.Momento De Avanzar.

1.4K 136 24
                                    








Pov. Lalisa.






Luego de que jennie se fuera me dirigí a la sala de juegos junto con rosé qué volvió conmigo después de calmar a su noviecita. Entramos en silencio, lo primero que vi fue al bastardo de Kang sentado cómodamente en uno de mis sofá de cuero negro con un vaso de whisky en su mano.

Su sonrisa petulante me hacia hervir la sangre, lleva tiempo sin cooperar y cuando llega a mi zona lo hace con ese aire engreído y prepotente, no me agrada.

— Hey, hasta que llegas. — dice en tono juguetón jungkook quien estaba junto a Kang conversando. Su mirada me hizo saber que estaba listo, probablemente saco algo de información o ya lo ablando.

— Estuve ocupada. — respondí antes de sentarme en uno des los individuales enfrente de ellos.

— Buenas tardes, Manobal. — saludo Kang, imprudente sin despegar su mirada y no precisamente de mi, si no de Mina, quien se encontraba en la habitación. — tienes lindas mujeres aquí. — lamió sus labios mientras sus escurridizos ojos pasaban ahora por el cuerpo de mi rubia amiga.

El joven y tonto policía miró con morbosidad tanto a mi como a las mujeres en la sala, Rosé por supuesto puso mala cara, no tolera a los hombres a excepción de nuestros amigos y Mina simplemente se mantuvo al margen, aun que incomoda.

— Mina, sírveme un trago. — La mujer a mi servicio lo hizo con una sonrisa, entregándome mi vaso y quedándose sentada junto a mi en el reposa brazos del sofá cuando se lo indique. Rodee su cadera con mi brazo mirando fijamente a ese bastardo. — Muchas mujeres que están a mi cargo son hermosas... pero que no te engañen sus lindas piernas, o te puede costar muy caro.

— Salud por eso. — dijo jungkook mientras bebía su trago de sopetón. — En fin, hablemos de lo importante.

Rosé se sentó en el sofá junto a mi con las piernas cruzadas y la barbilla en alto, miro mi brazo aun rodeando a mina y supe en su rostro que no le agradaba mi acción. Era como si me recriminara por eso.

Seguro que quiere ganarse a su cuñada...

Cuando volví mi atención a lo importante vi como Kang asintió moviendo su mirada a los muslos de mina, por lo que mire a la mujer, le di la señal de levantarse y esperar mis ordenes a mi espalda.

— Bien, seamos rápidos ¿quieren?. — dijo rosé con impaciencia.

— Por supuesto bonita. ¿Te gusta todo rápido? — dijo con tono desagradable el imbecil y por supuesto que la fulminante mirada por parte de mi mejor amiga no se hizo esperar.

— Jod... — pero Jungkook la interrumpió a tiempo.

— Estamos aquí por negocios, centrados.

— Que bien que tocamos ese tema... — dije cruzando mis piernas mientras acercaba mi vaso a mis labios. — Sabes Kang, el punto de tenerte a mi servicio es para evitar que tus oficiales irrumpan en mis almacenes, husmeen en mis negocios y por supuesto no acosen a mi gente. El punto de tener al jefe de policía jugando en mi bando es exactamente lo contrario a lo que esta pasando.

— Comprendo todo eso, pero hay cosas que no están a mi alcance. — dijo desinteresado. Alzando sus hombros sin ganas, como si mis palabras le dieran igual.

Sonreí con molestia escondida antes de darle otro trago al vaso en mi mano y mirar detenidamente al sujeto frente a mi.

— ¿No eres acaso el jefe de la policía en Seul? O tal vez nos equivocamos de persona. — dijo rosé tomando una posición más seria, seguramente también le fastidio la actitud de este idiota. Bueno, le fastidio aun mas.

Tu nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora