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—dios. mío.-

—louis, cállate.-

—dieci-

—no lo digas.-

—diecio-

—¡apap!-

ambos se encontraban caminando abrazados y mareados, después de haber convertido el baño público del centro comercial en su propia habitación de hotel y descubrir que tenían un invitado, los dos chicos salieron del sitio con mejillas rojas y frentes sudorosas.

—pero es que ya tengo mi pase al infierno.-

—loui-

—vip, todo incluido, en el mejor hotel con cinco estrellas.-

—no es-

—¡meet and greet con el diablo!-

—¡louis escúchame!-

louis inmediatamente se calló y se dedicó a sólo caminar a su lado.

—no te tienes que atormentar así, ¿sabes? sólo eres unos pocos años mayor que yo y no te tienes qué preocupar por ir a la cárcel o algo.-

—¿cómo que no harry? eres muy joven y y y-

—louis te voy a meter este calzón a la boca si no te dedicas a cerrarla. —harry tomó una prenda interior del pasillo por donde caminaban y se la puso enfrente.

—mejor méteme los tuyos. —respondió louis en voz más baja y con una sonrisa pícara en su cara.

—¡louis! ¿cómo quieres que pare si tú no lo haces? —habló empujando ligeramente a louis de su lado.

—yo no he dicho que quiero que pares.-

—¡luego me culpas a mi con-! espera, ¿qué?-

—pues si, ya sabes, sólo me siento culpable por lo que acaba de pasar y me tengo que desahogar con alguien, pero no es como que quiero que dejes de hacerlo, ¿tiene sentido? —dijo louis agarrando la mano de harry inconscientemente.

—louis, eres tan jodidamente confuso, dame un respiro.-

—te lo daré cuando lleguemos al instituto, ¿si?, estamos en este centro comercial... con el uniforme puesto y no queremos que te castiguen, ¿verdad? —y louis era realmente bueno usando los tonos, ahora sonaba como un genuinamente preocupado hombre por que harry regresara a sus clases.

—no queremos. —respondió harry totalmente embobado con los ojos azules de louis.

—muy bien, sé un buen chico y vamos de regreso.-

y ellos volvieron a abrazarse mientras se encaminaban a la puerta de entrada del centro comercial.

estaban a dos pasos de tocar el pavimento exterior hasta que la alarma del centro comercial sonó.

harry ensanchó los ojos y dirigió su mirada a la prenda que todavía sostenía entre sus dedos sin haberse dado cuenta.

—harold, eres un idiota.-

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please, louis! -ls- Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora