruta de la Princesa
Fanfic🪷[ 𝒻𝒶𝓃𝒻𝒾𝒸 ]🪷 Un compromiso que hizo que se distanciaran, la princesa Roselia perdió casi todo el contacto con su amiga Latte. En un nuevo despertar, las fichas se colocan en el reinicio del juego. Roselia regresa en el tiempo a donde todo co...