Tu nombre

.¿Ultimo día?. Pt. 1

Pov. Jennie.

— Cuidado gatita... — la escuche decir seguido de una risa cuándo casi choque con el marco de la puerta, por suerte ella es rápida y cubrió mi espalda del posible golpe hasta apretarme a ella. — ¿Muy apurada?. — Quise responder a su burla pero como siempre no me da oportunidad cuando vuelve a tomar mis labios con fuerza.

Aquel paseo en el parque terminó mas tarde de lo que pensamos, ya son las 4 a.m. Y para mi buena suerte estamos en su departamento. En el elevador las cosas se subieron de tono cuando yo inocentemente, comencé a darle castos besos. Que luego llegaron a unos mas largos en el cuarto piso y ya en el momento en que las puertas del elevador sé abrieron, en lo único que podía pensar era en ella desnuda y su linda boca trabajando.

Una cosa llevo a la otra y ahora...

— Quítate eso...

Cerro la puerta a su espalda de una leve patada, cargando mi peso con ayuda de sus manos en mi trasero y mis piernas enrolladas en su cintura. Su rostro quedando a una distancia próxima de mis pechos y cuello le dieron paso a besar la zona. Por supuesto que no me opuse, es más. Me encargué de quitar mi cabello del camino entre mi piel y sus labios mientras ella aun nos llevaba a la habitación, su risa ronca me prendía tanto como la forma en que apretaba mi trasero, desplazando sus manos peligrosamente cerca de mi entrepierna. Volví a reclamar su boca, tire de esos carnosos y rosados labios a mi gusto, la escuché jadear pesadamente cuando comencé a mover mi cadera contra su abdomen en busca de fricción.

De calmar la ansiedad que me generaba la espera de sentirla. Restregué mi centro en ella mas fuerte pero no era suficiente, jamas lo es cuando de ella se trata. Pude sentir el suave colchón y sus manos empujándome para recostarme mientras ella permanecía sobre mi entre mis piernas. Mire directamente a esos grandes ojos que me reflejan tantas cosas abrumadoras pero hermosas.

Le concedí el permiso nuevamente a mi cuello, donde hizo un desastre de mordidas que deberé ocultar luego, sus manos separaron mis piernas para permitirle una posición más cómoda. Por un momento deje de imaginar en las formas obscenas en que la necesitaba y me centre en la forma dura pero suave en que me tocaba, los besos tiernos que repartía de momento a otro y la forma en que buscaba mi comodidad ante todo.

— Te amo. — susurre sin pensar. Un desliz de pensamientos que hizo que dejara de besar mi cuello para centrarse en mi. Sus ojos se abrieron mas de lo normal por mi confesión, lo que me hizo sentir dudosa de muchas cosas.

Lo arruiné.

Sus labios se abrían y cerraban sin pronunciar palabra y sus manos solo se mantenían firmes pero ausentes entre mi cintura.

Mire sus ojos, esos que justo ahora no logro descifrar como comúnmente lo hago, ¿en que esta pensando?.

— Lo siento... no debí. — trate de arreglar cuando noté que seguía en una especie de shock por esas dos  palabras. Pero cuando unió nuestros labios me sorprendió tanto o menos que lo siguiente.

— Yo también te amo, Jennie Kim... como no tienes idea.

Mire sus ojos y comprobé en ellos su sinceridad, su honestidad. Sonreí cuando ella lo hizo y tire de ella en un fuerte abrazo, juntando nuestros pechos y respiraciones. Siento su corazón golpear con fuerza y estoy segura que ella siente el mío por igual, mire sus hermosos ojos por milésima vez. Jamas me cansare de hacerlo.

Ahora con certeza puedo decir que ese brillo no es mi imaginación, si no que amor.

De haber sabido que confesar esto que siento por ella me haría tan feliz y liviana, lo habría hecho antes. Sin esperas o dudas, solo hubiera sido sincera.