.¿Cita o traicion?.

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Una castaña nerviosa movía su pie de arriba a abajo en constantes movimientos, se había pasado toda la mañana pensando en qué haría cuando estuviera con Lisa.

Se cambio unas veinte veces antes de elegir una vestido purpura pegado al cuerpo, su cabello suelto y libre y maquillaje ligero.

Pensó en un lugar agradable para comer con lisa, la mujer le había mencionado que iría por ella en cosa de minutos.

Jennie la esperaba en su departamento, repaso su maquillaje y ropa nuevamente cuando recibió la llamada al teléfono del lugar.

— Señorita Jennie, una mujer llamada Lalisa Manobal la espera en el lobby. — informó el de recepción.

— Ya bajo, gracias. — colgó y tomo su bolsa bajando rápidamente. Sonrió al ver a la mujer esperarla fuera de su auto.

— Lisa. — saludo

— Jennie, te ves preciosa. — alago lisa.

La castaña sonrió, lisa beso su mejilla y abrió la puerta de su auto para ella. Jennie subió soltando un "gracias" y acomodando su vestido.

Lisa giro a su lado y subió. — Bien Kim, ¿A donde quieres ir?. — preguntó.

— ¿Conoces el nuevo restaurante tailandés que salió?.

Lisa la miro algo sorprendida y asintió. — ¿Quieres ir allí?

Jennie asintió emocionada. — ¿Te parece bien?.

Lisa asintió y encendió el motor de su auto. No le mencionó a felix de su salida con la castaña y sabía que el sonido de su teléfono timbrando debía de ser el rubio.

— ¿No responderás?. — preguntó jennie.

Lisa le sonrió. — Devolveré la llamada luego. ¿Por qué elegiste ese restaurante?.

Jennie se encogió de hombros. — ¿Para comer?.

— Graciosa.

— ¿Te molesta?. — cuestionó jennie.

Lisa negó aun que en su mente, se preguntaba porque la castaña propuso ese plan cuando creyó que solo quería follar y luego hasta la próxima. Le molestaba un poco.

— No eres sincera nunca, ¿verdad? — la pregunta de jennie la tomó por sorpresa.

— ¿A que te refieres Kim?. — cuestionó lisa, tratando de aparentar tranquilidad.

Jennie la miro con los ojos entrecerrados y frunció el entrecejo. — Nada, olvídalo.

Se mantuvieron en silencio hasta llegar al restaurante, lisa bajo primero y abrió la puerta de la mas baja. Quien le sonrió enseguida.

Entraron al lugar y por suerte consiguieron una mesa, el lugar estaba lleno y aunque les preocupaba ser vistas juntas no le dieron mucha importancia para disfrutar del lugar.

Tomaron asiento, lisa acomodaba su flequillo distraída mientras jennie la miraba con curiosidad.

— ¿Cuando llegaste a Corea? — preguntó a la mujer frente a ella.

Lisa la miro y sonrió. — A los tres años, creo.

— De pequeña, vaya. ¿Has visitado Tailandia estos años?

Lisa asintió, miró detenidamente a la castaña.

— ¿Has tenido pareja? — preguntó jennie ignorando la mirada intensa de su acompañante.

Lisa se tenso y miro en busca de algún mesero, jennie lo notó.

— ¿Listas para pedir, señoritas? — preguntó amablemente el mesero.

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