The Great Hollow: Ichigo

el desafortunado

- no hubo éxito alguno...lo lamentamos mucho, ex-capitán Shiba...- dijo un segador con una reverencia retirándose junto a un escuadrón.

- ...maldita sea...- el hombre se sentó con las manos en la cara desesperado.

Estuvo en la sociedad de almas alrededor de dos semanas, comandando una exhaustiva búsqueda con la ayuda del escuadrón número 10 del seireitei, su antiguo escuadrón y uno que lo tenía a él en alta estima.

- no pierda las esperanzas capitán shiba, pronto lo hayaremos...estoy segura - afirmó una mujer con placa de teniente.

Ella era matsumoto rangiku, una mujer de cabello rubio bronceado, vestía el uniforme de shinigami tradicional con una faja rosa pastel sosteniendo su amplio busto, tenía labios carnosos con un lunar y ojos celestes grisaseos.

- rangiku...hola...- le saludó el mayor con cansancio y tristeza.

Todo el escuadrón había accedido a ayudar en la búsqueda por los distritos con tal de ayudar a su anterior capitán isshin Shiba, quien había arribado la sociedad de almas en busca de un chico llamado ichigo Kurosaki, un joven de cabello naranja...y su primogénito, asesinado por un hollow.

- siento que voy a perder la cabeza...- susurró el Shiba mirando a la nada.

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- ICHIGOOOO!!!!- el hombre atrapó el cuello de su hijo mandandolo al suelo cuando bajó a desayunar.

- oh!por favor! Que rayos te pasa papá!!?- el joven pateó a su padre a través de la sala de estar.

- vamos,ya basta!!- reprochó una niña de cabello beige en la mesa intentando detener el altercado.

Los dos, continuaron agrediendose, el pelinaranja tomó la cabeza de su padre y la enterró en un plato de comida.

- se acabó viejo!...estás decrépito ahora...no puedes competir conmigo...- afirmó el chico con orgullo cruzado de brazos y sonriendo.

- ok, ya estuvo bueno, isshin, ichigo...vengan a desayunar!- ordenó con cariño Masaki sentandose a comer.

- oh! Mi querida esposa no puedo permitir que mis hijos me irrespeten así!!- declaró con un puño sobre la cabeza de su primogénito sonriendo.

- tú ni siquiera eres apto para que seamos tus hijos jejeje!!- río el chico tomando a su padre del cuello.

- ustedes dos son tal para cuál...más o menos...- dijo con calma otra niña de cabello negro.

- como podría yo ser igual a éste delincuente? jajajajaja!!!- el hombre se carcajeó abrazando al chico.

- como podría yo ser igual a éste anciano payaso? Jejejeje!!!- esbozó una sonrisa ligera el muchacho.

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Ichigo realmente odiaba la lluvia, era como un sexto sentido que aquel colegial poseía, sabía que algo iría mal si llovía a veces... Él podía presentirlo...se quedaba mirando las gotas de agua caer del cielo gris oscurecido, incluso desde pequeño...pero ese día no se quedó parado viendo nada.