ⅩⅩⅩⅠⅠ. EXHIBICIONISTAS

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Pov Jennie [💋]

Una semana después me dieron de alta, estaba muy feliz por ello. Minnie y Yeji vinieron por mí al hospital.

—Creo que te gustaría ir al centro, al lado de la televisora. Son los últimos días de Rosé y Jisoo en ese lugar, han televisado toda su estadía, las pillaron hace tres días haciendo...

—¡Yeji! No importunes a Jennie con esas cosas, ella debe descansar —Le di una sonrisa cómplice a mi querida cuñada. Claro que tenía curiosidad de ver a Jisoo en ese concurso, pero no debía presionarme.

—Gracias por venir hoy a llevarme a casa —Abracé a Minnie.

—Felicidades, Jennie. Estás oficialmente sana —El médico llegó con los papeles del alta.

—¡Qué bueno! —Yeji saltó de alegría.

—Hay un pequeño detalle, Jennie —Me asustó el rostro del doctor.

—¿Pasa algo? —pregunté. Yeji llegó rápidamente para ver los papeles que traía el médico. Me miró asombrada.

—Pues que no quisimos importunarte con temas de Jackson, evitamos que te entregaran citaciones y demás papelería judicial. Jennie, tu divorcio salió después que tu ex marido murió —Solté un suspiro de alivio. Me tranquilizó saber que era sólo algo legal y no tenía que ver con mi salud.

Pero... ¿Eso qué quería decir? ¿Que todo este tiempo fui Jennie Wang?

—No entiendo —Lo miré con recelo.

—Acá tengo los papeles del juzgado que trajeron hoy. Ahora eres dueña de todo lo que tu difunto ex esposo poseía. Me pregunto, ¿Con cuál de todas estas tarjetas vas a cancelar la cuenta del hospital? —Sonrió antes de alcanzarme varios sobres. Algunos eran del juzgado, otros de bancos, incluso de la bolsa de valores.

Yeji rompió a reír, su risa era tan contagiosa que incluso Minnie rió.

—¿Me puedo unir al festejo? —Mi corazón se aceleró al oír aquella voz tan hermosa. Sino hubiese tanta gente correría a recibirla.

—Claro, acabamos de decirle a tu novia que es una viuda millonaria —bromeó Yeji, pero a Lisa no pareció causarle gracias.

—Vine a llevarte a casa, preciosa —cambió de tema. Sonreí, ella me amaba, era todo lo que necesitaba saber.

—¡Vinimos! Yo también quiero ver a Jennie instalada en su departamento —Minnie me ayudó a ponerme la chaqueta.

—Haremos caravana entonces —Yeji tomó mi maletín y se lo colgó al hombro, no dejó que Lisa se lo quitara. Estaba feliz porque ellas me querían, mi nueva familia me apreciaba.

Al salir me llevé una gran alegría, mi abuelo Jung-jae estaba en la entrada. Me acerqué a él.

—Ey, chica. Quería verte así, de pie y sana —Lo abracé.

—¡Jung-jae! ¿Por qué no habías venido a verme? —pregunté a punto de llorar.

—He venido, he venido... pero los hospitales me dan miedo. Además no quería ver a mi chica tendida en una cama —Sonrió. Yo sabía cuánto le costaba demostrar sus emociones.

—Gracias por estar aquí —Le sonreí.

Estaba tan agradecida con la gente que tenía a mí alrededor, esperaba que Jin viniera a verme a casa para seguir hablando, todos los días que estuve hospitalizada conversamos sobre lo que pasó.

Pero no quiso explicar muy bien lo que hicieron los ancianos amigos de su abuela con aquella muñeca diabólica, creo que tampoco lo sabía o se hacía el interesante para que le siguiera preguntando.

Conserje Manoban | Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora