I. El brillo en las espadas

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El sudor cubría su cuerpo, y sus párpados tenían movimientos erráticos que demostraba su mal sueño

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El sudor cubría su cuerpo, y sus párpados tenían movimientos erráticos que demostraba su mal sueño.

Su pecho subía y bajaba de manera desenfrenada, y sus movimientos se volvieron cada vez más bruscos.

Un grito salió de su boca, y con un brinco se sentó en la cama tallando su rostro con frustración.

Había pasado una vez más, desde que tenía catorce sus pesadillas habían aumentado y cada vez se hacían más y más reales, como si fueran un presagio de su propia muerte o de las personas que estaban a su alrededor.

Nisiquiera superaba aún la muerte de su padre, aquel buen hombre que trabajaba en la biblioteca del pueblo junto a su madre, una noche antes de la tragedia él lo soñó, lo supo y con temor imploro que ese día no fuera a trabajar, su padre se negó y al anochecer su padre intervino en un robo a una mujer y murió con un disparo directo al corazón.

Izuku no hablaba más sobre ello, y su madre menos, ambos habían decidido ignorar sus pesadillas para simplemente dedicarse a la biblioteca, ese día no sería la excepción.

Se levanto de la cama aún con mucho pesar, seguía intentando regular su respiración y el sudor aún cubría su cuerpo. Se dispuso a ir directo al baño, donde se aseo y coloco sus ropas para poder ir a trabajar junto a su madre.

Las caderas de aquella mujer se contoneaban a cada paso que daba, su armadura era brillante y reluciente, y detrás de ella sus tropas viajaban con firmeza

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Las caderas de aquella mujer se contoneaban a cada paso que daba, su armadura era brillante y reluciente, y detrás de ella sus tropas viajaban con firmeza.

El casco con forma de dragón fue retirado de su rostro, dejando a la vista este. Pronto la chica hizo una señal con su mano, y sus tropas dejaron la caza que ella había liderado frente a los jefes de la tribu.

Masaru sonío al igual que Mitsuki, esta última le dio una mirada aprobatoria a su hijo, quien estaba sentado a su lado con un rostro lleno de molestia y notable aburrimiento.

-¡Hemos traído una caza exitosa!- explico la pelinegra de notables curvas mientras se inclinaba y posaba sobre su rodilla izquierda -Kirishima y yo hemos tenido éxito esta vez, los venados y jabalíes alimentarán a la tribu por al menos una semana- informó con una gran sonrisa, el mencionado apareció y dejo frente a los jefes uno de los jabalíes.

Light Swords: En Busca De La Profecía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora