Capítulo 8: "So, its a deal then?"

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Una silueta se ve del otro lado de la puerta, al materializarse, se revela a Alastor traspasando la entrada con una sonrisa en su rostro*

Oh, que interesante visita —Valentino se aparta de Angel y se acerca a Alastor con una sonrisa— ¿Qué hace alguien como tú en un lugar como este?.

Bueno, ¡Estoy en un nuevo proyecto personal por mi propio entretenimiento!, y parece que eh encontrado al elemento perfecto —Una sonrisa siniestra se dibuja en su rostro mientras señala a Angel con su bastón—

Valentino gira su vista hacia Angel y la devuelve a Alastor, con una expresión de curiosidad en su rostro.

Esa perra es parte de mi colección personal, no es parte de la venta —Responde Valentino—

—Alastor lo observa sonriendo siniestramente— Muy bien, hagamos un trato.

Vamos, ¿Qué podrías ofrecerme a cambio de él que de verdad aceptaría? —Sonríe con confianza—

Oh quizá algo como... tu vida —Su sonrisa se ensancha—

Alastor chasquea los dedos, distorsionando siniestrame el entorno mientras retiene a Valentino en sombras oscuras que estiran sus extremidades.

Entonces, ¿Tenemos un trato? —Sonríe mientras lo ve agonizar—

¡Bien!, ¡Maldita sea! — Suelta quejidos de dolor—

De acuerdo —Chasquea nuevamente los dedos regresando la escena a la normalidad—

El Demonio de la Radio se acerca a Angel ofreciendo su mano para levantarlo, el Albino asiente a su gesto y toma su mano para ponerse de pie.

Valentino se queda furioso y adolorido mientras los ve teletransportarse y desaparecer al instante.
Ambos aparecen en la sala del hotel mientras se ven mutuamente.
Bueno, de nada —Alastor empieza a caminar—

¡Espera!, No lo entiendo... —Camina para seguirlo—

—Alastor deja de caminar y se gira para darle la cara— ¿Qué no entiendes exactamente?.

¿Por qué lo hiciste?,  Digo, lo agradezco mucho pero, ¿Qué motivo tenías? —Angel lo ve con confusión—

—Manteniendo una sonrisa misteriosa le responde luego de unos segundos— Me temo que no es algo que pueda revelar por ahora, pronto lo sabrás, a su momento.

Alastor se gira nuevamente desapareciendo a cada paso, dejando a Angel con una mirada confusa mientras se sienta en el sillón.
La Araña blanca trata de asimilar lo que acababa de pasar cuando se percató pronto, era libre por fin, libre de cada maltrato y cada día de mierda en las manos de ese infeliz.
Las lágrimas rodaban sus ojos acompañados de una respiración sorpresiva.

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