14 La Fiesta del Falso solsticio

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Aún sin dormir, la destreza de Kalevi en combate cuerpo a cuerpo era inigualable. Einar, debió tomar distancia un par de veces para recomponerse. Kalevi, se encontraba de humor suficiente como para tolerar el sermón de su hermano.

Esperaba responder repetida y detalladamente, miles de preguntas sobre el plan de entrenar a las Mantovani para integrarlas a las fuerzas de los Hersirs. Y la verdad, Einar debió aceptar, que tenía todo muy bien calculado.

—Kal, sé sincero con tu hermano —dijo Einar, mientras secaba el sudor de su rostro, indicando a Kalevi que esta parte de la conversación, era con su hermano y no con su Almirante.

—¿Qué te une a tu Tardentŷa? —por fin, preguntó aquello que el mismo Kal no quería preguntarse.

—Ya te lo dije, no he medido el vínculo. —contestó Kalevi molesto. —De todas maneras, no es necesario hacerlo. No hace diferencia alguna en el protocolo a seguir.

—No quiero que salgas herido —dijo Einar abordando sin tacto, el tema al que quería llegar. —Sabes lo que puede suceder si te enamoras de alguien con un vinculo así ... Aún las almas más sabias, apenas pueden controlar semejante fuerza. Rehusarte a las emociones que te conectan, solo te sacará de balance. Desperdicias energía y fuerza combatiéndote a ti mismo —argumentó, seriamente preocupado por su hermano.

—Si los Dioses lo permiten, es porque así debe ser. ¿No? —alerta como siempre, Kalevi apeló a la fé de su hermano y con ello a todos los principios Hersirs, al fin único de su existencia, cumplir la misión que le impartieron los Dioses.

—¿Vas a hablar del destino? Precisamente tú. Ya escapaste antes de tu destino ¿Pretendes hacerlo de nuevo?—respondió Einar, retomando la batalla física a la par de la verbal.

—Ese no era mi destino —respondió Kalevi, escapando apenas de los zarpazos de Einar —No es más que una absurda profecía que no pretendo alimentar.

—Detente —ordenó Einar con firmeza.

Kal dejó de luchar y ofreció una reverencia a Einar, quién la replicó inmediatamente, en señal de finalizar el combate.

—Eres un gran guerrero Kalevi, el mejor de esta base y muchas otras probablemente. Pero antes que eso, eres mi hermano y te amo. Sé que eres un hombre sabio a pesar de tu edad. Esa es la razón por la cuál apoyé tu decisión de dejar la Corte. —dijo Einar.

— Y por esa misma razón, no te permitiré hacer algo tan estúpido, como combatir tu vínculo. Vas a aceptarlo, estudiarlo, aprender de él y si tienes suerte en esta vida... Vas a disfrutarlo. Potenciarás tu magia y la de tu Tardentŷa. Porque... —Einar bajó la mirada. El deseo de que las siguientes palabras que pronunciaría, no se cumplan jamás se leyó en su rostro como en el puño que apretaba con furia —Si éste vínculo ha aparecido después de tantos años, probablemente necesitemos de ese poder pronto —Retomó la mirada fija que aún sostenía Kalevi.

—Medirás el vínculo antes de partir hoy. ¡Es una orden! —finalizó.

—Kalevi, enardecido de furia, solo sostuvo la mirada de Einar. —Si Almirante—contestó, hizo otra reverencia y abandonó el lugar lentamente. —

Le quedaban cuatro horas hasta buscar a Rebecca para ir a la casa de la hechicera. Cuatro míseras horas...

...

—Mel, no puedo hacer esto aún —dijo Kal, desesperado, ni bien encontró a su cuñada al bajar del ascensor.

—Así que ya te lo dijo —respondió Melania, con empática tristeza.

EURITMIA " Grimorios para Elementales"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora