Meg
Estábamos de vacaciones y a escasos días de navidad, el primer semestre de mi carrera fue todo un éxito ya que lo pase con excelencia, a eso súmenle que conseguí un gran amigo, Tom Kaulitz. Admito que me tiene sorprendida, creí que era un patán, egocéntrico, arrogante, mujeriego, bueno eso si un poco, bueno mucho, coquetea con toda chica que le pasa por enfrente y la verdad no dudo que tenga sexo cada fin de semana, pero también es muy divertido, sabe escuchar, sé que se niega a aceptarlo pero es muy inteligente, es muy ocurrente, la verdad con el jamás me aburro y también admito que me siento importante y especial al ver que conmigo no es un amargado malacariento como lo es con el resto del mundo. Quería creer que esa fue la razón por la que Amber se obsesiono con el de ese modo, pero ella no lo conocía realmente, al menos no como yo, estaba en la azotea de mi casa viendo las estrellas, me encantaba hacerlo y conocer sobre los planetas y todo lo que tenga que ver con la astrología, sostenía una taza con chocolate caliente y me sentía en completa paz cuando escuche un ruido, rápidamente me puse de pie y tome una de las macetas que tenía cerca,
- ¿Quién anda hay? - pregunte mientras me preparaba para lanzarla, alcance a ver una silueta y está por atacar.
- Wow, tranquila soy yo - dijo una voz masculina que reconocí de inmediato - No me vallas a lanzar eso, podrías arruinar mi bello rostro tallado por los mismos dioses del olimpo - solté una pequeña risa mientras ponía la maceta de regreso en su lugar ya que vi que se trataba de Tom.
- ¿Se puede saber cómo subiste hasta aquí? - pregunte mientras acomodaba mi chal nuevamente.
- No fue nada fácil créeme - dijo el mientras sacudía su ropa, yo solo lo observaba mientras sonreía - Te vi desde mi ventana y vine hacerte compañía -
- Me agrada la idea - respondí ya que Tom es mi lugar de paz - ¿Quieres chocolate? ¿O prefieres café? - el solo me observo sin decir nada y comencé a reír - Era broma, ya sé que prefieres café, quedo un poco en la cafetera te lo traigo enseguida - di un par de pasos cuando sentí como tomo mi mano y detuvo mi andar.
- De echo solo quiero tu compañía - dijo el, sentí algo extraño a escucharlo decir eso, soltó mi mano y camino a la orilla de la azotea, supongo que fue por donde subió - Traje un par de mantas por que hace bastante frio, así nos podremos acostar y ver las estrellas un rato -
- Realmente a veces pienso que eres el chico perfecto - dije, él sonrió de una manera que nunca antes lo había visto hacerlo.
- Me alegra que te estes dando cuenta de eso - respondió, reí bajamente y el hizo lo mismo.
Acomodamos las mantas y él se quitó la enorme chaqueta café para usarla de almohada ya que abarcaba para ambos, aunque teníamos que estar muy cerca uno del otro, pero la verdad no me molestaba. Estuvimos platicando buen rato mientras le contaba los datos que yo conocía sobre las estrellas y planetas, sin darme cuenta ya no tenía mi cabeza recostada sobre la chaqueta de Tom, ya era su brazo el que usaba de almohada y él tenía su cabeza casi recargada en la mía,
- ¿Cuál es tu planeta favorito del sistema solar? Creo saberlo, pero me gustaría confirmarlo - dijo Tom, estaba tan pegada a el que sentía los latidos de su corazón, levante la mirada un poco para ver su rostro y el veía fijamente el cielo.
- ¿Cuál crees tú que es mi planeta favorito? - pregunte sin dejar de verlo, el desvió su mirada para verme a mí, al hacerlo me sonrió de la manera más tierna.
- Saturno - respondió, no pude evitar una enorme sonrisa en mi rostro ya que tenía razón - Se que te encantan sus anillos, has hablado de ellos varias veces, también te encanta la leyenda que dice que Saturno es el hijo de la tierra y del cielo y como lo relacionan con Cronos - apoye mi brazo en el piso y me enderece un poco.

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Regresa a mi...
FanfictionMeg una joven madre soltera de 19 años con grandes ideas del amor se enamora de Tom Kaulitz un joven mujeriego de 21 años que solo le importa tener sexo con las chicas mas bellas de Alemania, por azares del destino se cruzan en el camino del otro, ¿...