Solo un suave susurro se escuchaba en la matriz de comunicación espiritual, era más como una súplica agonizante que nadie podría haber imaginado que se estaba suscitando.
— Llama y devuélveme todo lo que un día fui... Esta locura de verte, se vuelve obsesión... Cuando me invaden estos días tristes... Siempre recuerdo mi vida, yo cómo te amo...
Jun Wu presionó su frente con fuerza, nuevamente era esa persona que lo tenía enloquecido, si bien él mismo había decidido ya no contactar más a Hua Cheng, la realidad es que también se sentía ansioso por saber del fantasma.
— Xueyu Tanhua... No puedes seguir así.
El jadeo que lo llenó todo paralizó al dios marcial, era uno de esos sonidos placenteros que solo él conocía y su entrepierna reaccionó al instante, por lo que intentó distraer su mente con la suave sonrisa de Xie Lian, sin obtener resultado alguno.
Los gemidos continuaron, haciendo que la imaginación del dirigente de los cielos se pusiera en marcha, la imagen de un Supremo carmesí a medio vestir se hizo presente, mientras se tocaba lentamente para él. Jun Wu conocía perfectamente la sensualidad del Rey Fantasma, pues en uno de sus encuentros habían jugado justamente a masturbarse delante del otro hasta que alguno se quebrara y perdiera la cordura y tenía que aceptar que él había sido el que terminó sobre su amante llenándolo por completo con embestidas enloquecidas mientras sus dedos se enlazaban con fuerza.
— Jun... Wu...
La voz ronca del azabache solo llenaba de necesidad al otro, que no pudo detenerse y llevó su mano libre hacia su propia erección para autocomplacerse. ¿Acaso no podían cortar esa atracción que estaban sintiendo? Solo era algo físico, siempre terminaban en la cama, pero...
— Su Excelencia, ¿usted cree que si hubiera hecho diferentes las cosas... Wuyong se lo hubiera agradecido?
El recuerdo de tener a Hua Cheng entre sus brazos mientras platicaban sobre sus pasados se impregnó en el alma del Emperador, recordando su respuesta besando uno de los hombros pálidos del fantasma.
— Creo que no, nadie lo hubiera hecho, cualquiera que fuera mi decisión hubiera estado mal para ellos. Aunque hubiera agradecido tener un creyente devoto...
Las manos del Supremo acariciaron los brazos que lo rodeaban hasta tomar una de las manos de Jun Wu para llevarla a sus labios y besar cada dedo en ella.
— Yo con gusto seré tu fiel creyente...
Los ojos obsidiana se llenaron con la calidez de las lágrimas que se habían negado a salir por siglos, tanto en ese momento como ahora, ahí se encontraban, obligándolo a acelerar el ritmo de su mano sobre su erección cada vez más prominente mientras escuchaba a Hua Cheng haciendo lo mismo.
— No lo es...
Parecía que ambos habían sincronizado de alguna manera sus maniobras, jadeando en una melodía afinada por el placer, agudizando sus sentidos para disfrutar de lo que su amante regalaba a sus necesitados deseos.
— ¿Qué... Cosa... Shenwu Dadi...?
Jun Wu mordió su labio inferior intentando no hacer tanto ruido para torturar a su compañero de cama, le encantaba ver esos pucheros ansiosos de su parte, amaba tanto su lado infantil.
— Nada...
No, no era solo físico, el dios marcial se descubrió a sí mismo reír muchas veces por las travesuras de Hua Cheng, le gustaba imaginar cómo lo recibiría en su siguiente encuentro, le fascinaba pensar qué historia le compartiría mientras comían y necesitaba cada vez más esas manos entre su cabello para dormir.
De nuevo esa punzada en su pecho, Jun Wu aceleró la forma en que tocaba su pene latente, no podía soportarlo, se estaba negando algo que parecía indomable, mientras que Xueyu Tanhua le regalaba su orgasmo pronunciando su nombre real, aquel que le había confesado en el momento que había hablado sobre su pasado.
Fue lo único que necesitó el dirigente de los cielos para dejarse llevar por la presión en su abdomen y el semen se derramó entre sus dedos y las telas finas que portaba. ¿Acaso no eran enemigos? ¿No habían ansiado siempre lo mismo?
— Ya no soporto...
— Hua... No... Hong-er... ¿Qué es esta locura?
Jun Wu también había usado el “nombre" que tenía el fantasma en vida, algo que lo hizo llorar y el dios marcial lo notó, sintiendo su alma quebrarse, no sabía si había herido a esa persona que lo había hecho tan feliz, hasta que escuchó de nuevo su voz como una caricia.
— En los tres reinos, se llama amor...
La sonrisa de Jun Wu se dibujó se manera tan sincera que él mismo se recordó que ya no era el príncipe de Wuyong, sin embargo se sintió con la misma paz de hace más de dos mil años.
— Interesante concepto, ¿puede hablarme más sobre eso en mis aposentos, Xueyu Tanhua?
Hua Cheng se quedó en silencio por largos segundos, algo que puso nervioso a quien esperaba su respuesta, pero el bálsamo llegó pronto con una voz traviesa.
— Prepárese para una oratoria impresionante sobre eso y luego a estar dentro de mí.
— Hua Cheng...
— ¿Mhm?
— Yo también te amo...
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Escritos cortos TGCF
ФанфикRecopilación de textos que comparto por Facebook o WhatsApp inspirados en su mayoría por imágenes que encuentro en redes sociales y/o que mis amigas artistas realizan ♡ Se puede encontrar todo tipo de escritos, también hay que recordar que soy más d...