03-Concubina

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El palacio imperial se encontraba actualmente en un desastre, no porque hubiera peleas o estuviera celebrándose algo. Era porque una concubina había sido enviada al palacio.

Aprovechando la rara ausencia de su hijo en el palacio, la reina madre había enviado una hermosa mujer al palacio para que sirviera como concubina a su único hijo.

La reina madre, madre de Boss, era una mujer extremadamente tradicional que pensaba que tener hijos era la prioridad estando en el poder.

No podía creer que su hijo se hubiera casado con un hombre el cual no podía concebir a sus hijos.

El día que se enteró de la boda ella se había negado con insistencia, pero su hijo no hizo caso alguno y se casó con Noeul Nuttarat, hijo de un simple ministro de bajo rango.

¡Incluso su marido había estado de acuerdo en ese momento!. No podía creerlo, era inconcebible.

Pocos días después de la boda conoció al chico pelinegro, era lindo y amable, algo tímido. Siendo sincera, le caía muy bien, era extremadamente tierno.

Pero, las reglas son las reglas, su hijo tenía que dejar descendencia.

Con un suspiro, se fue con rapidez del palacio para vivir nuevamente en su palacio personal lejano a la capital, aunque debía vivir en el palacio principal había querido alejarse de todo el atareo de la ciudad por un tiempo, solo vino a dejar a la mujer.

Volvería tal vez en medio año más, quería estar cerca de la tumba de su esposo y la misma se encontraba cercana al lugar donde residía en la actualidad.

Era el sitio favorito de su marido para relajarse, por lo que decidió enterrarlo en el lugar.

Volviendo al desorden del palacio imperial, varios sirvientes miraban a la mujer con curiosidad mientras que otros miraban a la emperatriz con suma vigilancia.

Noeul miraba a la mujer con confusión, no entendía qué demonios hacía esta mujer en su hogar y por qué decía que era concubina de su marido.

Su esposo había prometido que nunca tendría concubinas.

Sintió un nudo en la garganta y lágrimas amenazaban con caer de sus ojos estrellados, su pecho se sintió doloroso.

— ¿Q-quién er-eres? —La voz del pelinegro era entrecortada y muy difícil, sentía incomodidad por cada palabra dicha.

La mujer sonrió con tranquilidad, llevaba puesta una túnica exquisitamente decorada, pero muy reveladora, dejaba ver su pierna derecha y parte de su blanco muslo.

Su piel parecía ser suave y de un lindo color blanco, su cabello era negro azabache, poseía unos hermosos ojos marrones claros y su figura era estilizada.

— Respondiendo a la señora emperatriz, mi nombre es Lilly Apichaya, la señora madre me ha enviado para servir al señor emperador como concubina de alto rango. —la mujer se presentó con naturalidad y coquetería, su ropa era negra y resaltaba sus ojos al igual que su blanca piel.

Lilly se acercó a la emperatriz con pasos firmes y coquetos, algunos de los hombres presentes ya habían puesto su vista en ella y su hermosa figura.

— Un placer conocer a su señoría, la emperatriz. —la pelinegra debía mirar a Noeul con respeto, en lugar de eso, lo miraba como si fuera inferior a ella.

Nadie se dio cuenta de su condescendiente mirada gracias a que se encontraba dándole la espalda a la mayoría de los presentes.

El único que notó esa mirada fue Eul que estaba frente a ella, se sintió pequeñito al verla, era como lo miraba de su padre antes de casarse con su Bubu.

La Esposa del Emperador // BossnoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora