15 Vikingos

13 2 3
                                    


—¡Devon abre los ojos! —dijo Kal. —Estarás bien, aguanta—.

—¡Rebecca, pronto, busca a Anna! —ordenó.

Rebecca aún aturdida, echó un vistazo alrededor... A los nauseabundos cadáveres de las bestias yaciendo a la luz de la luna llena, a sus ropas mojadas, manchadas casi por completo, de un viscoso líquido azul oscuro y de la baba que recubre la piel de las bestias.

Sintió su estómago revolverse. Quiso respirar para recomponerse ... Fué peor.

El olor que despedía el cuerpo del Valko a su lado, era tan penetrante que le provocó arcadas. Se contuvo apenas.

Vió a Devon querse débilmente. —No voy a dejarlo tirado aquí —contestó arrodillándose a su lado.

—No lo dejaremos. Tu ve por Anna, yo lo cargaré hasta la casa y veré como meterlo sin que nadie nos vea. —Ordenó Kalevi una vez más.

—¿Anna?— Exclamó desconcertada, con la mirada fija en Devon—¡Necesitamos una ambulancia, está gravemente herido! —El miedo se le notó al quebrarse su voz.

—Rebecca ... ¡Mírame!—Exhortó Kal. Intentando que Rebecca se enfocara en él—Respira—.

Rebecca levantó la cabeza y notó por fin, como el verde esmeralda del iris de los ojos de Kal, se encendía en chispas de verde neón ¿Desde cuándo se veía así? —Pensó... Se petrificó, los sonidos alrededor se anularon y la vista se le nubló. Sintió su respiración aún agitada y necesitó de todas su sus fuerzas para mantener la compostura.

Obviamente, necesitaba una explicación sobre lo que sucedía, pero lo más importante hora. era ayudar a Devon —Respira —Escuchó una vez más.

—Está intoxicado con el veneno del Valko —Explicó Kalevi, lo más sereno que pudo. —Ningún medico convencional puede ayudarle, necesitamos contener el veneno, hasta que logre llevarlo a la base— Sentó a Devon para poder cargarlo.

—Sé que necesitas respuestas Becca, pero antes necesitamos salvar a Devon. —Tendrás que confiar en mí. Te aseguro que no querrás tener que explicar, en el hospital del pueblo, que a Devon lo mordió una bestia asesina, salida de un portal que apareció de la nada. —

—¿Portal? —Pensó Rebecca, pero no dijo nada. Kalevi tenía razón, exigiría respuestas luego, de momento, la respiración de Devon se ralentizaba. —

—Vamos —respondió despacio, ayudando a Kalevi a acomodar a Devon sobre su espalda.

Al desandar sus pasos en dirección a la casa, escuchan un suave tintineo metálico.

Kalevi detuvo su marcha para descifrar de donde provenía, luego de unos segundos, dio unos pasos fuera del sendero.

—¿Que hácss..?—se interrumpió Rebecca a sí misma, al ver el ademán de silencio que hizo Kal.

Al suave tintineo, se le sumaron sutiles melodías de cuerdas y vientos.

Kal, con un gesto de la cabeza, indicó a Rebecca que le siguiera.

Al pasar unos arbustos, luces interminables de hadas, formaban un camino alternativo de vuelta a la casa, atravesando el bosque.

Se veía como un río, de agua-luz dorada, que unía el lugar desde donde se encontraban, hasta la casa de Charlotte.

—Vamos, es más rápido por este lado —señaló Kalevi. Los ojos de Rebecca casi desorbitan de su cara.

El asombro y el miedo en su expresión, le estrujaron el corazón a Kalevi. Quería explicarle todo y hacerla sentir segura, pero primero Devon.

EURITMIA " Grimorios para Elementales"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora