Tu nombre

.Evitando Sus Ojos.

Lisa

Estoy recostada de costado, mis ojos no pueden apartarse ni un segundo de ella, esta dormida, se ve tan calmada y cálida...

Lleva apenas tres días en mi departamento y siento que este lugar jamas estuvo mas completo que ahora, se supone que ella debería dormir en el cuarto de invitados, pero...

No puedo perderme de vistas como estas, desde la mañana a la noche, me gusta verla dormir.

Con sus ojos cerrados, sus labios levemente entre abiertos y algunos mechones de cabello rebeldes, extiendo mi mano con suavidad y quito las hebras de cabello de en medio de su apaciguado rostro. Sonriendo inconscientemente con cada una de sus respiraciones, miró sus labios rosados, sus pestañas y sus tiernas mejillas de Mandu.

— Realmente eres hermosa... — murmuro, siendo más un pensamiento en voz alta.

Me acerco despacio hasta presionar mis labios con suavidad en su frente, para volver a mi posición inicial y volver a admirarla.

Sin embargo,  ya no esta dormida, sus ojos marrones me miran con especial brillo, logrando que comience a sonrojarme.

— ¿Tu no estabas dormida? — pregunto nerviosa.

Ella sonrió tiernamente, negando levemente antes de acurrucarse a mi, no puedo evitar sonreír más y enseguida corresponder a su abrazo.

El corazón me palpita con rapidez, estoy segura de que ella puede sentirlo al estar pegada a mi, me limito a regular mi respiración, o bueno... al menos tratar de hacerlo.

Estoy tan nerviosa y no has hecho nada mas que abrazarme...

Trato de distraerme y calmarme mientras acaricio su cabeza con calma, pero realmente no funciona.

— ¿Podemos quedarnos así siempre? — la escucho susurrar, lo que enloquece aun mas a mi corazón.

— Me encantaría, Jen... — respondo sin pensarlo, tiro de Jennie para que esta quede frente a mi.

Y juro por dios que podría dejarla prisionera en mis brazos para siempre, sin importar que, es un sentimiento abrumador el que me aborda con solo mirar sus ojos...

Pero aun tengo cosas por resolver antes de dedicarme únicamente a ella.

Beso su mejilla con cariño. — Pero ya es tiempo de que vayas con tu familia.

Ella hizo un leve puchero. — ¿No iras conmigo?.

Negué, besando la punta de su nariz y quitando sus manos que rodeaban mi cintura.

— Pasare por ti mas tarde, tengo un asunto que resolver. — digo con calma, besando su mejilla.

La castaña frunció las cejas con curiosidad. — Y... ¿Que asunto? — cuestionó observando cada uno de mis movimientos. Puedo sentir su mirada calar en mi interior mientras me aparto de ella, incorporándome y caminando al armario.

— De trabajo. — finalizo, tomando una camiseta negra de cuello de tortuga y unos pantalones a juego, volteando a dejarlos sobre la cama.

— Lisa... — comenzó Jennie, su tono me indicaba de su desconfianza a mis palabras, por supuesto que tiene la razón, aún así la freno.

— Jen, no es nada sobre tu hermano. Tranquila, a penas sepa algo mas o tome alguna decisión te lo haré saber. — le aseguro tratando de sonar lo más convincente y beso sus labios brevemente. — Voy a ducharme.