Cap. 3

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Meg

No podía creer lo que mis ojos veían, Amber le seguía rogando a ese idiota, incluso me pidió mi celular para marcarle ya que a ella no le contestaba. Estaba tan molesta que me fui dejándola atrás, me dijo que iría a casa de patán para ayudarle con unas cosas, rodé mis ojos y me fui a casa, al llegar me lleve la sorpresa de que Alex una vez más comería con nosotros,

- Cariño, ¿Cómo te fue hoy en la universidad? - me pregunto mi madre.

- Bien ma, como siempre - respondí mientras le sonreía, noté que Alex se quedó muy serio cuando comenzamos a hablar de la universidad.

Terminamos de comer y yo regrese a la florería ya que era la encargada de atenderla en las tardes, estaba detrás del mostrador pensando en cómo decirle a Alex que no podía regresar con él,

- Ya se durmieron los niños - dijo muy cerca de mi provocando que me sobresaltara un poco.

- Gracias - dije algo nerviosa - Tienes la facilidad de hacer que se duerman -

- Lo sé - dijo el, me abrazo por detrás colocando sus manos sobre mi vientre - Muero de ganas de irnos a vivir juntos ya - hablo en mi oído, yo quite sus manos y me aleje de él.

- Alex respecto a eso - dije mientras lo veía, estaba por hablar cuando le entro una llamada.

- Demonios, linda tengo que contestar - dijo muy serio, salió de la florería y atreves de los cristales lo veía como caminaba de un lado a otro mientras hablaba, se veía estresado y algo molesto, una vez más entro - Meg me tengo que ir, estaré fuera un par de semanas tengo que atender unos asuntos, pero si me necesitas no dudes en marcarme -

- ¿Todo bien? - pregunte, la verdad verlo así me dejo algo intranquila.

- Si amor, asuntos de los nuevos negocios que emprendí - me respondió, me dio un beso en la frente - Cuida de mis hijos, los amo - salió nuevamente y lo vi subir a su lujoso auto, me quede pensando en esos negocios de los que hablo, realmente no sé a qué se dedica.

Le platique a mi madre que Alex tuvo que salir por asuntos de negocios, ella una vez más comento la tristeza que le daba que él y yo ya no estuviéramos juntos ya que para ella él era el hombre perfecto para mí y que además era el padre de mis hijos y la la la, lo de siempre. Era de noche, mis hijos dormían al igual que mi madre y yo aproveche que tenía un poco de insomnio para subir a la azotea de la casa a mi pequeño laboratorio, la verdad me gustaba hacer mis propios perfumes y cremas y la noche era perfecto para hacerlo ya que son tan tranquilas, tenía mi propio jardín para no tomar las flores de mamá.

La mañana llego y tome una ducha antes de irme a la universidad, tome la nueva crema que prepare y la verdad ame el aroma, la frotaba por todo mi cuerpo mientras disfrutaba del aroma, me puse una falda blanca y un top color beige y un saco blanco también, mi cabello era un poco ondulado, casi siempre lo alació, pero esta vez lo deje de su manera natura, me puse un poco de maquillaje y me vi al espejo. Después de terminar mi rutina normal me fui a la universidad, al ver a Tom lo observé detenidamente un par de segundos tratando de entender un poco a Amber, pero fue inútil, repito si es guapo, muy guapo, ok extremadamente guapo, pero no era para tanto, él me sonrió y yo no pensaba a corresponder a su gesto. Se sentó detrás de mí y la clase comenzó, como siempre yo prestaba atención a todo lo que la profesora decía,

- Buenos profesora Miller - dijo el decano desde la puerta - Me permite a la señorita Hofmann y al joven Kaulitz - dijo el, me preocupe un poco al escuchar que nos hablaban.

- Claro - respondió la profesora - Jóvenes adelante - los compañeros comenzaron a silbar y hacer burla, me puse de pie y caminé a la puerta sin ver a Tom.

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