5 El plan

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—Soool —grita Rebecca pasando la puerta de su gran departamento.

Tira su bolso alado de la puerta, cierra y deja las llaves en un bol de cerámica en la mesa de arrime del recibidor. —Soool.- Vuelve a gritar dirigiendo se a la habitación de su hermana, todavía sosteniendo bolsas en una mano. Abre la puerta. Sol estaba estudiando sobre su cama con auriculares puestos.

—Perdón se me hizo tarde —Se disculpa Rebecca mientras Sol retira los auriculares.

—Pero compré la cena de camino —dice elevando la bolsa con el logo del restaurante chino que estaba a la vuelta de su casa. —¿Y Anna? —pregunta.

—Salió —responde con tedio Sol. —Una cita... Creo que el fotógrafo de la fiesta de la semana pasada.

—Uff era un idiota —Rebecca frunce la nariz del desagrado que le provoca la idea.

—También me cayó mal. Pero... No se puede negar, que es extremadamente atractivo. Para el tiempo que le va a durar el enamoramiento a Anna la sonrisa del susodicho ese abdomen bien marcado, son más que suficientes —razona Sol animada, elevando las cejas con picardía.

—Ni ebria me lo aguanto. En una hora que lo conocimos, no hablo más que de lo buena que era su obra y el tiempo que pasa entrenando. Insoportable —reitera Rebecca.

Se disponen a comer dirigiéndose a preparar la mesa de la cocina donde siguen debatiendo sobre la cita de su prima.

—¿Y Sol? ¿Estás viendo alguien? —pregunta Rebecca a su hermana. —Hace tiempo no hablas de nadie que te guste —

— ¿En que tiempo podría conocer a alguien? Responde Sol lanzando a su hermana una mirada que decía... ¿En verdad me preguntas esto? Llevándose un bocado a la boca. Ni termina de masticar y agrega—Estoy todo el día cursando, estudiando o trabajando en el centro—.

—Tampoco es que me interese de momento. No necesito distracciones ahora —enfatizó Sol sobre como el cursado de su carrera de medicina, el material de estudio y la residencia consumían casi todo su tiempo.

—Vamos Sol, ¿En serio entre toda la gente que conoces día a día, no hay nadie que te llame la atención? —insiste su hermana.

—Habla la reina solitaria —contesta Sol irónica.

—Si de alguna deberíamos preocuparnos, es de la que hace mas de un año no sale con nadie. ¿ Ó hay noticias que quieras compartir? —se burlo un poco Sol, aunque en el fondo le encantaría que Rebecca encontrara a alguien. Sabía mejor que nadie, como Rebecca postergaba su vida amorosa por estar pendiente siempre de ella de Anna.

—Igual —responde Rebecca, —ocupada en cosas más importantes. La tesis me está llevando más tiempo de lo que creí y la organización de la muestra anual, me está volviendo loca—.

—¿Presentarás algo? —pregunta Sol.

—Iba, pero ya me arrepentí —contesta su hermana, —me aterra exponerme públicamente —.

—Mentiras. Si cuando dictas, tus seminarios se te nota el entusiasmo disertando —anima Sol.

—Si, lo se —replica Rebecca, —pero una cosa es hablar de algo que llevo estudiando toda mi vida, y otra, muy distinta es exponer por completo mis emociones y debilidades frente a un montón de personas, trepada a más de tres metros de altura. En ese contexto lo único que siento son nervios de las miradas de todos—.

—Aunque, hoy tuve público durante el entrenamiento —comentó y el recuerdo le provocó una sonrisa.

—¿Ah si?—Sol dejó de escarbar con el tenedor la caja de comida de la curiosidad.

EURITMIA " Grimorios para Elementales"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora