05. Silenciador

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Five┊Muffler

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Tres dias. Tres dias de viaje a pie por la carretera en silencios prolongados con Sullivan. 

Hay aglomeraciones de coches destrozados, aglomeraciones de atascos. De lejos brillan como gemas. Y, de repente, el grupo termina. La carretera permanece vacía durante varios kilómetros. Solos, el asfalto, los árboles, Sullivan y yo. 

Estos tramos vacíos son los peores. Los coches sirven de protección y de refugio. Dormimos en ellos durante las noches, ningun auto cerrado con llave hasta ahora, aunque no creo se le llame dormir a eso. Aire rancio y sofocante; no se pueden bajar las ventanillas, y dejar la puerta abierta queda descartado. 

Dormimos por turnos, confiando ciegamente en la otra. No se exactamente porque lo hacemos, porque seguimos cuidandonos de esta forma. Ellos son seres superiores a nosotros, y nosotras solo somos dos niñas buscando a un hermanito. Eso es lo que mueve a Sullivan, lo que la mantiene en pie. Su hermano.

¿Yo? No tengo a nadie por quién moverme, a quien buscar. Ben debe estar muerto. Mi papá muerto. Mi mamá muerta antes que de siquiera yo cumpliera los nueve. ¿Mi mejor amiga? La primera ola se la llevó. ¿Porque me sigo moviendo? Esos pensamientos llegan a mi  durante la noche, y todos se contestan con el mismo nombre.

Casiopea Sullivan.

Por ella sigo aquí, si no fuera por ella me habría rendido hace mucho. 

Su propósito de encontrar a su hermano se volvió mío. Si ella puede encontrar a su hermano e intentar ser feliz con el, en este mundo tan retorcido, yo podré estar feliz por eso. 

Llega el alba. Esperamos a que se disipe la niebla de la mañana, bebemos un poco de agua, compruebamos armas, hacemos inventario de suministros y volvemos a la carretera. No nos detenemos en las tiendas, tenemos suficiente agua por ahora. Ni de broma pensamos en acercarnos en la cuidad está que sea estrictamente necesario.

Observó a mi alrededor. Una gruesa columna de humo sube perezosamente hacia el cielo sin nubes.

Cincinnati arde.

Cassie y yo compartimos una mirada. 

Tras la tercera ola, lo que más abunda en las ciudades, después de los cadáveres, son los incendios. Por muchas razones, lo incendios inician pero ya no hay nadie para apagarlos. 

—Esto no me da buena pinta, Cassie. —Le dije mientras me ató un pañuelo alrededor de la boca y nariz pues el hedor de Cincinnati me provoca arcadas. Sullivan imita mi accion. 

Ella asiente con la cabeza y ambas empuñamos las armas, acelerando el paso. 

Entonces, en algún punto entre la salida 17 y la 18, encontramos los cadáveres.

*・῾ ᵎ⌇ ⁺◦ 🛸 ✧.*

Hay tres. Están repartidos por la mediana.

 El primero es un hombre mayor, unos cuarenta y pico. Está bocabajo, con los brazos extendidos. Le dispararon por detrás, en la cabeza.

El segundo, a unos cuatro metros del primero, es una joven, vestida con pantalones de pijama de hombre y camiseta de Victoria’s Secret. Lleva el pelo corto y un mechón morado. Esmalte de uñas negro muy descascarillado. Y un agujero de bala en la nuca.

Otros tantos metros por delante está el tercero. Un niño de once o doce años. Zapatillas de baloncesto blancas recién compradas. Sudadera negra. Cuesta saber cómo era su cara.

Mi corazón se oprime e intento que mi las lágrimas no amenazen con salir de mi ojos. Vuelvo mi atención al segundo cadáver y me acerco a ella. Me he arrodillado y estoy a punto de tocar su cuello cuando Cassie me interrumpe: 

—Si sabes que ya es tarde para los primeros auxilios, ¿verdad? 

Pongo lo ojos en blanco y tocó el cuello de la mujer. Al sentir su piel cálida, pego un respingo. Piel cálida. 

—Cassie, ella sigue caliente. —Mi corazón se acelera como nunca y miro a mi alrededor. 

Ella palideció al escucharme, corrió de vuelta con el primer hombre y se arrodillo junto a el. Le toca la palma de la mano. La mirada que me da de puro terror me confirma que la muerte del hombre también es reciente. 

<<No, no, no>>.

Miro a todos lados, el auto más cercano está a unos treinta metros. Cassie mira fijamente hacia el frente. Miro en su dirección. 

Una mota gris mate sobre el fondo de un azul otoñal reluciente.

Inmóvil.

Un Teledirigido. 

Se levanta y yo copio su acción. En ese momento, si Cassie no se hubiera puesto de pie, tendría un agujero como el del señor. 

No he oído el disparo, solo el viento frío soplando entre la hierba y mi respiración bajo el trapo que me cubre la cara. Eso era todo lo que había antes de que la bala diera en su pierna. 

«Silenciador». 

Corro hacia Cassie para sostenerla. Ella se lanza por su fusil,  (ha soltado el M16 al recibir el balazo), 

y el suelo estalla, de modo que nos llueven encima fragmentos de tierra y gravilla, y briznas de hierba.

Tomo a Cassie y la ayudo a correr hacia el auto, dejando atrás su M16. Yo estaba ilesa antes de llegar al coche, una bala me da en mi brazo derecho, logrando que me tire al piso. En vez de intentar ponerme de pie, me arrastró de bajo del auto. 

Mi respiración se acelera y siento los latidos de mi corazón en los oídos. Todo se vuelve lento y en silencio antes de que vuelva a notar la presencia de Cassie junto a mi, ahora debajo del coche. 

Las lágrimas empiezan a salir. Maldita sea. No podía acabar así, no  puedo acabar así. 

Acorraladas.

Abajo del auto apenas nos podemos mover. Los minutos se alargan. Me quedo tumbada de espaldas mientras Cassie se desangra a mi lado.

—¿Dónde se ha metido? ¿Por qué tarda tanto? —Ella apenas puede hablar. 

—Está usando un fusil de francotirador con mucha potencia. Seguro. Eso quiere decir que puedo habernos disparado desde un kilómetro de distancia. —Le dije quitandome el trapo de la boca y usando para evitar que mi brazo se desangre. 

Duele como el infierno pero la bala solo me ha rosado. 

—Entonces podemos pensar en algo —comenta ella con la respiración agitada. — A no ser que se tire al suelo, no podrá llegar hasta aqui. Y cuando asome la cabeza, cuando meta la mano…

—No —le cortó. —Es demasiado listo para eso. Supondrá que estamos armadas así que no lo hará

«No vendrá>> pienso <<No vendrá porque no necesita hacerlo, estamos muertas de cualquier forma>>. 

Sobreviviendo. ˗ˏˋLA QUINTA OLAˎˊ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora