Capitulo IV

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Los hermanos de Aria se habían ido un día antes de que ella entrara a Hogwarts por lo que tuvo que despedirse , y ellos le desearon suerte y que si tenía un problema que no lo dudara dos veces y que se contactara por medio de su magia o por una carta. Aunque aveces no lo demuestren Azael y Arión se preocupaban mucho por Aria y se lamentaban estar lejos de su hermanita pero también confiaban en que ella podría cuidarse por si sola, ya que su padre y sus hermanos le advirtieron que no confíara tanto en Dumbledore.

Al día siguiente Aria se levantó y se puso ropa cómoda, claro guardo su túnica para después cambiarse, cuando estuvo por salir de la mansión se despidió de su padre.

- Te prometo que aré todo lo posible por ser yo quien te lleve a la estación princesa- dijo Gellert a su hija.

- Está bien papi cuídate mucho por favor, nos vemos en navidad, te amo- se despidió ella con un beso en la mejilla y el con un beso en la frente y lágrimas en sus ojos le dolía no estar en los momentos más importantes de su hija.

Queenie y Aria llegaron a la estación de King's Cross y pasaron el número, ahí pudo ver a varias familias despidiendose de sus hijos y varias madres, ella extrañaba a su madre y le hacía falta pero sabía que ella siempre estaría en su corazón. Y siempre llevaba un relicario que su padre le regaló, era en forma de corazón y dentro tenía la foto de su madre cuando era mas joven.

- Bueno Aria aquí nos despedimos, cuídate mucho y has muchos amigos pero recuerda mantener lo de tu padre en secreto, y cualquier cosa que te pregunte el director sobre tu familia, solo mencioname a mi o a tus hermanos ¿Bien?- explico.

- Si Queenie lo tengo todo claro nos vemos en navidad y cuida que papá no se meta en problemas supongo que después me mandas a mi lechuza y a mi gato por medio de la magia, no quiero meterlos en una sucia jaula- dijo la niña.

- Bien, adiós Aria te quiero-

- Yo también te quiero Queniii adiós- y sin más la niña se fue dentro en el tren, y adentro busco un compartimiento vacío por suerte era de los primero y lo encontró pronto. Cuando entro lo primero que hizo fue sacar una de los libros de los que compró en el callejón Diagon.

Despues de algunos minutos antes de que el tren partiera, la puerta del compartimento fue abierto por un niño de lentes y cabello color azabache.

- ¿Puedo sentarme aquí?- pregunto.

- Si claro no tengo ningún problema- contestó ella con una sonrisa.

- Soy Harry Potter- se presentó. Mi padre me ha hablado de él, me dijo que Dumbledore lo quería para su propósito y a mí me pareció algo cruel ya que es solo un niño.

- Un gusto soy...- el ruido de la puerta la interrumpio.

- Perdón puedo sentarme aquí, el tren está lleno - pregunto un pelirrojo.

- Si claro no ay problema- dijo Aria y Harry.

- Soy Ron Weasley- se presentó una vez que se sentó.

- Soy Harry Potter- se volvió a presentar el azabache.

- Oh eres Harry Potter- se sorprendió- tienes la ... Ya sabes la...-

- Cicatriz si la tengo- dijo mientras levantaba su cabello.

- Genial perdón ¿Y tú eres?- pregunto está vez a Aria.

- Soy Aria Grindelwald - contesto orgullosa.

- Grin- Grindelwald tu eres su hija, no el no puede tener hijos es cruel y muy malo-

- Si soy su hija mira- dijo ella mientras cambiaba su color de cabello ya que lo tenía negro y el color de sus ojos a los de su padre. Al parecer Ron se asusto más que tuvo gritar.

Strange LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora