Conserje Manoban | Jenlisa G!P

Ⅹ. PECADO ANDANTE

Pov Jennie [💋]

Después de esa sexual y musical bienvenida (porque Lisa había sacado mi lado artístico al cogerme encima de su piano) me fui corriendo a trabajar, no sin antes pasarme a la farmacia otra vez. ¿Harán daño tantas pastillas "del día después"? Pero acababa tener mi periodo, eso me daba por lo menos cinco días de libertad para comerme a mi conserje sin más remordimiento que ser infiel.

Necesitaba una cita con el ginecólogo de inmediato, aunque debía ser uno que viva al otro lado de la ciudad.

En el trabajo Minnie y yo nos dedicamos a recuperar el tiempo perdido, le faltaban recoger algunas fotos así que me ofrecí a hacerlo antes de la hora del almuerzo. Recordé que el centro comercial estaba sólo a unas calles así que decidí ir a recoger mi auto personalmente y pagar por la compostura. Dudaba que Lisa me dejara pagar esa cuenta. No quería que ella gastara su dinero en mí.

Llegué a la mecánica, me sorprendí al ver trabajando a varios muchachos fuertes y apuestos, parecían sacados de esos calendarios para mujeres necesitadas... Lo confieso, alguna vez yo también compré un "sexy calendario", pero mis días de abstinencia habían terminado.

—Hola, ¿Te puedo ayudar en algo? —Un joven alto y con el cabello alborotado se me acercó. Su sonrisa me dio confianza. Tenía un par de hoyuelos encantadores.

—Si —dije impresionada por esos músculos— Mi auto está aquí, una amiga lo trajo —expliqué buscándolo con la mirada. Cuando lo encontré se lo señalé— Es ese de allá —Su sonrisa decayó.

—¿El auto de Manoban? —preguntó mirándome de arriba a abajo, no parecía tan a gusto ahora. ¿Tendrá algún problema con Lisa?

—Es mi auto, pero sí, Lisa Manoban me hizo el favor de traerlo porque yo estaba de viaje.

—¿Entonces... eres Jennie? —preguntó interesado. La sonrisa le sentaba bien, parecía casi un muchacho cuando estaba contento. Asentí.

—¿Eres amigo de Lisa?

—¿Amigo? —Rió de manera relajada— No. Ella es amiga de Bambam, mi jefe. Voy a fijarme en la tarjeta de propiedad del vehículo, está en la oficina, sólo para confirmar que es tuyo. ¿Vienes a llevártelo?

—Sí, ¿Ya está listo?

—Perfectamente, era algo pequeño, nada complicado. Puedes llevártelo, espera que le diga a Bambam —me señaló la oficina, lo seguí. Era un lugar más fresco y me sentí mejor.

—¿Cuánto es lo que debo? —pregunté.

—Acá dice que Manoban cubrirá el importe, pero Bambam no está y no me contesta el celular. No sé qué hacer —dijo encogiéndose de hombros.

—Pero yo quiero pagar la compostura —aclaré haciendo un puchero involuntario a lo que él soltó una carcajada.

—Entonces págalo y ya le diré a mi jefe. Por cierto soy Kim Seok-Jin —dijo tendiendome la mano.

—Gracias, Jin —Acepté su mano estrechándola, su saludo fue jovial y lleno de energía.

Después de darme el recibo me acompañó al vehículo.

—Fue un gusto, Jennie Wang.

—Sólo Jennie, por favor —corregí. Maldito sea ese "Wang", parecía piojo de tan pegado que está a mi nombre.

—Bueno "sólo Jennie", cuando necesites algo ya sabes —Me alcanzó una tarjeta que sacó de su billetera— Es por si tienes algún problema, tenemos servicio de grúas, de alquiler de vehículos y de emergencias mecánicas. El último celular es el mío —Sonrió orgulloso.