[6:15 am]
Camine por los callejones buscando la ruta que me indicaron para llegar al encuentro con Shigaraki.
Estuve al rededor de 15 minutos buscándolo cuando finalmente lo encontré. Él estaba sentado junto a un basurero comunitario mirando su celular.
Me acerque a él.—Buenos Días, perdón, me perdí.
—No importa. —Shigaraki me miro y después extendió sus brazos entregandome los documentos.
Sonreí. — Muchas gracias , esto es de mucha ayuda para Katsuki.
— Katsuki...—Susurró.
—¿ Disculpa .?
— No , nada , solo que -
Fue interrumpido por el sonido de un arma disparandose. En cuestión de segundos la bala que contenía el arma perforó la ropa de Davi al igual que su piel. Davi se encontraba a unos metros de nosotros , vigilando.
Mi sonrisa se desvanecio con solo escuchar el sonido e instintivamente me escondi tras en basurero sacando mi arma. Hace tiempo no la utilizaba .
Davi estaba en el suelo , su brazo sano sostenía al herido mientras su rostro hera una mueca de dolor. Mire que el atacante se disponía a recargar su arma y aproveche esa brecha de tiempo para dispararle mientras Shigaraki arrastraba a Davi a otro callejon seguro.
Yo fui con ellos mientras el atacante volvía a disparar desde las alturas . No podía ver su rostro , estaba cubierto de un traje negro.
—Deben irse .—Susurre a Shigaraki mirando el estado de Davi , se estaba desangrando , la bala fue más profundo de lo que debería.
Hize un torniquete rápido en su brazo con su cinturón. —Vete. —Repetí nuevamente.
— No.
— No discutas , vete , no tienes arma. — Ordené algo alterada.
Shigaraki me miro por unos segundos y después cargo a Davi mientras se hiba .
— Quiero volver a verte.— Dijo antes de marcharse .
Yo mantuve mi posición ante el atacante quien dejo de disparar y se alejo. Me hize la fuerte pero la bala en mi pierna dolia como el infierno.
Me arrodille rompiendo mi blusa , colocando un torniquete en mi pierna para no desangrarme mucho.
— Ah , mierda .—Tome mi celular llame a Katsuki.
El contesto de inmediato.
— ¿Hola?¿___?.
— Me dispararon .—Dije rápidamente.
— ¿¡DONDE CARAJOS ESTAS!?—Grito desde el otro lado del celular.
Le envie mi ubicación y el corto la llamada.
En cuestión de minutos Katsuki estaba ahí , buscándome. Cuando por fin me miro se acercó corriendo, parecía estar en pánico.