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Christopher Bahng, nacido en Australia, dominaba mucho más el inglés que el coreano.

Tenía el inglés como una asignatura convalidada en el instituto, ya que era su lengua madre y no tenía sentido perder tiempo aprendiendo algo que ya sabía. Así que pasaba las horas de inglés estudiando coreano.

Era jueves, Kim Seungmin no fue al instituto por dos días, y eso a Christopher le preocupaba. Estaba de camino a casa de su mejor amigo, le gustaba ayudarle con el idioma de vez en cuando. Ese mismo viernes, sus compañeros tendrían examen, y una pequeña ayuda no le iría para nada mal.

Después de hacer sonar el timbre, Changbin abrió la puerta. Iba vestido con un pijama de cerdos y tenía la boca llena de comida.

— Son las cinco de la tarde, ¿Qué haces con esas pintas?

El castaño siguió masticando hasta tragarse todo lo que tenía en la boca, para así poder hablar.

— Mierda, no me acordaba de que habíamos quedado en que vendrías para ayudarme con el examen — Dijo Changbin bostezando.

— Bueno, ¿me dejas pasar?

Antes de que Christopher pudiera dar un paso más, el contrario se lo impidió, empujando a su amigo hacia afuera con la mano.

— Ni hablar. Seungmin está en casa, no sé si le va a molestar que estés tú aquí.

— ¿Sabes lo que son las preguntas? — Dijo el mayor de forma irónica.

Changbin puso los ojos en blanco y le cerró la puerta en las cara, encaminándose hacia dentro para hacer lo que Christopher tanto deseaba.

— Oye Seung... ¿Te parece bien que Christopher esté aquí, con nosotros?

Seungmin, despeinado, vestido con un pijama de pingüinos y tirado en el suelo comiendo patatas fritas, casi se atraganta al escucharlo.

— ¿Está aquí? — Preguntó en voz baja, casi susurrando.

— Claro.

— ¿Y está allí fuera pasando frío? Déjale entrar, estamos a menos dos grados. — La voz de Seungmin era temblorosa, pero firme. No amaba compartir espacio con gente como él, pero tampoco veía lógico dejar que se convirtiera en un cubito de hielo en medio de la calle.

— ¿De verdad que no te importa?

— Que entre.

Seungmin, al ver como Christopher se acercaba a él, no pudo evitar sonrojarse. El tenerlo cerca era un gran problema, y más cuando los nervios se apoderaban de él en situaciones como esa.

— ¿Estáis con inglés? — Preguntó el mayor, sentándose al lado de Seungmin, el cual se apartó un poco y agarró sus apuntes del suelo para colocarlos sobre su regazo.

— Oh, si. Seungmin, no te lo dije. Christopher viene de Australia, por lo que tiene la asignatura convalidada. Puede ayudarte a ti también, aunque se te da genial.

El rubio asintió y se concentró en escribir algo en su libreta de apuntes.

El pelinegro intentaba no mirar mucho a Seungmin, cosa que parecía imposible. Ese pijama de pingüinos y aquel clip para el pelo que despejaba su frente lo estaban volviendo loco.

— Esta la tienes mal. — Indicó el menor, apuntando con el dedo el papel de ejercicios que sostenía su primo en la mano.

— ¿Qué? Chris me ha dicho que estaba bien.

El pelinegro alzó las cejas y releyó la frase una y otra vez. Seungmin tenía razón, estaba mal. Simplemente la confundió con otro ejercicio y pensó que estaba bien.

Beluga// ChanMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora