.Razones y Mala Señal.

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La tailandesa miraba su copa media llena con tinto. Ahora vestía una simple camiseta con el estampado de un gatito con sombrero y pantalones cortos grises a juego.

Sus manos ahora limpias y pulcras. Una apretaba aquella copa de tal manera que podría romper el vidrio, mientras la otra despeinaba su oscuro cabello.

Su cabeza daba punzadas molestas mientras esperaba pacientemente la llegada de la coreana.

Ya estaba más calmada y si, nerviosa.

"¿Como se supone que paso esto? ¿Que fue lo que la hizo sospechar?". Se preguntaba.

Suspiro por décima vez en los últimos 15 minutos, mirando el reloj colgado en la pared tras su escritorio.

Su pequeño interrogatorio personal fue interrumpido por el tono de su teléfono.

"Ahora que..." Con pereza se puso de pie y fue por el aparato, contestando mientras se servía mas vino.

— Lalisa Manobal.

Lisa, ¿Donde has estado?.

— ¿Que quieres?. — respondió
con indiferencia.

Quiero verte. — pidió tras la línea.

— Nayeon, estoy demasiado ocupada
como para hablar de sexo contigo.

Llevas evitándome días Lalisa. — dijo
molesta. — Te necesito.

Pero antes que la tailandesa pudiera responder, su teléfono fue arrebatado de sus manos. No tuvo que girarse para saber quien era cuando escuchó aquella voz.

— Lisa esta ocupada, conmigo. — habló Jennie con una sonrisa ganadora. — Adiosito.

Colgó la llamada y dejo el teléfono sobre el escritorio, observando a lisa.

La tailandesa giro en sus talones y conecto miradas con Jennie, observando sus ojos ya mas calmados. Sin miedo en ellos como había visto antes.

— ¿Interrumpí tu programación para tener sexo? — dijo Jennie con algo de molestia en su tono.

La tailandesa hizo el ademan de responder pero la coreana habló antes.

— ¿Sabes que? No me interesa. — respondió a si misma, ahora quitándole la copa de vino y bebiendo de ella.

Lisa suspiró sin apartar su mirada de la mujer.

— Si no te interesa ¿Por que me quitaste el teléfono?.

La castaña se alzo de brazos. — No quiero que hables con Im.

— Pero tu a mi no me das ordenes. — respondió lisa. — Como sea, ¿Que piensas hacer ahora?

La castaña la miro algo confundida, sin embargo capto el tema y se cruzo de brazos.

— ¿Que pienso hacer? — dio pequeños toques en su mentón — ¡Ahh! Hablas sobre tu organización criminal y tus acciones psicopatas...

— ¿Cuanto quieres por mantenerte callada? — pregunto con impaciencia.

Jennie la miro con algo de diversión, se puso de pie y camino hasta estar frente a frente con la tailandesa molesta.

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