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Este episodio es opcional de leer, pues no tiene contenido que sea esencial para la comprensión de la historia. Todo el capítulo tiene escenas de lemon y actos sexuales, por lo que recomiendo que en caso de disgustarte esto, pases de largo.

Narradora

Algo en lo que no se fijó Ban cuando notó cómo la contraria lo observaba, fue que yacía en ropa interior, muy a diferencia del camisón y el pequeño pantalón que llevaba cuándo la encontró dormida.

Ella se levantó lentamente, permitiéndole al Pecado una mejor vista de su cuerpo, lo que causó una mayor tensión de lo que sus nervios ya le habían provocado.

Todo gracias a Michiro.

Se acercó hasta quedar muy, muy cerca de él, extendiendo sus brazos para comenzar a tocarlo.

Sus manos recorrieron con seguridad el cuerpo del otro, estremeciéndose al notar el contacto de sus dedos contra su torso desnudo.

Aquellos músculos parecían calarle a la vista, puesto que no podía alejar su mirada de ellos. Era como si la llamasen.

— Me vas a derretir de tanto comerme con la mirada, nena. — Ban le dijo sonriente. Era consciente de cómo se empezaba a sentir ella, lo que a su vez provocaba el despierte de sus instintos más profundos.

No escuchó. Su mente se centraba en una única cosa, y Dios quedaría muy decepcionado de llegar a saberla.

Las manos que acariciaban su abdomen ascendieron hasta sus pectorales, posteriormente dirigiéndose hasta su cuello. De allí le hizo bajar hasta su altura, iniciando un beso tan pasional que costaba creer que viniera de Michiro.

El mayor se sorprendió por esto, pero poco tardó en corresponder y en colocar sus manos en la cintura de ella. Sus labios se acoplaban perfectamente como si fueran piezas del mismo puzzle, y sus lenguas luchaban en una feroz batalla por dominar al otro.

Michiro estaba excitada, y eso significaba que iba a descontrolarse.

La joven rápidamente lo empujó hacia la pared del lugar tras pasar bastante tiempo liándose con el peliplata. Se colocó frente a él sonriente, mientras su mirada lujuriosa le retaba.

Por otro lado, su brazo se dirigió hasta la entrepierna de Ban, dónde comenzó a acariciar por encima de la toalla, buscando encenderlo también. Tampoco hacía falta, pues ya hacía bastante que estaba igual de cachondo que ella.

Parecía que aquella extremidad rompería la tela más pronto que tarde, y eso tan sólo la hacía sonreír más.

— Veo que ya puedo pasar a la acción. — Pese a que era fácil de entender, el contrario se extrañó. Y es que continuaba con aquella imagen gentil y dulce de la ojiazul, no con la faceta sexual y picante que estaba a punto de conocer.

Aunque no era el único de los dos en extrañarse con su comportamiento.

Con certeza completa, Michiro se arrodilló a los pies del Pecado, bajando durante el proceso lo único que la detenía de observarlo tal como vino al mundo.

A la vista relució necesitado el miembro, que sobresalía lo suficiente como para sorprender un poco por su propio tamaño.

— Vaya... Así que esto traías escondido, ¿eh?

Parecía que fuera una persona completamente diferente. El brillo en sus ojos tan inocente había desaparecido por completo, dejando aquel tan felino y agudo como el de una gata. Una gata en celo con su presa frente a ella.

— Créeme que así ha estado muchas noches gracias a tí.

Dirigidas a la extremidad, las manos de Michiro llegaron a este unos segundos después, moviéndose lentamente de arriba a abajo por el falo con delicadeza. Vio en el rostro del mayor como cerraba los ojos y suspiraba, lo que indicaba que había comenzado bien.

「 𝐓𝗋𝖺𝗍𝖺𝗇𝖽𝗈 𝖣𝖾 𝐄𝗇𝖺𝗆𝗈𝗋𝖺𝗋𝗍𝖾 」- Ban × Female Reader -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora