Meg
No podía creer lo que mis ojos veían, Amber le seguía rogando a ese idiota, incluso me pidió mi celular para marcarle ya que a ella no le contestaba. Estaba tan molesta que me fui dejándola atrás, me dijo que iría a casa de patán para ayudarle con unas cosas, rodé mis ojos y me fui a casa, al llegar me lleve la sorpresa de que Alex una vez más comería con nosotros,
- Cariño, ¿Cómo te fue hoy en la universidad? - me pregunto mi madre.
- Bien ma, como siempre - respondí mientras le sonreía, noté que Alex se quedó muy serio cuando comenzamos a hablar de la universidad.
Terminamos de comer y yo regrese a la florería ya que era la encargada de atenderla en las tardes, estaba detrás del mostrador pensando en cómo decirle a Alex que no podía regresar con él,
- Ya se durmieron los niños - dijo muy cerca de mi provocando que me sobresaltara un poco.
- Gracias - dije algo nerviosa - Tienes la facilidad de hacer que se duerman -
- Lo sé - dijo el, me abrazo por detrás colocando sus manos sobre mi vientre - Muero de ganas de irnos a vivir juntos ya - hablo en mi oído, yo quite sus manos y me aleje de él.
- Alex respecto a eso - dije mientras lo veía, estaba por hablar cuando le entro una llamada.
- Demonios, linda tengo que contestar - dijo muy serio, salió de la florería y atreves de los cristales lo veía como caminaba de un lado a otro mientras hablaba, se veía estresado y algo molesto, una vez más entro - Meg me tengo que ir, estaré fuera un par de semanas tengo que atender unos asuntos, pero si me necesitas no dudes en marcarme -
- ¿Todo bien? - pregunte, la verdad verlo así me dejo algo intranquila.
- Si amor, asuntos de los nuevos negocios que emprendí - me respondió, me dio un beso en la frente - Cuida de mis hijos, los amo - salió nuevamente y lo vi subir a su lujoso auto, me quede pensando en esos negocios de los que hablo, realmente no sé a qué se dedica.
Le platique a mi madre que Alex tuvo que salir por asuntos de negocios, ella una vez más comento la tristeza que le daba que él y yo ya no estuviéramos juntos ya que para ella él era el hombre perfecto para mí y que además era el padre de mis hijos y la la la, lo de siempre. Era de noche, mis hijos dormían al igual que mi madre y yo aproveche que tenía un poco de insomnio para subir a la azotea de la casa a mi pequeño laboratorio, la verdad me gustaba hacer mis propios perfumes y cremas y la noche era perfecto para hacerlo ya que son tan tranquilas, tenía mi propio jardín para no tomar las flores de mamá.
La mañana llego y tome una ducha antes de irme a la universidad, tome la nueva crema que prepare y la verdad ame el aroma, la frotaba por todo mi cuerpo mientras disfrutaba del aroma, me puse una falda blanca y un top color beige y un saco blanco también, mi cabello era un poco ondulado, casi siempre lo alació, pero esta vez lo deje de su manera natura, me puse un poco de maquillaje y me vi al espejo. Después de terminar mi rutina normal me fui a la universidad, al ver a Tom lo observé detenidamente un par de segundos tratando de entender un poco a Amber, pero fue inútil, repito si es guapo, muy guapo, ok extremadamente guapo, pero no era para tanto, él me sonrió y yo no pensaba a corresponder a su gesto. Se sentó detrás de mí y la clase comenzó, como siempre yo prestaba atención a todo lo que la profesora decía,
- Buenos profesora Miller - dijo el decano desde la puerta - Me permite a la señorita Hofmann y al joven Kaulitz - dijo el, me preocupe un poco al escuchar que nos hablaban.
- Claro - respondió la profesora - Jóvenes adelante - los compañeros comenzaron a silbar y hacer burla, me puse de pie y caminé a la puerta sin ver a Tom.

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Regresa a mi...
Hayran KurguMeg una joven madre soltera de 19 años con grandes ideas del amor se enamora de Tom Kaulitz un joven mujeriego de 21 años que solo le importa tener sexo con las chicas mas bellas de Alemania, por azares del destino se cruzan en el camino del otro, ¿...