ⅩⅪ. FRUSTRACIÓN INDEMNIZADA

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Pov Jennie [💋]

Hacía mucho calor en el avión, me levanté para decirle a alguien de la tripulación que algo iba mal con el aire acondicionado, pero estaba sola, no había ningún otro pasajero. En la última hilera de asientos logré divisar a una persona, me acerqué de inmediato para preguntarle qué pasaba. A unos metros me detuve asustada.

Era Lisa.

Me llevé las manos al pecho, mi corazón parecía querer salir de mí y saltar a sus brazos. Estaba leyendo una revista, sus hermosos ojos recorrían las páginas mientras yo seguía clavada al suelo.

—Lisa —la llamé muy despacio. Me miró, de inmediato hizo a un lado su revista y se levantó. Caminó hacia mí, hasta estar muy cerca, sus manos recorrieron mis mejillas.

La había extrañado muchísimo, una lágrima resbaló por mi mejilla y antes que cayera ella la detuvo con la yema de un dedo. La llevó a sus labios.

—No llores, Nini. Te amo —Acercó sus labios entreabiertos.

Sentí un fuerte sacudón, me alarmé. Por una de las ventanillas apareció el rostro de Jackson. Di un paso hacia atrás y caí.

—¿Señorita? ¿Se siente bien? —Abrí los ojos. Junto a mí estaba el sobrecargo.

¡Fue un sueño! Pero era tan real. Quería que fuera real, Lisa decía que me amaba.

—Sí, gracias —discretamente me limpié el rastro de llanto en mi mejilla.

Escuché por el altavoz que estábamos a punto de aterrizar. Me dio un vuelco el corazón. Tan cerca de ella otra vez y a la vez tan lejos. ¿Se habrá olvidado de mí? ¿Tendrá a alguien en su vida?

Aún no me sentía lo suficientemente fuerte para buscar a Lisa y tratar de tener una conversación civilizada. Quizás en algunos años reúna el valor.

A pesar de que me había echado de su vida, una parte de mí se negaba a aceptarlo. Habíamos vivido algo intenso, algo que parecía lo más importante del mundo... No, aún no. No era tan fuerte, todavía me dolía. Será mejor concentrarme en lo del divorcio y nada más que en eso.

Iba arrastrando mi pequeña maleta en medio del aeropuerto, muerta de calor debido al cambio de temperatura. Sin querer tropecé con alguien. Volteé para disculparme.

—¡Ay! ¡Fíjate!—La rubia no me miró, estaba más ocupada sacudiendo su vestido como si yo fuera una andrajosa. Se quitó los lentes y la reconocí de inmediato.

—Hola, Olivia —dije con poco entusiasmo. Al verme abrió los ojos desmesuradamente.

—Jennie ¿Verdad? —trató de fingir que apenas me recordaba, pero no fue convincente.

No quise contestarle y continué mi camino. Era sólo una desafortunada coincidencia venir a tropezar con aquella mujer.

Mi audiencia era para mañana temprano, así que me hospedé muy cerca de los tribunales. No quería andar recorriendo las calles y menos exponiéndome a que me viera Jackson.

Tomé una ducha larga y me acosté a dormir, mi sueño no fue el mejor, estar aquí de regreso me traía muchos recuerdos. Constantemente me preguntaba por ella. ¿Estará mejor sin mí? ¿Ya me habrá olvidado?

Desperté más relajada e intenté prepararme para lo que viniera. No debía mostrar debilidad, a pesar de las circunstancias y de los errores que cometí no podía permitir que Jackson vuelva a manipularme. No le iba a dar oportunidad de ofenderme frente a un juez.

Llegué ante la puerta número 16 del juzgado con media hora de anticipación. Me recibió la secretaria del juez y me hizo pasar.

—¿Señora Wang verdad? —preguntó apenas me vio.

Conserje Manoban | Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora