𝐇𝐢𝐭𝐬 𝐃𝐢𝐟𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭 | 𝐒𝐡𝐞𝐫𝐥𝐨𝐜𝐤 𝐇𝐨𝐥𝐦𝐞𝐬 [ᵉⁿᵒˡᵃ ʰᵒˡᵐᵉˢ]

𝓿. someone's help

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chapter 5

❝ Someone's Help ❞

Ferndell hall nunca había estado inundada en el silencio sepulcral, hasta ese mismo día. Lidia recordaba las cálidas carcajadas que compartía con las Holmes durante las noches de chicas, mientras cada una se sentaba en el sofá a leer un libro para después conversar sobre este.

Mycroft había ido a cada estación del tren durante la luz del día para preguntar por el avistamiento de una niña con las mismas características de Enola. El mayor maldiciendo a los cuatro vientos cada que recibía una respuesta negativa, estaba frustrado y no quería romper su orgullo al pedirle ayuda a su hermano pequeño, pues él quería resolver ese caso por su cuenta.

Mientras tanto, Sherlock se había encerrado en la habitación de su madre intentando encontrar la siguiente parte de su investigación. Se encontraba agobiado, acostumbrado a no relacionar sus sentimientos con sus casos. Las palabras de Lidia resonaban en su cabeza una y otra vez, y no solo sentía la necesidad de encontrar a Enola por él, sino también por Lidia.

Lidia, había pasado la tarde en la habitación de Enola, esperando encontrar alguna otra pista que pudiera decirle a dónde de había ido, o con quién. Ella sabía que Sherlock había comenzado una pequeña búsqueda, también quería ayudarle, pero se negaba rotundamente a pedirle ayuda.

Enola no había sido tan cuidadosa como la Sra. Holmes, su rastro estaba fresco, solo tenía que prestar atención a los detalles.

La noche había caído en la residencia Holmes, oscureciendo las habitaciones ligeramente a excepción de las esquinas, que eran iluminadas por las velas. Los cuatro adultos que vivían en la casa ya estaban en sus propias habitaciones con sentimientos mezclados; angustia, preocupación, enojo, desesperación. Todos pensando en los posibles lugares a los que pudo ir la joven.

La joven de cabello oscuro se encontraba escondida bajo las sábanas después de un largo día de preocupaciones. Su respiración estaba algo calmada, todo lo contrario a lo que en realidad sentía por dentro.

Pero unos toques apresurados y nada gentiles interrumpieron sus preciadas horas de sueño reparador. Sus ojos se abrieron de golpe, poniéndose de pie torpemente para colocarse su bata y  abrir la puerta con cara de pocos amigos.

No pudo evitar abrir ligeramente los labios al encontrarse con un exhausto Sherlock, quien tenia un par de bolsas oscuras debajo de sus ojos azules. Él no estaba en pijama, sino en su típico traje de día. Aunque pudo decir que había estado trabajando antes de acudir a su puerta, ya que usaba el chaleco de su traje, pero no llevaba puesto su saco, y las mangas de su camisa estaban arremangadas hasta sus codos. Una imagen digna de admirar, no tenía caso negarlo.

—¿Sherlock?— la somnolienta voz de Lidia lo despertó de sus pensamientos. Se miraron cortamente ambos a mitad de pasillo, antes de que el detective entrara a su habitación, haciéndola a un lado en el proceso—. Wow, si claro, adelante.

El castaño comenzó a pasearse por la habitación notando la cama deshecha de la joven y maldiciéndose mentalmente por haberla despertado. Debió imaginarlo.

Lidia lo miró desde la entrada después de cerrar la puerta, viendo como daba vueltas en su lugar descontento y pasando las manos por su cabello.
—¿Estás bien? ¿Necesitas algo?— esperó pacientemente por una respuesta.

—No, nada esta bien— soltó de golpe sorprendiendo a la ojiazul. —No puedo pensar y necesito pensar ¿Por qué no puedo pensar?— soltó rápidamente, sin dejar de despeinarse.

Lidia dió un par de pasos hacia él tentada a abrazarlo, pero se limitó a mirarlo desde una distancia prudente.
—Oye, tranquilo. Tú hermana desapareció es normal.

Sherlock dejó de hacer lo que hacía para mirarla, fastidiado. —No, para mí no lo es. Estoy bloqueado, Lidia. No sé que hacer— ella alzó sus cejas, sin poder creerlo.

—¿De qué hablas?

—Enola. No puedo seguirle el rastro, y eso me frustra— suspiró—. Pensé que podía enfocarme solo en mi madre, e ignorarla a ella, pero estos últimos días estuvimos hablando y...

Lidia entendió todo en ese momento, claramente estaba preocupado por su hermana, y lo aterraba. —Ya veo. Estas siendo emocional, comprensible pero innecesario — Sherlock recordó sus palabras.

—He visto la relación que tienen, son cercanas y siento que yo no la conozco para nada— dió pasos rápidos hacía ella, quedando frente a frente—. Es mi hermana y estoy angustiado, porque siento que no puedo hacer nada para encontrarla.

Lidia entendió lo que intentaba decirle, fue fácil de deducir por el tono de su voz, y porque ¿qué razón tendría Sherlock para ir a su habitación a mitad de la noche? Sabía que no era solo para expresar su preocupación, había algo más.

—Pero tú... eres una chica, y has estado con ella todo este tiempo, y... —guardó silencio cuando Lidia sonrió a medias, atrayendo su atención a sus labios. Las palabras para pedir su ayuda se esfumaron de su cabeza.

—Y necesitas ayuda de alguien— ella sonrió con seguridad, asintiendo. Sherlock se sintió vulnerable en ese momento, ya que todo estaba en las manos de la chica frente a él. —De alguien buena e inteligente que sepa como trabajas y quiera encontrar a Enola tanto como tú— se describió a si misma con burla, y cruzó sus brazos sobre su pecho.

Sherlock cerró sus ojos antes de asentir. —Si... — estaba seguro que ella era la indicada para el trabajo, recordó la destreza que había mostrado a la hora de seguir una pista.

Ella se encogió de hombros, sin darle la pelea que esperaba. —Bueno.

Sherlock abrió sus ojos de golpe, mirándola con incredulidad. —¿Eso es todo? ¿No me vas a pedir que te ruegue o algo?— dijo haciéndola reír.

Se sintió extremadamente halagada y afortunada de tener la oportunidad de trabajar con un gran detective. A pesar de todo lo que había pasado entre ambos, estaba dispuesta a ignorar todo para encontrar a Enola.

—Aunque me agrade la idea, no me aprovecharé de tu debilidad. Para eso estamos los amigos, después de todo— él carraspeó poniendo distancia entre los dos—. Además, eres él Sherlock Holmes, ¿quien no querría trabajar contigo?