Capitulo XVI

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- Nosotros iremos con Fang- dijo rápidamente Malfoy, mirando los largos colmillos del perro.

- Muy bien, pero les informo de que es un cobarde- dijo Hagrid- Entonces yo, Hermaoni y Aria iremos por un lado Harry, Draco y Fang, por el otro. Si alguno encuentra al unicornio, debe enviar chispas verdes, ¿de acuerdo? Saquen sus varitas y practiquen ahora... está bien... Y si alguno tiene problemas, las chispas serán rojas y nos reuniremos todos... así que tengan cuidado... en marcha-.

El bosque estaba oscuro y silencioso. Después de andar un poco, vieron que el sendero se bifurcaba. Aria Hermione y Hagrid fueron hacia la izquierda y Draco, Potter y Fang se dirigieron a la derecha. Anduvieron en silencio, con la vista clavada en el suelo. De vez en cuando, un rayo de luna a través de las ramas iluminaba una mancha de sangre azul plateada entre las hojas caídas.

Aria vio que Hagrid parecía muy preocupado.

- ¿Podría ser un hombre lobo el que mata los unicornios?- preguntó ella.

- No son bastante rápidos- dijo Hagrid -No es tan fácil cazar un unicornio, son criaturas poderosamente mágicas. Nunca había oído que hubieran hecho daño a ninguno-.

Pasaron por un tocón con musgo. Aria podía oír el agua que corría: debía de haber un arroyo cerca. Todavía había manchas de sangre de unicornio en el serpenteante sendero.

- ¿Estás bien, Hermione?- susurró Hagrid -No te preocupes, no puede estar muy lejos si está tan malherido, y entonces podremos... ¡PONEOS DETRÁS DE ESE ÁRBOL!-.

Hagrid agarro del brazo a Aria y Hermione y las arrastró fuera del sendero, detrás de un grueso roble. Sacó

una flecha, la puso en su ballesta y la levantó, lista para disparar. Los tres escucharon. Alguien se deslizaba sobre las hojas secas. Parecía como una capa que se arrastrara por el suelo. Hagrid miraba hacia el sendero oscuro pero, después de unos pocos segundos, el sonido se alejó.

- Lo sabía- murmuró - Aquí hay alguien que no debería estar.

- ¿Un hombre lobo?-sugirió Hermione.

- Eso no era un hombre lobo, ni tampoco un unicornio- dijo Hagrid con gesto sombrío - Bien, seganme pero tengan cuidado-.

Anduvieron más lentamente, atentos a cualquier ruido. De pronto, en un claro un poco más adelante, algo se movió visiblemente.

- ¿Quién está ahí?- gritó Hagrid- ¡Déjese ver... estoy armado!-

Y apareció en el claro... ¿era un hombre o un caballo? De la cintura para arriba, un hombre, con pelo

y barba rojizos, pero por debajo, el cuerpo de pelaje zaino de un caballo, con una cola larga y rojiza. Aria y Hermione se quedaron boquiabiertas.

- Oh, eres tú, Ronan- dijo aliviado Hagriid - ¿Cómo estás?-

se acercó y estrechó la mano del centauro.

- Que tengas buenas noches, Hagrid- dijo Ronan. Tenía una voz profunda. - ¿Ibas a dispararme?-.

- Nunca se es demasiado cuidadoso- dijo Hagrid, tocando su ballesta - Hay alguien muy malvado, perdido en este bosque. Ah, éstas son Aria Grindelwald y ella es Hermione Granger. Ambas son alumnas del colegio. Y él es Ronan. Es un centauro.

¿Estás? Se pregunto Aria que forma de presentar es esa.

- Nos hemos dado cuenta- dijo débilmente Hermione y Aria rodó los ojos por lo obvio que fue.

- Buenas noches- las saludó Ronan.
-¿Estudiantes, no? ¿Y aprenden mucho en el colegio?

Aria observó como el centauro la vio fijamente por unos minutos.

Strange LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora