Capitulo XVIII

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Aria se encontraba en su sala común sentada en uno de los sillones mientras leía un libro de pociones que le habían mandado sus hermanos.

Estaba tan entretenida que no escucho cuando Blaise entro corriendo a la sala común y comenzó a gritar cosas, hasta que Theodore quien estaba a su lado le tocó el hombro para que pusiera atención a lo que su amigo decía. Asi que cerro el libro y miro a Blaise mientras hablaba.

-... Y dicen que ahora se encuentra en la enfermería pues lo encontraron desmayado- terminó de relatar su amigo.

- ¿Quién?- pregunto la niña confundida.

- ¡Aria llevo más de 10 minutos hablando y escuchaste nada de lo que acabo de decir!- dijo exaltado.

- Lo lamento estaba distraída- se disculpo apenada la niña por haber ignorado a su amigo.

- Está bien solo por se tú volveré a explicarte lo que pasó... Resulta que tusabesquien estaba en el cuerpo del profesor Quirrell y quería la piedra Filosofal para resucitar, entonces el "trio de oro" se enfrentó a un juego de ajedrez magico gigante y no cuántas cosas más y al final Potter combatió contra el profesor Quirrell derrotandolo y junto a el tusabesquien-

- ¡Lo sabía Voldemort estaba aquí y el profesor Quirrell lo ayudaba tenía razón!- les grite a todos.

- Como sea, no podría importarme menos lo que le pase a este tonto de Potter- dijo Lorenzo desinterésado. Todos asintieron de acuerdo con el.

– No nos interesa a menos que el tonto del director en vez de castigo lo premie– hablo la única peliblanca.

– ¡Eso es absurdo Aria!– dijo Pansy.

– Si, es simplemente obvio que lo van a castigar– continuo la rubia.

– Me duele la cabeza, iré a la habitación– les dije a los presentes.

Aria subió a su habitación bajo la atenta mirada de los Slytherin se preguntaban el por qué su amiga de pronto se sentía mal.

Mientras que ella al entrar se recostó en su cama llevando una mano a su cabeza por el dolor repentino que sintió, acompañado de un escalofrío y un susurro:

            Nos volveremos a encontrar        
Grindelwald

Y después de eso su cabeza le dio una fuerte punzada pero ahora su magia se encontraba tranquila, como si todo esté tiempo hubiera estado bajo peligro. No entendía por qué le sucedía esto pero era claro que tenía que investigarlo.

Así que tomo una hoja, una pluma y tinta y se dispuso a escribir una carta.

     Hola soy Aria:

Te escribo para informarte de mi situación actualmente, mi magia afortunadamente se encuentra tranquila es como si todo esté tiempo hubiera estado detectando una amenaza y creo saber cuál era.

Resulta que el profesor Quirrell tenía a Voldemort pegado a su cabeza, aunque yo sabía que el era quien me hacía sentir así, aunque también tuve un poco de ayuda se mis hermanos mayores que me enviaron una carta días atrás.

Pero para mí fortunio Harry Potter lo ha vencido. Y desde entonces mi magia está mejor, solo que no entiendo el porque se comportaba así.

De todas maneras creo que tengo que estar alerta. Eso es todo por ahora.

Te quiere Aria Grindelwald.

Después de haber escrito la carta se la dio a su lechuza.

– Ya sabes a quien dárselo Ares – le dijo. Y la lechuza salió de su campo de vista. Con un fuerte suspiro camino de nuevo a su cama y volvió a recostarse.

Strange LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora