Prólogo

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Hace mucho tiempo, cuando el mundo apenas comenzaba existió un mal que intento apoderarse del mundo

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Hace mucho tiempo, cuando el mundo apenas comenzaba existió un mal que intento apoderarse del mundo.

Los diferentes pueblos y naciones de aquel nuevo mundo se unieron y crearon así dos espadas, forjadas por el mejor metal de la tierra, moldeadas con fuego de dragón y magia lo que se decía, las hacía indestructibles.

Cientos de hombres y mujeres del mundo intentaron empuñarlas para liderar a las diversas tropas a la batalla y a su vez, a la gloria pero esto no fue posible, la magia que tenían dichas espadas les creo un criterio propio lo que provocó que solo una persona de noble corazón pudiera ser elegida.

Se busco a la persona por todos los lugares con desesperación, hasta que de pronto, un simple viajero pudo empuñar las espadas y así, liderar el viaje a la batalla.

El hombre representaba todo lo que nadie creería, su cuerpo no poseía magia, y no tenía un lugar en específico al cual pertenecer, así que muchos ignoraron la profecía que las mismas espadas habían creado dejando solo al hombre.

All Might, con firmeza pudo combatir por su propia cuenta, pero su cuerpo comenzó a sentir debilidad poco a poco.

Pronto, en plena batalla un hombre se acercó hasta el elegido y lo apoyo aún cuando sus principios hubieran sido lo contrario. Las espadas vieron en él un posible portador, y pronto una de ellas fue entregada abriendo paso así a Eraser Head.

Ambos hombres pelearon hombro a hombro, apoyándose mutuamente y ganando la batalla dando finalizada los tiempos de hambruna, miedo y sobre todo, oscuridad.

Las espadas se rompieron durante la pelea, pero la mayoria de los fragmentos se pudieron conservar ante la espera de una posible salvación de la magia.

All Might murió en batalla después de ganar, Eraser Head quedó herido de gravedad y murió pocos días después, las espadas nunca pudieron ser reconstruidas y una nueva profecía comenzó.

"Solo aquel de noble corazón podrá unir los fragmentos de las espadas y liderar a los pueblos en la batalla".

Actualidad:

Los cantos de la mujer estaban por todo el lugar, sus ojos estaban en blanco ante la posible búsqueda de restaurar las espadas con su magia.

Ella flotaba a unos metros de los grandes pedestales de piedra donde se conversaban flotantes los fragmentos, pero su magia pronto se agotó y ella cayó de pie al suelo con sus ojos de color castaño nuevamente.

Miro atenta el lugar e hizo una mueca de molestia, no podía encontrar algo que le dijera qué pasaba. Las espadas se resistían a dar alguna señal de su posible uso o por lo menos, de una restauración.

Tomó su baculo y salió del salón con notable decepción, camino por los diversos pasillos del castillo hasta llegar a una puerta de color madera rojiza, haciendo una reverencia ante los dos caballeros de aquel lugar.

—Me presento ante el príncipe Todoroki— informó la maga con una sonrisa.

El caballero de anteojos asintió y abrió la puerta dejando a la vista al príncipe, sentado sobre un gran escritorio con cientos de papeles regados.

—Príncipe Todoroki— informó la chica con una reverencia, adentrándose en el lugar.

El mencionado levantó la vista hacia el frente, topandose con la maga a quien sonrío.

—¿A qué se debe tu visita, Ochako?— el chico volvió a dirigir su vista hacia los papeles, con una pluma roja entre sus dedos.

—Nuestra hipótesis fue erronea— informó la chica, Shoto la observo de nuevo con una mueca —He intentado por tres días evadir el hechizo de las espadas, pero fue en vano— la chica bajo su vista apenada ante su falla.

—Supongo que no queda de otra, he revisado cada uno de los libros donde se habla de su creación pero no he encontrado nada— Shoto se levantó de su asiento y camino hasta la castaña, posando una de sus manos en los hombros.

—Lamento fallar, mi señor— murmuró la chica sin levantar aún su vista.

—Sí no nos damos prisa, la guerra comenzará y pronto nos será imposible seguir evadiendo este tema— el príncipe poso sus dedos sobre su mentón y miro a su alrededor —Guíame a ellas, tal vez podamos entender qué es lo que quieren si intento conectarme a ellas.

La chica asintió y salió de la sala, siendo seguida por el príncipe y este a su vez, por ambos caballeros.

Una vez los cuatro estuvieron en el salón donde estaban los fragmentos de las espadas, Shoto tocó el campo de fuerza que las protegía, luego tomo la mano de la hechicera y el ritual comenzó con los murmullos de la castaña.

Los ojos de ambos se colocaron blancos, los caballeros se colocaron alertas por sí algún caos era hecho. Pronto ambos comenzaron a flotar en el lugar y después de algunos segundos cayeron de pie en el suelo, agotados por intentar persuadir a las espadas.

—Creo que fue en vano— hablo el príncipe con frustración.

El heterocromatico comenzó a caminar en dirección a la salida, rendido por no saber que hacer, pero pronto las espadas comenzaron a brillar y el salón comenzó a temblar alertando a todos.

Los cuatro presentes miraron las espadas, pero estas dejaron de brillar y poco a poco el lugar se volvió a estabilizar.

—Creo que sienten la presencia de alguien— informó Uraraka acercándose a las espadas.

—Que comience la búsqueda del portador— informó Todoroki a sus caballeros, quienes asintieron y salieron del salón movilizando a los demás soldados en el castillo.

—Que comience la búsqueda del portador— informó Todoroki a sus caballeros, quienes asintieron y salieron del salón movilizando a los demás soldados en el castillo

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Light Swords: En Busca De La Profecía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora