Final

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La madre de Yoongi había llegado para dejarle algo de comida, estaba preocupada, pues, no ha visto a su hijo desde hace una semana. Ni una llamada, ni mensajes, ni una noticia de Yoongi. Desde ese día que lo vio por última vez. Su hijo se fue de su casa murmurando incongruencias, pensando que podía llegar a ser como su padre, negando haberlo hecho, pues pensaba que él mismo tenía la culpa. Estaba aterrada por la situación de Yoongi y no sabía que hacer, solo le quedaba ir y alimentarlo.

Apenas le abrió la puerta el peligris, notó esas pesadas ojeras debajo de sus ojos, delgado, somnolientos, más pálido que de costumbre y lo peor, y el detalle que realmente la asustó fue una grotesca marca violácea que estaba en una parte de su cuello. La piel de Yoongi era de un tono claro que permitía que cualquier tipo de golpe o presión quedase grabado.

Pensó lo peor.

Pensó que Yoongi trato de suicidarse.

Si tan solo supiera que realmente su hijo no dejaba de maquinar aquella idea.

Al entrar, Yoongi se dejó caer en el sofá y se cubrió el cuerpo con una manta blanca. Ella dejó la comida sobre la mesa y observo el lugar, era su primera vez dentro. Era una casa simple, poco acogedora, que se notaba que Min no pasaba en ella, además estaba helada, tal como si estuviera en la Antártida con grados bajo ceros.

—Hijo... —Le llamó.

—No sé qué hacer... No, yo lo hice, de verdad que no. Fue él, ¿me crees? —Le preguntó a ella, quien apreciaba sus ojos con el miedo plasmado.

—No sé de qué me hablas. ¿Qué no hiciste? —Se agachó frente a él.

—No lo maté, fue Giyoon no yo, fue él, mamá... —Se sentó en el sofá. —No me deja dormir, es como si lo tuviera pegado a la espalda diciéndome cosas... Pidiéndome cosas, solo quise ayudarlo, n-nada más...

Le tomo las manos heladas al joven, sintiendo como estas seguían igual de heladas.

Paso un largo tiempo escuchando como solo habla de Kim Taehyung y su muerte. Obsesionado y arrepentido por haberse metido mucho más allá y no limitarse solamente hacer el trabajo que le correspondía, agregándole que hablaba de lo mucho que odiaba y aborrecía a Giyoon. Hablaba de él con asco, pensando como un hombre casado con un hijo en camino pudo ser capaz de acosar y abusar a un chico joven. Lo repudiaba, le asqueaba.

Yoongi estaba consciente de que todo aquello parecía sacado de su imaginación, pero él no estaba loco. Yoongi no ha inventado nada... Taehyung estaba en la casa atormentándolo hasta en sus peores pesadillas y tristemente no había nadie quien pudiera refutar sus palabras.

—Dime la verdad, hijo, por favor. ¿Qué es lo que pasa? —Insistió su madre. Negándose ante la idea de que su hijo estuviera alucinando aún peor esta vez.

—M-Mamá... No sé qué hacer. —Yoongi se había quebrado, por segunda vez, ante su propia madre. Dejó cae lentamente las lágrimas por sus mejillas pálidas. —No entiendo nada... N-No entiendo nada, mamá...

La primera vez que Min se mostró así de débil ante su progenitora fue esa vez que lo encerró en el cuarto de debajo de las escaleras. Cuando Yoongi recordaba aquel tormento, se prometía no volver a mostrar esa faceta ante ella, pero ya daba igual este punto. El joven estaba consumiéndose y cayendo, rendido al terror, a la paranoia y al delirio desmesurado.

Su madre le sujeto aún más fuete las manos.

—Hijo, debes rezar. Reza, Yoongi, con todas tus fuerzas para que tus plegarias sean escuchadas y te libere de este tormento en el que vives. —Le acarició las mejillas, pero Yoongi se apartó de golpe. —Recemos juntos.

INSANE [Yoontae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora